Spoiler: Tengen es una criatura de otro mundo que se enamora perdidamente de Zenitsu.
Advertencias:
💎 Universo alterno.
⚡ Angst.
💎 One-Short.
⚡ Ooc.
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No sé cuándo nací ni en dónde. Tampoco quién me trajo al mundo ni quién soy... eso, ¿Quién soy yo?
𖧷
Al despertar, el ser se levantó hasta quedar sentado en el pastoso y sucio piso. Hojas y yerba estaban impregnadas en todo el cuerpo del tipo. Sus ojos eran de un color granate muy fuerte con una penetrante mirada que haría estremecer a cualquiera. Su vestimenta era nula y sus largos cabellos color blanco delataban que era albino. Podría parecer un humano del montón, si no fuera por esas escamas en los brazos y una curiosa marca en el ojo izquierdo.
Achicó los ojos para ver mejor al rededor ya que la luz del sol lo incomodaba. Al observar con más enfoque, pudo notar que estaba rodeado de árboles, arbustos y tierra. Finalmente se levantó y limpió la suciedad que tenía por todo el cuerpo.
Luego de caminar y explorar su entorno, oyó un ruido que rápidamente lo alertó. Las pupilas de sus ojos se encogieron y las escamas que antes tenía cerradas, se abrieron aterradoramente por todos sus brazos sirviendole de escudo, al igual que crecieron colmillos a cada lado de sus dientes. Listo para atacar en cualquier momento.
Un balde lleno de agua calló de las pequeñas y frágiles manos de un pequeño niño. La cara que éste portaba le hacía ver a la criatura que lo había espantado hasta llegar al hecho de oír como el corazón del infante bombeaba mucho más rápido. El ser no lo entendía, ¿Acaso una cosa tan diminuta que apenas podía con el peso de un balde lo atacaría? Ni pensarlo, sería una tontería ya que el chiquillo acabaría muerto instantáneamente.
Mientras analizaba la situación, el rubio se alejaba lentamente con intención de huir, cosa que el monstruo notó luego de unos segundos. Al darse cuenta de eso, el niño no pudo aguantar por más tiempo el inminente llanto que soltó al haber sido aterrorizado. El más alto se alertó. ¿Que debía hacer en esa situación? Pensó. Si dejaba que el humano siguiera llorando, alertaría a demás amenazas e irían por él. Pero, por alguna razón, lo que más le importaba en ese momento era calmar el sufrimiento del niño.
Lentamente se acercó al pequeño, pero por obvias razones, él se alejó. Así que sin otra alternativa, retiró de su cuerpo todo lo que asustó al pequeño y pareció haber funcionado, ya que el rubio paró su llanto al notar que la criatura ya no daba tanto miedo. Después, el de ojos avellana limpió sus lágrimas.
- ¿Ves? No te haré nada - Dijo el tipo y aún un inseguro niño no se atrevía a acercarse.
El albino vió el balde que anteriormente el humano había dejado caer, así que lo recogió y trato de dárselo, pero otra vez el niño retrocedió.
