5. Las charlas con un dinosaurio y dos muñecas son las mejores

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Ya bastantes días han pasado desde entonces. Barbie casi siempre era llevada al preescolar.

Por supuesto, no siempre iba a la arena de entrenamiento a jugar. Pero cada que iba al preescolar, nunca se olvidaba de pasar a saludar a Max Steel.

Con el paso del tiempo se volvían más amigos y lentamente más cercanos. Sin darse cuenta, la figura de acción se había vuelto un confidente para Barbie y una amistad bastante amena para la muñeca.

A Barbie le agradaba que aunque no fuese a pelear, Max Steel aún asi disfrutaba de su compañía.

—¿Ha pasado algo bueno en el preescolar últimamente, Max?— le preguntó un juguete de Dinosaurio-Guerrero a Max Steel —Últimamente te veo más distraído.

Max y este juguete dinosaurio se encontraban conversando en el mundo juguete de la casa de Max Steel. Usualmente esos dos siempre andaban juntos cuando Max volvía del preescolar.

—¿Distraído? ¿Yo? No se de que hablas.

—Bueno, cuando peleamos en el mundo juguete de aqui, es como si tu cabeza estuviese en otro lugar.

Max Steel se acostó en el pasto. Casi todo este mundo juguete era un campo de batalla.

—Te voy a ser sincero, Dark. Estoy un poco cansado. Paso toda el día jugando y batallando, tanto aqui como en el preescolar, es agotador. Quisiera vivir en un mundo tranquilo, lleno de trivialidades, ya sabes, vivir de manera más pacífica.

El rostro de Barbie vino inmediatamente a su cabeza. Negó, intentando borrar esos pensamientos.

—Ya se porque nunca te relacionas con los juguetes de aqui, veo difícil que consigas tranquilidad, todos son muy caóticos y aman las peleas, difícil que se cansen.

Dark se acostó a su lado.

—¿Es por ello que últimamente vas mucho al preescolar? ¿Por lo «pacífico» que es? ¿O hay algo más?

Max Steel lo pensó.

—Puede que haya algo más, alguien para ser más específico.

—¿Alguien? ¿Hiciste una amistad? ¿Tu? ¿Señor No-Hablo-Nadie?

—Hablo contigo ¿No es así?

—Soy el único que te aguanta y te saca tema de conversación. Sigo pensando ¿Como es posible que el juguete más antiguo aqui, no hable con nadie?

Era verdad, Max Steel era el juguete más viejo de su dueño Noah. Había sido pasado del hermano mayor al menor. Y eso se notaba.

Su pintura estaba gastada y algunas de sus ropas estaban algo rotas. Muchos de sus accesorios se habían perdido también. El probablemente fuese de los primeros juguetes en ser donados en cualquier momento.

Noah era de padres adinerados y ahora que su hermano se fue a la universidad, le daban lo que quisiesen, tenía un cuarto lleno de juguetes. Sin embargo, rara vez se pasaba por ahí. Max Steel era metido en el morral exactamente porque era un juguete viejo.

Si se dañaba, perdía o rompía en el preescolar, no importaría su pérdida en comparación a un juguete caro o nuevo.

Sin embargo, ser viejo jamás le pareció algo tan afortunado como en esos días. Había tenido una buena vida. Aunque ojalá, pudiese ser mucho más larga.

—¿Y como es tu nuevo amigo?

—Es una Barbie.

El Dinosaurio lo miró extrañado.

—¿Una Barbie?

—Si, pero es la muñeca más peculiar que he visto en mi vida.

—Es un juguete hecho en masas para niñas. ¿No son todas iguales?

Un Amor de JugueteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora