Amor

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Observó como aquel humano regresó a ese mismo muelle a esperar al príncipe heredero, observó cómo una vez más se levantaba limpiando su rostro y contemplando el mar, se tambaleo y cayó. Esperó a que aquel detestable humano saliera a flote pero no pasaba, tal vez sea lo mejor, pensó, pero una incomodidad se instaló en su pecho, y nadó rápido hacia el cuerpo inconsciente de aquel incompetente humano que no servía ni para mantenerse vivo .

—Escúchame, pequeño, él se ha ido, tiene que irse— habiéndolo sacado del agua y recostándolo sobre la fría arena de la playa, después de que el pequeño humano recobrara la conciencia, Taehyung supo que ver sus ojos lo condenaron a compadecerlo y al dolor de esos dos amantes.

—Escúchame, pequeño, él se ha ido, tiene que irse— habiéndolo sacado del agua y recostándolo sobre la fría arena de la playa, después de que el pequeño humano recobrara la conciencia, Taehyung supo que ver sus ojos lo condenaron a compadecerlo y a...

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YoonGi no podía creer lo que veía; sobre su hombro derecho cargaba su mochila, en su mano izquierda llevaba la linterna y entre su brazo la manta térmica que siempre llevaba consigo, apagó la lámpara cuando llegó hasta la parte plana del acantilado. Contemplando el pequeño espacio mágico.

Una casa de campaña que estaba irregularmente instalada con algunas mantas dentro, frente a la casa de campaña había una manta vieja con platos tallados en coral sobre ella, unos vasos de madera llenos de lo que creía era vino, unas flores en el centro de la mesa y en el suelo, rodeando la casa de campaña y el pequeño comedor, muchas extensiones de luces navideñas, demasiadas de ellas, era como las imágenes super editadas del universo, millones de estrellas bajo sus pies. Y en el centro Jin, viéndolo, esperándolo.

—Hice esto para ti— su corazón latía escandaloso dentro de él, sus pies fueron forzados a no correr y lanzarse sobre ese hombre desconocido que sentía parte de él. ¿era normal enamorarse tan rápido? ¿si quiera el amor a primera vista era tan instantáneo?

—Gracias— respondió, conteniendo su emoción, se sentía como un niño pequeño en navidad.

—¿Te gusta? — YoonGi sintió el impulso de abofetearlo por dudarlo, es que pareciera que Seokjin hubiera leído su mente y creado el escenario perfecto, de esas novelas super cursis y románticas que te asquean de tanta miel. Tanto dulce dentro de su interior se sentía refrescante y ni siquiera sabía que estaba sediento

—Quiero llorar—dijo, esto era para él, ya no estaba vacío y solo.

—No te gusta—la mirada usualmente transparente de Seokjin, estaba más oscura, más turbia, pero aunque YoonGi no viera sus ojos demostrativos, veía sus gestos evidentes, él estaba nervioso y YoonGi lo disfrutó tanto, siempre era él quien se moría de nervios por mostrarse tan necesitado de él, pero Seokjin estaba nervioso, y el motivo era él.

—Nadie había hecho algo tan bonito por mi— confesó y había una pequeña sensación de mentira dentro de él, pero de nuevo el no recordaba si esto había sucedido antes.

—No puedo darte las estrellas del cielo— Seokjin quiso agregar "No otra vez" —pero puedo darte una del mar— SeokJin abrió su mano y una pequeña estrella de mar vieja y pequeña estaba atada a un hijo de paja. SeokJin rodeo el cuello pálido de YoonGi con el hilo; sus dedos rosaron el cuello pálido del más bajo, y se retiró al sentir esa corriente tan familiar al rozarse, era adictivo tener la piel de YoonGi contra él. Lo hacia sentir poderoso más que una corona sobre su cabeza, más que un cetro en su puño; acomodó sobre su pecho la estrella de mar

Una hora antes del albaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora