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—Ah... ¡Está bueno!

—Me alegra que te guste. —Hablo Himiko.

—¡Sí, gracias por invitarnos a comer, Himiko! —Agradeció feliz.

Nyehh... Yo solo te invite a tí. El se colo. —Mencionó, apuntando con su dedo a Saihara.

—¡Uh! Yo estaba con Ouma-kun primero, tu fuiste la que se coló.

—¡B-bien, bien! Ya pueden parar de pelear...

—Esta bien. —Dijeron los dos al mismo tiempo.

¡Ja, ja! ¡Que divertidos son! —Hablo riendo.

Ouma-kun, eres lindo cuando te ri- —Iba a hablar el peliazul, pero fue interrumpido por un grito desde no tan lejos por una mujer.

—¡Himikoooo! —Grito la chica de pelo verde oscuro.

Oh... Tenko. —Himiko solo rezo para que no interrumpieran su charla con Kokichi. Pero fue en vano.

—¡Himiko! ¿Estos hombres no te lastimaron? ¿Estás bien? —Dijo la de pelo verde, ahora más cerca.

—Si Tenko, estoy bien. —Le respondió cansada.

—¡Oh! Creo que tu amiga te estaba buscando. Bueno... ¡Gracias por el helado! Las dejamos solas, ¡Adiós! —Se despidió Kokichi agarrando de la mano a Saihara, y llevandoselo.

Shuichi se sonrojó en aquel acto, emocionado, cambio su expresión a una de burla, dirigiendose a Himiko.

Adiós, Himiko. —Le sonrió, y alzó su mano que estaba entrelazada con la del pelimorado.

—Tenko... —Le hablo la peliroja a la más alta. Mirando fijamente en la dirección de los chicos.

¿Si, Himiko?

—Hazme el favor de algún día matar a ese tipo...

—Ouma-kun, ¿Vives con tus padres? —Preguntó Shuichi, de manera repentina

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—Ouma-kun, ¿Vives con tus padres? —Preguntó Shuichi, de manera repentina.

—Oh. N-no.... ¿Por qué la pregunta?

—¡Por nada! Solo decía... Que algún día podemos ir a pasar tiempo en la casa de alguno de los dos. Ya sabes...

—¡Ah! Sí, sí. ¡Suena bien!

—Jeje.

—¿Y tú, Shuichi, vives con tus padres?

—Mhm... Realmente no, vivo con mi tío, pero la mayoría del tiempo trabaja. Así que siempre la paso solo.

—Oh... Que mal... ¡Ya se!

—¿Eh?

—¡Saihara-chan, invítame a tu casa seguido, y pasamos juntos! —Dijo emocionado.

—¿¿E-eh?? 

El peliazul se sorprendió, sin embargo, le agradaba la idea. La idea de tenerlo en su casa, solos, con el, en su cuarto... Espera, ¿Qué?
Sal de tu nube, Shuichi.

—Um... Creo que me a-adelante demasiado... Perdón.

—... No. Está bien, pasemos el rato juntos.

—Haa... ¡Que bien!

—Jeje.

—O-oye, Shuichi...

—¿Sí, Ouma-kun?

—P-pues... Mi tía me dió unos boletos para el parque de diversiones... M-me preguntaba si querías ir conmigo... ¡S-solo si puedes!

—¡Claro! ¡Amo los parques de diversiones! —Respondió Saihara emocionado, con sus ojos brillando.

Nishishi~ que bien... —Se río— ¿Sabes? Eres muy tierno, Saihara-chan.

—¿U-uh? Oh... G-gracias... —Respondió el chico, feliz y sonrojado, tapando su cara con su gorra.

Ouma derrepente dió un salto, como si hubiera recordado algo. Miro su reloj y sus ojos morados se llenaron de pánico.

—B-bueno, S-saihara-chan... m-me tengo que ir, l-los boletos son para el sábado, ¡Nos vemos!

—Adios...

«¿Debería seguirlo? No sé porqué, pero... Siento que algo malo va a pasar...» «¿Que estás diciendo, Saihara Shuichi?, recapacita...» «Ah, yo y mi curiosidad» Shuichi se encontraba en una batalla de pensamientos dentro de el.


Al final, lo siguió.

love, madness, obsession | Saiouma pregame toxicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora