—Vaya, ya era hora de que aparecieras, ni siquiera pudiste contestar mis llamadas, creí que algo te había pasado— Reclamó el dueño del departamento justo después de abrir la puerta y ver qué era su roomie quién acababa de llegar.
—Son casi las 9:00 de la noche, hace más de dos horas que debiste haber llegado aquí, ¿Qué tal si yo olvidaba mis llaves y me quedaba esperando afuera hasta que aparecieras eh?— La molestia en su rostro era evidente, Kazutora lo miraba con nervios y no sabía cómo entablar palabras para que no siguiera regañandolo, hasta que una mano delgada apareció a un costado del joven empujándolo hacia atrás.
—¿Mamá?— Chifuyu estaba confundido e intercambiaban mirada con las dos personas frente a él.
—Le pedí a Kazutora que me acompañará a hacer las compras, fue muy amable al ayudarme a cargar el mandado y acompañarme para no ir sola, espero que no te moleste Chifuyu— Dijo la mujer con un tono firme pero retador sin apartar la mirada de los ojos de su hijo.
—¿Eh?, ¿Desde cuándo ustedes...?, Ahhh... No, no hay ningun problema, pasen de una vez— Se hizo a un lado dejando el espacio libre, la mujer entró sin más directo a la cocina, mientras Kazutora se quedó frente a la puerta con Chifuyu.
—¿Qué rayos haces con ella?—
—Creeme que yo estoy igual de sorprendido que tú pero...—
—¡¿Qué tanto están susurrando ahí?, Pasen de una vez, Hanemiya Kazutora, trae eso aquí ahora!— Ambos jóvenes dieron un ligero salto por la impresión y se apresuraron a obedecer.—A-Aquí está lo que pidió señora— El chico del tatuaje dejo la bolas de plástico sobre la barra de la cocina y comenzó a sacar su contenido para poder acomodarlo en su lugar.
—¿Qué trajiste mamá?— Se acercó para poder ver.
—Les traje algunas cosas básicas. Comida enlatada, algunos fideos instantáneos de los que te gustan tanto, leche, cereal y algo de fruta— Hablo con un tono desinteresado mientras ponía las latas en su lugar.
—No te hubieras molestado, de verdad estamos bien—
—Fue lo mismo que le dije, pero ella insistió—
Ambos chicos miraron a la mujer, quien al escuchar lo que dijo su hijo inmediatamente se apresuró a abrir la alacena y el refrigerador que estaba casi vacíos, después de eso volteó a ver a los jóvenes quienes se veían avergonzados.
—N-No es de buena educación estar fisgoneando la cocina de los demás— Dijo Chifuyu con una voz temerosa. Inmediatamente la mujer lo miro con unos ojos casi amenazantes.
—¿Hah?, ¿Dijiste algo pequeño mal agradecido?—
—N-No yo... D-Dije gracias madre, gracias— El dueño del departamento sudaba frío y soltaba ligeras risas nerviosas mientras su madre no le apartaba la mirada molesta de encima.
—O-Oigan, ¿Qué les parece si tomamos algo de té?— Interrumpió Kazutora con una sonrisa.
—Que atento eres Hanemiya— El semblante de la mujer cambió de inmediato y se sentó en una de las sillas del comedor.
Ambos jóvenes intercambiaron miradas y sonrieron. —Sientese de una vez ¿quieren?— Interrumpió la mujer, a lo que ambos se sobresaltaron.
—Sientate Chifuyu, voy por unas tazas y algunas galletas— Dijo Kazutora con una cálida sonrisa.
—S-Si... Gracias— Respondió Chifuyu y después se sentó. El chico que llevaba el cabello recogido se dió la vuelta y se dirigió a la cocina mientras su roomie lo seguía con la mirada, después de un par de segundos sacudió ligeramente la cabeza y volteo hacia el frente, solo para toparse con la cara sería de su madre.
