capitulo 48 & 49

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Selena no se hacía una idea de cuánto la deseaba y cuantas veces la imaginó sobre él. O debajo de él. Arañando su espalda o simplemente, gimiendo su nombre. Justin bajó su mano por la cintura de Selena y se arqueó contra ella, apretando su impresionante erección en un movimiento sugestivo contra su sexo. Ella soltó un leve gemido sobre los labios de él que le puso a dos mil seiscientos ochenta y dos segundos.
La engatusó, jugueteó con ella, provocándola con el cálido roce de su lengua para luego retroceder, dejándola ardiendo de deseo. Sólo aquel beso habría sido suficiente para hacerla perder la cabeza, para que se derritiera. Con aquella erección apretada contra su muslo, las sensaciones eran absolutamente explosivas. ¿Ella quería jugar? Ella tendría juego. Él apartó la boca, pero siguió cubriéndola con su cuerpo, apretándola contra la pared. Y se quedó mirándola fijamente. No apartó la mirada. La rodeó y caminó con ella hacia atrás. Y cuando encontró su cama, la soltó. A Selena le latía tan rápido el corazón que no podía oír nada más que su frenético palpitar mientras observaba cómo Justin la miraba como si le fuera la vida en ello.
-¿Estás segura que deseas esto? – le preguntó colocándose sobre ella. Selena no respondió. Se abalanzó sobre sus labios besándolos, mordisqueándolos, jugando con su lengua mientras sus manos viajaban y experimentaban. Ella se alejó.
-Quiero que me hagas sentir viva. Quiero que me hagas disfrutar. – susurró contra los labios de él. – Haz lo que te dé la gana Justin. Soy tuya. – rompió centímetros. Milímetros. Arqueó su espalda acercándose a su boca y de una manera malditamente sensual, le susurró. - Devórame.
Justin tragó saliva ante aquella imagen mental que le arrebató la mayor parte de su autocontrol. Y así hizo. Se hizo con el control de sus labios de nuevo. Esta vez mucho más rápido. Deslizó su mano hasta la cadera de Selena, dibujando con la yema de sus dedos su tatuaje. Siguió bajando y se encontró con la falda de su vestido. Siguió bajando y acarició su muslo, provocando que ella curvara su espalda y lo volviera aún más loco de lo que ya estaba.
-¿Quieres disfrutar? – le preguntó. Ella asintió sobre sus labios. Y con voz ronca, él respondió. – Entonces, vas a disfrutar. Pero tendrás que pedírmelo.
-¿Y cómo quieres que te lo pida? – susurró ella tocando sus abdominales mientras se mordía el labio inferior. Mierda, su cabeza estaba dando mil vueltas a toda hostia. Nunca debió beber tanto.
-Quiero que pidas las cosas. Esta noche sólo me voy a encargar de ti.
-No, tú también tienes que disfrutar. – él soltó una carcajada que se coló en el cuerpo de ella como un rayo.
-Nena...voy a disfrutar.
Justin la deseaba. La excitación le atravesaba, haciéndole hervir la sangre con tan solo una caricia. Pensó en algo. Placer. Esta noche no saciaría su deseo en ella. Joder, es virgen. Y está borracha. No, sin duda hoy no se perdería dentro de ella. Ese momento, sería para recordar. Pero...quería darle placer. Selena le rodeó el cuello con los brazos y se perdió de nuevo en el sabor de su boca y en sus caricias. Justin le separó las piernas un poco más y apretó su miembro directamente contra ella mientras la besaba, estaba volviéndola loca con la ropa puesta. Demonios. Era tan bueno. No, mucho más que bueno. Totalmente excitante. Justin apartó la boca de la de ella y bajó los labios a lo largo del cuello para saborearle la piel y mordisquearle la clavícula.
-Me encanta tu piel. Sabes a frutas. – dijo con voz ronca mientras recorría la piel de su cuello. Selena cerró los ojos y curvó su espalda soltando un leve suspiro. – No me quiero imaginar cuando te pruebe de verdad. Me estás volviendo loco.
Selena contuvo el aliento cuando él bajó un poco más por su cuello. Luego sintió las manos de él, bajo la falda de su vestido, levantándosela, subiéndosela. Un tour. Justin creó un tour. Recorrió sus rodillas, subiendo hasta sus muslos, por las caderas. El placer descontrolado se incrementó en segundos, atravesándola y empujándola hacia el éxtasis de nuevo. Volvió a besar su cuello, esta vez algo más divertido. Ella comenzó a reír, contagiando a Justin mientras besaba y mordisqueaba su cuello.
-Ya tonto, para. – dijo ella riendo. Justin rió sobre su piel y volvió a subir por su mandíbula hasta sus labios. Los dos anularon las sonrisas al segundo, mirándose a los ojos.
-¿Y si te digo que me gustaría despertarme todas, todas las mañanas abrazada a ti? – susurró Selena.
-Me reiría.
-¿Por qué?
-Porque no te voy a dejar dormir ni una sola noche.
Justin se lanzó a la boca de ella, hundiendo profundamente la lengua dentro, como si intentara fundirse con ella. Explorando en cada rincón. Ya la ropa de ella comenzaba a sobrar. Selena se dio cuenta de que Justin intentaba sacarle el traje de encima, pero al estar recostados, a él le estaba costando lo suyo. Rió sobre sus labios y lo apartó un segundo. Lo miró a los ojos. Comenzaba el juego y solo esperaba tener el autocontrol y la fuerza de voluntad suficientes para no terminar hundiéndose dentro de ella mientras ella gritaba su nombre.

