. ·ʚĭɞ𝟭+𝟭=𝘆𝗼𝘂 𝗮𝗻𝗱 𝗺𝗲<𝟯 𓇗. | Minchan

. ·ʚĭɞ𝗰𝗿𝗶𝘀𝗮𝗻𝘁𝗲𝗺𝗼

Por fin era sábado, había estado esperando ese día por toda la semana, solo contaba las horas y los días para por fin salir de igual manera con Chris, no sabía cuál era aquella sorpresa de la que hablaba, estaba algo ansioso.

Pasé la mayor parte de la mañana tratando de verme bonito en caso de que fuese algo formal, de igual modo como si fuera informal. Jeongin entró a la habitación con esa cara burlona que tanto odiaba.

—¿Saldrás hoy?

—¿No crees que es algo un poco obvio?— respondió simple mientras terminaba de guardar la demás ropa.

—Claro, ese chico... Chris, te tiene más idiota de lo que realmente eres, ¿Verdad?

Inconscientemente sonreí un poco, ¿Era eso así? Tal vez, aunque no puedo sacarme de la cabeza el que me besó estando aún con Seungmin, ¿Sería así con los demás?

Negué con la cabeza mientras soltaba un suspiro ligeramente pesado, no empezaría a mentalizarme.

—Ya, pero Hyunjin te tiene peor.

—Es que su lunar, su risa, su sarcasmo, su dramatismo, simplemente él me tiene mal.

—¿Por qué no han dado ese paso?

—No lo sé, pero espero que sea pronto, si no, tendré que obligarlo a decirlo.

Reí sarcásticamente mientras revisaba mi celular, tenía un mensaje de Chris, al parecer estaría en cinco minutos.

—Min...

—Dime.

—Tú no me dejarás, ¿Cierto?

Su pregunta me dejó un tanto confundido, ¿A qué se refería exactamente con eso? Claro que no lo iba a dejar, al menos no hasta que hablara con Taeyong y Minju.

—¿De qué hablas?

—Bueno, es que, el hermano de Ryujin, se fue a vivir con sus amigos a Seúl, y bueno, los últimos días ha estado algo desganada.

Mierda.

—Calma, yo ya vivo con mi amigo, ¿Por qué habría de irme ahora?— traté de hacer el ambiente menos incómodo.

—Bueno, últimamente estás con Chris, y también tus hermanos han venido, supongo que con ellos estarías más cómodo...

Me acerqué con una pequeña sonrisa hacia Jeongin, no podría dejarlo un día solo porque ya me estaba haciendo pucheros sobre irme. Quizás mudarme no era tan buena idea.

—Innie, no me iré, al menos no por ahora.

—¿Lo prometes?— murmuró abrazándome, su voz resonaba en mi pecho.

Lo acerqué un poco más a mí, mientras dejaba en su espalda ligeras caricias, él también era como un lindo hermano para mí, no podría.— Lo prometo.