—¿Q-Qué pasa?— preguntó nervioso.
—Hmmm... Nada— La respuesta de la mujer fue seca pero dejaba dudas al aire.
—No se que sea lo que esté pasando por tu cabeza, pero me aterra un poco—
—Chifuyu...— Ahora el tono de la mujer parecía serio, su hijo no pudo evitar ponerse más nervioso de lo que ya estaba.
—¿Por qué no piensas en mudarte de una vez?—
Los ojos de Chifuyu se abrieron con sorpresa e inmediatamente se le helo la sangre.
—Yo...—
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—Disculpen la demora, permítanme servirles algo de té... ¿Eh?, ¿Qué pasa?— Ambos chicos cruzaron miradas eh inmediatamente Kazutora sintió que definitivamente algo no estaba bien. —¿Chifuyu?— Estiró su mano y tocó el hombro de su amigo, quien inmediatamente se levantó de su lugar ante la mirada confundida del otro chico.
—Yo... No me siento muy bien, iré a recostarme un rato, madre gracias por todo y no regreses tan tarde a casa— Habló el chico de cabello corto dirigiendo la mirada al suelo.
—¿A dónde vas si a penas comenzamos a hablar?, Necesitamos platicar de esto Chifuyu, solo estoy pensando en tu bien— La mujer se levantó de su lugar algo molesta.
—No me siento en condiciones ahora, por favor comprendelo— Comenzó a avanzar hacia su habitación sin dirigirle la mirada a nadie.
—¡Chifuyu! Ahhh, este hijo mío— La mujer se sentó de nuevo mientras se llevaba las manos a la cabeza.
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—¿D-De nuevo es mi culpa cierto?— Preguntó el chico del cabello recogido con los ojos cristalizados.
—No. Creí haberte dejado claro ese punto hace rato. Este es un asunto diferente, así que deja de echarte culpas que no te corresponden— Dijo con firmeza la mujer, a lo que el chico de cierto modo se sintió más relajado.
—¿Entonces?, ¿Hay algo en lo que pueda ayudarlos?— Preguntó Kazutora con preocupación.
—N... Tal vez— Inmediatamente se puso pensativa. —Ahora que lo mencionas... Si puedes hacer algo...—
—¿De verdad?, Por favor dígamelo y me esforzaré en hacerlo— Dijo entusiasmado el jóven del tatuaje.
—Tu... ¿Realmente aprecias bastante a mi hijo, cierto?— Preguntó la madre de Chifuyu con un rostro serio, a lo que inmediatamente el rostro del jóven se enrojeció ligeramente.
—S-Si... Quiero decir, él fue quien me extendió la mano para ayudarme, es quién a estado para mí desde antes de salir de prisión, me dió techo, comida y trabajo...—
—¿Sólo es agradecimiento?, ¿Estás seguro de ello?— Al escuchar las palabras que salieron de la boca de la madre de su amigo, Kazutora no pudo evitar sobresaltarse.
—Si no aclaras tus sentimientos primero entonces no me serás de mucha ayuda ni siquiera para ti mismo— Dijo ella sin titubeos y con semblante bastante serio, lo que dejo perplejo al chico.
—Creo que me estoy excediendo y malinterprete las cosas... Discúlpame— suspiró y se levantó de la silla.
—Espere— Respondió Kazutora con una postura firme. —¿A qué quiere llegar con todo esto?—
La mujer volteo a verlo con una ligera sonrisa en el rostro.
—Solo digo que si ustedes dos no fueran solamente amigos, tal vez me sentiría más tranquila— La respuesta definitivamente sorprendió a Hanemiya dejándolo sin palabras.
—En fin, me retiro ya, descansen— Dijo la mujer antes de comenzar a caminar hacia su departamento, dejando un completo silencio en el lugar.