Desafío al corazón. Capítulo {49}

Selena elevó los brazos, sacándose el traje del todo. Quedándose en ropa interior. Él enloquecía. Selena era infinitamente hermosa. La más hermosa de todas. Casi le costó respirar cuando analizó la ropa interior de ella. Era malditamente sexy. Tenía unos pechos condenadamente deseables. Lanzó el traje al suelo.
-Joder. – susurró mientras lentamente subía la mirada hasta sus ojos con picardía. Volvió a exclamar mirándola esta vez a los ojos. Ella rió y tiró de él haciéndole quedar de nuevo justo encima.
Selena recorrió la espalda suave de Justin con sus manos, mientras él la besaba, amagaba por su cuello, volvía a besarla y recorría sus muslos y su barriga. Como un maestro, jugó con ella. Lo hizo con suavidad, con un leve roce de labios, mordiendo su labio inferior, soltándolo, succionándolo. Un suspiro erótico cuando apretó su boca contra la de ella y abandonándola otra vez recorriendo su cuello. Besó su clavícula y llegó a la cruz de sus pechos. Miró hacia ella y mordió sus labios para luego bajar una de las tiras del su brassier. Peligro. Se iba acercando. Mordió su hombro. Deslizó la segunda. Y volvió a mirarla.
-Hazlo ya. – dijo ella con los ojos cerrados.
-No. – respondió Justin juntando más sus cuerpos. Volvió a besarla algo más furioso. – Te dije que ibas a disfrutar. No voy a hacer nada hasta que te note al límite.
-Estoy al límite.
-No gatita, estás caliente, pero no al límite. Y yo quiero que estés al límite. Te comenzaré a hacer pequeñas caricias, e iré subiendo el nivel de éstas besando cada parte de ti, con mi lengua. Y entonces me pedirás más, mucho más y ahí es cuando estarás al límite. En el momento en que no te puedas controlar.
Susurró de nuevo sobre su oído con una pequeña risa ahogada. Mordió el lóbulo de su oreja mientras pegaba su erección a ella con total descaro. Selena arqueó su espalda. Justin pensó que se corría al instante y hasta con ropa. Sin ni siquiera haberle tocado. Esto era una locura. Quien iba a imaginarlo. Sus pensamientos volaron cuando ella tiró de su cabello reclamando su boca. Él accedió totalmente volviendo a besarla, mientras su mano izquierda subía por su barriga con un rumbo fijo. Caray, ellos dos llevaban magia pegada en la piel, en cada beso que se daban. En cada beso o en cada caricia se notaba la magia que desprendían, aquello era amor no puro sexo y placer.
Selena se estaba cansando ya de aquello. Ella quería complacerle también a él. Mierda, pero no sabía cómo, era primeriza en esto. Mordió el labio inferior de él y se pegó totalmente a su cuerpo dejándole casi sin fuerzas. Le presionó y se giró contra él, saliendo victoriosa y ganando la primera posición. Justo arriba y él acostado. Debajo. Justin elevó una ceja y ella soltó una carcajada. Se arqueó de nuevo sobre él, recostándose encima, besando su cuello, su boca, mordiendo sus labios, amagando de nuevo hasta su cuello, bajando por este, llegando a su torso.
-Estás asquerosamente bueno. - susurró Selena.
Aquello se lanzó directamente a su miembro poniéndole aún más duro. Justin se comenzó a tensar. La lengua de ella estaba recorriendo su piel demasiado rápido y ya estaba demasiado cerca del peligro total. Sin hacerle daño, con total cuidado volvió a vencerle. Lentamente se comenzó a levantar con ella encima, haciendo que quedara a horcadas sobre él. A Justin se le escapo un gemido extasiado al sentir su suavidad y apretó su agarre. Las manos de ella se perdieron acariciando su pecho y su abdomen, haciéndole gemir audiblemente, mientras las manos de él recorrían de arriba abajo su espalda. Justin comenzó a besar a Selena de una forma salvaje, le encantaba el sabor que desprendía y le regalaba. Ella lo continuó besando, se dejó llevar. Sentía todo su cuerpo caliente, y su corazón que se quería salir de su pecho. Justin la tenía sobre él, a horcadas, joder estaba haciendo presión sobre él mismo y esto no era bueno. Es decir, lo era. Demasiado. Ella se dio cuenta de eso y con sus brazos alrededor de él, comenzó a moverse. Justin lanzó un gemido ahogado mientras separaba sus labios para pegarlos a su cuello. La había imaginado miles de veces sobre su cama, dispuesta para él como el manjar más exquisito, listo para saborearla. El corazón se le aceleró. Su miembro palpitó.
-Joder, eres... - susurró con voz ronca. Su miembro palpitaba de deseo.
-¿Soy? – susurró esta vez ella sensual.
-Eres mejor que una puta fantasía.
Esta vez la que lanzó un gemido ahogado fue ella. Aquellas palabras se convirtieron en una electricidad que avanzaba por su cuerpo, centrándose en su sexo. La aferró del trasero para apegarla a su intimidad, ganándose otro gemido algo más fuerte. Quería poseerla, hacerla perder el control del placer. Llegó. Abrazado a ella con las manos en su espalda llegó al cierre del brassier.



Desafió al corazón (Jelena) [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora