Burbuja
—Dame un beso para la buena suerte. —me suplica mientras abraza mi cadera con sus fuertes abrazos. Sonrío eufórica. Deslizo mis manos por sus mejillas frías y rojas por el viento. Unos mechones de cabello rubio caen sobre su frente, le da un aspecto de Hércules de Disney. Lo acaricio con mis pulgares. Hago puntitas y le doy un beso en los labios cómo él me pidió. Siento sus labios estirarse al sentir mi beso. Lo dejo unos segundos después.
—¿Con uno bastará? —le pregunto pícaramente. Arquea una ceja.
—Quiero utilizar los demás como felicitaciones por mi victoria, aunque es una lástima que no puedas ir a verla. —me dice haciendo un reproche. Suspiro un poco frustrada.
Me encantaría ir, pero no me están yendo bien en los parciales, y realmente necesito estudiar. No quiero defraudar a nadie y tampoco quiero decepcionarme conmigo misma...
—Ey, Burbuja, era broma. Sé que necesitas estudiar. —me dice un poco apenado por su broma. Me abraza por la nuca de repente, atrayéndome a él. Mi rostro se encuentra aplastado entre sus pectorales. Huele a pibe fresco con un toque de lavanda, posiblemente un perfume de su madre, ya que está tarde la visitó. Le doy unas palmaditas en la espalda. —Me encantaría ayudarte...
—A mí también... pero necesito esforzarme por mi misma. —le sonrío un poco melancólica con mis palabras. Duele ver que no siempre los esfuerzos valen la pena. Veo un segundo la pantalla de mi móvil. —¡Mierda! Vas tarde. —digo alterada intentando compartir ese sentimiento, pero Boomer parece indiferente al respecto.
—Por mí me quedaría todo el día aquí contigo. —dice en un tono tan tierno como serio. Me enternece verlo. Me acerco y le doy varios besos en su rostro.
—Gracias por venir Boomer, me encanta que me visites y... podamos compartir nuevos momentos.
—A mi también Burbuja, realmente a mi también... —su voz confiada parece quebrarse por unos segundos. Vuelve a recomponer su compostura cuando se da cuenta de sus palabras. —¡¿Ves?! Me estás contagiando lo cursi. Me voy antes de que me convierta en los protagonistas de tus películas románticas.
—¡Ey! Ryan Reynolds es un encanto.
—Cómo sea, mientras que tus ojos solo me miren a mí... —dice un pelin celoso haciendo referencia al momento que no paraba de hablar del actor en la película La Propuesta. Casi me tuvo que callar besándome.
Lo despido, cuando se acerca a la puerta, con un beso en los labios. Me corresponde on energía y pasión.
¿Acaso puedo estar más enamorada de este hombre?
Boomer
Soy la mayor escoria del mundo. Voy a vivir en el infierno por la eternidad. Ya no sé qué es lo que estoy haciendo con ella. ¿Es mi amiga?, ¿mi novia falsa?, quizás ¿mi amiga con derecho?
Me siento muy culpable por jugar así con sus sentimientos. Cada gesto, abrazo y beso está lleno de cariño... y todo eso es para mí. Nunca nadie me ha querido tanto cómo esta chica, ni siquiera sé porqué. Es como si siempre me quisiera, desde que me conoce.
Salgo de los vestidores animando a mis compañeros. Hoy no juego el partido en realidad, y esa es la parte más deplorable. Invité a Sophie al partido en vez de a Burbuja. Realmente agradecí interiormente que no pudiese venir. Piper le comentó que había partido de mi equipo, me preguntó en su momento y me dio a entender que le encantaría venir pero debía ponerse al día con algunas materias. Sophie para ese entonces me había preguntando sobre mis partidos y si alguna vez la iba a invitar para ver uno de los míos.
Lo que podría evaluar mejor en esta situación es que en realidad no juego, lo que me va a permitir pasar más tiempo con ella. Al fin y al cabo es la chica que quiero...
