Still Rock And Love (CANCELADO)

Capítulo 6

Cuando el portero lo reconoció, lo saludó y le abrió el portón gustoso.
-Buenas tardes señorita, se le hace tarde ¿No?- Mirando la hora recalcando qué algo le iba a pasar por llegar a esas horas. -La están esperando, por favor diríjase hacía la cocina rápido, aquí están las llaves- Al darle las llaves, Sully se dirigió hacía la cocina en donde estaba su jefa justo para regañarlo.
-¿¡Dónde estabas!? Ahhhg, ¡No me lo puedo creer! ¡Comienza a trabajar ya! ¡Por algo te pago señorita Sully!- Enojada y estresada por tanto trabajo que tenía, continúa en la cocina diciéndole a Sully lo que tenía que hacer.
-Ve y lava rápido los platos, tenemos que estar preparadas para el almuerzo de las niñas. Después ayúdale a Margoth a preparar el puré de papas- El chico solo asintió con la cabeza y se dirigió al área de lavado.

Luego de terminar con sus tareas y de haber sido gritado un par de veces más por su compañera Margoth, terminó de limpiar la cocina, aún con un poco de dolor y cansancio pero sabía que tenía que continuar atendiendo a las estudiantes.
Sully tenía que vestirse como todas las demás mujeres de su alrededor para pasar desapercibido, nadie conocía su verdadera identidad ya que si lo hicieran lo expulsarían inmediatamente, necesitaba ganar dinero para mantenerse y el único trabajo en el que lo aceptaban era en dónde trabajaba su madre antes de que falleciera. Sus compañeras de trabajo lo miraban mal y lo mismo su jefa, no era un ambiente en el cual le gustaba estar aunque era un mejor lugar que su casa.

Al siguiente día, su padre, como siempre, gritaba desde la cocina anunciando que ya era de día. Tenía que irse a la universidad así que se bañó y se alistó rápidamente, agarró algo de la cocina para poder irse antes de que su padre se diera cuenta de su ausencia. Por fortuna, llegó un poco antes de que la campana sonará y se acomodó en el pupitre en el que se sentaba siempre, al final de la última fila con vista a la ventana, las clases de Trabajo social, aunque le parecían interesantes, se sentían lentas y no tenía la suficiente motivación para continuar, ayudar a otras personas mientras el estaba sufriendo le parecía hipócrita, así que sus notas estaban sobre el promedio. Menos mal, ahora tenía a alguien que se encontraba en su mismo campus, Max se había vuelto un buen amigo que lo acompañaba todos los almuerzos sin falta desde que se conocieron, aún se sentía algo intimidado con su presencia pero se estaba acostumbrando lentamente, se la pasaban hablando sobre música un gusto que desarrolló desde muy temprano debido a su madre, ella siempre le tocaba canciones con su guitarra cuando se iba a dormir y a pesar de que fueran bastante movidas, por el género de música que le gustaba a su madre, lo relajaba y le hacia sentir libre.
Su sueño era que algún día le enseñara a tocarla pero cuando ella se fue, abandonó la idea y más aún cuando una mañana despertó y vió a su padre destruir la guitarra de su mamá en su cara, nunca se lo perdonó, pero de seguro si Robert se enterara de que le gustaba la música lo castigaría, prohibiéndole la música y era lo que menos quería que ocurriera justamente por qué era la única forma de sentirse feliz, de verdad le apasionaba y no quería perderla al igual que a su madre.

Al finalizar la jornada, se dispuso a volver a casa como de costumbre. De repente, se le vino a la mente la tienda de instrumentos la cuál le había estado mencionando Max durante un tiempo sin parar, así que decidió desviarse de su camino y echar un vistazo a aquella tienda. Al llegar vió un letrero con letras neón que decía "Magic Music Magistery" resaltaba a la vista por lo que le llamó más la atención, parecía que no había casi nadie adentro, era tarde, entró y lo primero que vió fue a la señorita que atendía, ella lo saludo preguntándole con amabilidad que se le ofrecía, respondiéndole se dirigió hacía ella comentando sobre unas baquetas así que se fueron y pasaron por la sección de guitarras deteniéndose a  verlas por lo que sintió nostalgia, era lo primero que había antes de llegar a lo que le interesaba, las baterías y varios implementos como tambores, platillos, bombos y demás cosas. Ella le mostró varios tipos de baquetas y diseños pero el solo estaba perdido viendo aquella batería completamente nueva y con mucho estilo, ella se dió cuenta y decidió mostrarle con detalles esa batería que habían mandado a hacer hace unas semanas a pesar de que le faltaban algunos arreglos por lo que aún no la tenían en venta.
-¿Para cuando está lista?- dijo Sully con esperanzas de obtenerla, ella le respondió diciendo-Aun no sabemos, pero si quieres te la puedo dejar apartada.-
-¡Si! Digo... Haré el pago apenas pueda ejeje...- Gritó emocionado y luego de que le dieran un recibo salió corriendo a su hogar. La próxima semana tendría por fin su propia batería y estaba muy feliz, aún tenía que pensar en que lado la iba a dejar pero aún así estaba muy ilusionado por lo que vendría para el futuro.

Kyale~