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—Yo... ¿Qué es lo que realmente siento por Chifuyu?— Se preguntó el jóven a si mismo mientras yacía recostado en su cama mirando el techo. —¿Agradecimiento?, ¿Deuda?, ¿Amistad?... ¿Todo?, ¿Algo más complejo que eso?— Se cubrió los ojos con sus manos y tras quedar a ciegas, su mente comenzó a mostrarle diversas imágenes de su amigo y permaneció así por un momento.
—Ahora que lo pienso el es muy lindo cuando sonríe ¿O tal vez ya lo habías notado?— Inmediatamente pudo sentir una ligera sensación de calor que recorría su rostro. —¿Eh?— Se levantó de un brinco y corrió a verse al espejo, su rostro estaba completamente enrojecido. —¿Qué me está pasando?, Vamos relájate Kazutora, tal vez si te hizo falta esa taza de té— Se palmeo ligeramente el rostro y se dispuso a ir a la cocina de nuevo, al salir de su habitación pudo percibir un sonido que llamó su atención y lo siguió. —Viene del cuarto de Chifuyu— Acercó su oído a la puerta y pudo percibir claramente aquel sonido de nuevo. Eran sollozos, Chifuyu estaba llorando en su habitación tratando de que nadie lo escuchará.
Kazutora sintió el impulso de querer entrar pero se frenó a si mismo apretando con fuerza los puños para no mover sus manos, su rostro reflejaba impotencia y algo de rabia, sin más comenzó a avanzar en dirección a la puerta principal.
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"Toc, toc" Tocaron a la puerta en repetidas ocasiones hasta que una silueta femenina apareció del otro lado de la puerta.
—¿Qué sucede Kazutora Hanemiya?, Son casi las 12 de la noche, ¡¿Le pasó algo a mi hijo?!— Preguntó con asombró la mujer.
—Lamento mucho molestarla a esta hora señora, pero no podía quedarme así...— La mujer tomó la mano de Kazutora y lo hizo pasar.
—Pensé un poco en lo que me dijo hace rato y... Tal vez... Tal vez no tenga claro lo que siento por Chifuyu, pero hay algo de lo que estoy seguro, no quiero seguir escuchando del otro lado de la puerta sin poder hacer nada, no quiero seguir sintiéndome inútil e impotente al no poder ayudarlo. ¡Por favor dígame qué hacer!— Agachó la cabeza en señal de respeto hacia la mujer parada frente a él, quién lo miraba con sorpresa. Después de unos segundos sonrió y luego volvió a poner un semblante serio.
—De acuerdo, pero antes de ello... Hay algo que necesitas saber...— Al escucharla los ojos de Kazutora se abrieron con sorpresa.
—Si vamos a estar unidos para ayudar a mi hijo, entonces necesitas saber un poco más a cerca de lo que pasó hace más de 12 años...—
—¿Eh?—
—Eso que no deja a mi hijo vivir con naturalidad, esa huella imborrable en su corazón...— La mujer parecía cada vez más sería con cada palabra que salía de su boca.
—¿Se refiere a...?— Kazutora elevó la mirada hasta encontrarse con los ojos de la mujer.
—Exactamente... A él... Keisuke Baji...—•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•
Me sentí inspirada y como agradecimiento por sus comentarios y buen recibimiento a la historia, decidí subir un capítulo más.
Espero lo hayan disfrutado y por favor esperen por el siguiente 💜
Ahhh mencionar a mi flaco hace que se me acelere y a la vez se me estruje el corazón 🤧.Gracias por leer y si conocen a más que te que le pueda gustar me harían un gran favor en recomendar el fic ✨.
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Bajo la sombra del fantasma de mi mejor amigo
Fiksi Penggemar"¿Algún día me mirarás a mi como lo mirabas a él? "¿Cuando yo falte... Lloraras por mí como sigues llorando cada noche por él?" "¿De verdad no tengo oportunidad contra el fantasma de mi mejor amigo?" Son las preguntas que inundan la cabeza de Kazuto...