DOLL ☆Jaeren☆

💠04💠

[Pov Renjun.]

Esa noche jaemin me bajo al comedor, me sentó en una silla a su lado, frente a el estaba su primo y en la esquina su mamá.

Ambos se miraban de manera amenazante, hacían gestos y no bajaban la vista. El intento de su mamá para entablar una conversación era en vano, así como empezó término la cena, en silencio.

Jaemin después de me llevo al baño, me dejo sobre un mueble de baño y se colocó su pijama. Luego me llevo a su habitación otra vez, no quería soltarme ni un segundo, a mi no me molestaba pero realmente me sentia extraño, no quería que mi dueño estuviera distanciado del moreno, el lo quiere mucho, en ese momento realmente quería tener boca para decirle que le hablará.

Pero como no podía, lo miraba fijamente, intentaba que me leyera, aunque era imposible pero realmente quería decirle.

Me acostó en su cama, lo miraba pero el seguía de pie ajustando su pijama a pesar de que ya estaba bien, tenia el ceño fruncido. Realmente ese niño era todo un caso, me sentía de otra manera que no tenia idea de como explicar.

- Vamos a dormir renjun - se acostó a mi lado y me miró.

- No me mires así, yo tenía razón.

Realmente quería sonreirle, era como si pudiera entenderme.

- Renjun no voy a disculparme, el tiene que hacerlo - se tapó con el cobertor y se encargó de envolverme en sus brazos.

- El fue grosero contigo, no eres un muñeco para mi y el debe entenderlo.

Por algun motivo me sentí tranquilo y seguro como nunca lo había echo. En serio este niño era muy especial.

Más tarde cuando mi dueño dormía pacíficamente tocaron la puerta de su habitación, fueron tres simples golpes, pero jaemin tenía el sueño realmente pesado. Tocaron tres veces más pero un poco mas fuerte.

- Renjun ve tu - dijo dormido dándose vuelta en la cama.

Me reí en silencio, era un bobo, espere un rato hasta que lo vi que abrían la puerta, era su primo que entraba, tenia una manta agarrada en la mano, vestía un pijama blanco, camino en silencio y se acercó al costado de jaemin, le tocó el hombro con suavidad, me miró y me sentí intimidado, igualmente no me miró de mala manera, sonrió y siguió tocando su hombro.

- ¿Ya es hora de levantarse? - jaemin se despertó, y miró a donghyuk.

- Lamento haberlo insultado - me señaló.

- Donghyuk, se llama renjun. Pídele disculpas y dormirás aquí con nosotros.

- ¿Con ustedes?

- Si, vamos dilo así podemos dormir los tres.

Jaemin me tomo en sus manos y me sostuvo enfrente de donghyuk.

- Lo siento, renjun no volverá a pasar.

Jaemin sonrió, se hizo a un lado y le hizo señas para que se acostara a su lado.

Dormimos los tres tranquilamente.

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Pasamos el siguiente día jugando, yo también incluido.

Pasamos de camiones de juguetes, a torres de ladrillos, luego a jugar a las escondidas por toda la casa, jaemin me incluía en todo, su primo al principio no decía nada pero después también me tuvo en cuenta.

Ya a la tarde se tuvo que ir, se despidió de ambos y se fue, jaemin y yo nos sentamos en el sillón a ver series.

- Renjun, nos divertimos mucho ¿no? - Me miró y me sonrió, tenia una hermosa sonrisa, era muy lindo.

[....]

Ya más tarde mientras el dormia me puse a pensar, es la primera vez que tengo el deseo de hablar, de poder moverme y querer hacer algo, no lo entendía... nunca me había importado, pero ahora lo daría lo que fuera para poder hacerlo.

Intente por un largo rato dejar mi mente en blanco, no quería que ese tipo de ideas rondarán por mi cabeza, seria un gran problema.

Y los problemas llegaron cuando comencé a desarrollar otro tipo de emociones a lo largo de los días siguientes.

Primero: Alegría. La que sentía cuando me sostenía, cuando me sonreía, cuando me hablaba, cuando me llevaba a todos lados, en las noches cuando íbamos a dormir. No entendía que era, pero al estar con el lo sentía fuertemente.

Segundo: Enojo y frustración. Deseaba tanto poder hablar con el, o al menos mostrarle alguna señal de que entendía, que quería oírlo sin importar que me dijera, sintiéndome inútil hasta que me abrazara.

Tercero; miedo, tenia miedo que me dejara, que algún día se olvidará de mi, que se cansara. Por ejemplo; un día me llevo al zoológico, vimos muchos animales, corrimos, saltamos y no paramos en todo el día. Ya a la tarde nos sentamos con su mamá a comer, justo comenzaba una función de focas que jaemin tanto quería ver, su madre lo agarro de la mano y se fueron, como el me había puesto en su mochila, al levantarse de manera rápida me caí. No quería que nadie me encontrará, que nadie me viera hasta que el volviera, ¿Y si no regresaba? Ese era mi mayor temor.

Pero el me busco, termine en un lugar raro, me colocaron en una caja llena de cosas, como cámaras, gorras, camperas, anteojos.

Cuando lo vi su nariz con mocos y los labios temblando. Me abrazo muy fuerte y no hablo en todo el trayecto hacia casa.

No podía explicar la tranquilidad que sentí al verlo, sabia que no me había olvidado, y deseaba que fuera así para siempre.