—Hola bonito. —me saluda con un beso en la comisura de mis labios. Sus bucles colorados caen armónicamente por su rostro. Tiene las mejillas y nariz levemente rojas, seguro por el frío. En cierto modo me hace acordarme a Burbuja.
—Hola preciosa, ¿lista para vernos ganar? —le pregunto con seguridad.
—¿Vernos? ¿No era que hoy no jugarías? —arquea una ceja, cuestionando.
—Sigo siendo parte del equipo aunque no esté en el campo. —le tomo la mano sigilosamente. Las tiene congeladas. Chisto, preocupado. Atraigo sus manos y las pongo en mis bolsillos de la campera de plumón. Se sorprende por mi gesto. Me sonríe amablemente. Realmente es tan linda así. Me acaricia la mano lentamente, siento sus uñas rozar mi piel. Le sonrío y siento mariposas en el estómago. Tal vez es felicidad... no sé. Es la misma sensación de nervios. Se siente como si estuviera en un final. Quizás un final del amor.
—¿Nos sentamos? —me ofrece con una sonrisa encantadora. Asiento y ella intenta quitar sus manos de mi a bolsillos. La freno y las vuelvo a meter en mis bolsillos. Ella niega rotundamente y vuelve a sacar sus manos. —No podremos caminar así. —se me adelanta y camina entre las filas de butacas.
Las mariposas desaparecen, suben hacia mi corazón y me provocan pinchazos. Su rechazo es como una patada en el pecho. Sonrío. Intento hacerlo. Porque al fin y al cabo, aquí quería estar; con ella. Además tiene razón, no nos podríamos sentar de esa forma. Levanto la mirada y una cabellera rubia me llama la atención. Tal vez sea Burbuja. Me pongo nervioso... no debería estar aquí. Si nos ve, terminará todo. Me odiará completamente, ni siquiera querrá mirarme o hablarme. Sería doloroso. Cuando gira, puedo ver su rostro, y no. Por suerte es otra persona.
—¿Te sientas? —me pregunta Sophie confundida por mi actitud. Asiento rápidamente. Se encuentra a mi izquierda. Cuando me acomodo, me toma la mano. —Estoy emocionada. —me admite contenta. Se acomoda el cabello. —Estaba esperando que me invitaras a una cita. —me sonrojo levemente. Sí que es directa. —Ya te estabas tardando.
—¿Esto es una cita para ti? —le pregunto de repente e intrigado.
—Claro, sino no me pondría tan bonita. —sonríe orgullosa por su respuesta. Río. Me acerco a su oído y le susurro.
—No necesitas ponerte bonita si ya lo eres. —me mira seria unos minutos. Se sonroja más de lo normal. Me mira a los ojos y luego a los labios.
—Entonces, resaltar mi belleza. —murmura con su mirada penetrante en mí. Sonríe valiente.
—No creo que puedas resaltar más tu belleza.
—¿Oh? Eso me suena a un reto. —desvía su mirada hacia el campo de deporte.
—¡N-no! No lo decía con esa...
—Invítame a otra cita, y veremos qué tanto puedo llegar a resaltar mi belleza. —me interrumpe cuando estaba por disculparme. No quise que se sintiera, no sé ¿insultada? Pero aún mejor no fue así, y ¡me pidió otra cita! ¿Qué más podría pedir?
••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••
¡Hola!
I'm back :)
La historia de estos dos personajes me hace acordar a la nueva canción de Joji, obviamente recomiendo que la escuchen.
Gracias por leer y la espera.
ESTÁS LEYENDO
Siempre para ti [#STQAT 2]
FanfictionPasaron dos años desde el accidente y Burbuja «rehizo» su vida. Su objetivo; terminar la uni, graduarse y sacar a su familia de esa terrible situación. Pero nunca pensó que en una fiesta de fraternidad todo iba a cambiar, encontrándoselo a él. A e...