☥ ‣ Capítulo 69

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El precio por sobrevivir.

Elaine

Me mantengo con la cabeza pegada al retrete cuando las ganas de vomitar aumentan. El miedo es inexplicable, siento que apenas abra esa maldita puerta deberé enfrentarlos. No sé cómo seré capaz de mirarlos a la cara.

Izan toca la puerta.

—Elaine, ¿Estás bien?

Tiro la cadena y me enguanto la boca. También humedezco mis mejillas sonrojadas y me hago el valor de salir. Izan me mira preocupado.

—Estás muy pálida...

—Es que amanecí enferma.

Caminamos por el pasillo hasta el inicio de las escaleras. Me detengo cuando comienza a temblarme las manos. Bajar significa enfrentar a los gemelos y yo no sé... ¿Qué pasa si...?

—¿Estás segura que no pasa nada?

—¿Por qué están aquí?

—Desconozco las razones, sólo me contactaron hace un par de días preguntando por ti. Les dije que pasarías el fin de semana en Malibú con Nahia. Es todo lo que sé, Elaine.

—No puedes decírselos, Izan.

—No me corresponde decirles a mí, además tú y Nahia confiaron en contármelo.

Se cierra la boca en gesto de silencio.

—Gracias —suspiro y bajo las escaleras.

Actúo normal, finjo que estoy bien... Que no tiemblan mis piernas, que no se me aceleró el corazón a tal punto que siento que saldrá de mi pecho en cualquier momento. Son sólo ellos. No me afectan, ya no me causan nada.

Respiro hondo al pasar a la sala. Ambos están de pie junto al ventanal. Zaid fuma mirando hacia el océano mientras Kayden se pasea por la sala observándolo todo.

Maldigo cuando el abogado detiene su mirada en las revistas junto al sillón. Son mis revistas de maternidad, olvidé que estaba ahí.

—¿Qué hacen aquí? —entro a la sala.

Ambos me miran y siento que las piernas en cualquier momento no me funcionarán.

—¿Y esto? —pregunta Kayden con las revistas en la mano.

Siento que me quedo sin voz, que la frente me suda frío y no sé qué mierda decirle para que...

—Son de Nahia —Izan se adelanta a responder.

—¿La preñaste? —frunce el ceño Zaid.

—Sí, ósea estamos planificando —titubea Izan poniéndose nervioso.

Kayden deja las revistas.

—Afuera —dice Zaid mirándome.

Los gemelos salen a la terraza. Izan me indica que vaya mientras se mantiene en la sala.

La nube de tensión se forma en cuanto salgo hacia la terraza parándome entre ambos. El corazón me late demasiado rápido.

—Supimos de ti renuncia en la SAC —comenta Kayden—. Y de los últimos incidentes que ha cometido Hidden's.

—Al parecer esos fanáticos no te sueltan aún, de hecho a ninguno del equipo —agrega Zaid fumando—. Los operativos que he tenido son en su mayoría conexiones de ese culto.

APARIENCIAS AFRODISÍACAS ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora