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Capítulo２０

Después de un rato, la chica de cabello rosa comenzó a abrir sus ojos, todo le daba vueltas y está un poco desorientada.

—¡Tranquila!

—¿Quién es usted?

—Hola me presento soy Senju Tsunade y seré tu maestra, al fin se me hizo conocer a mi nueva discípula, ya que no te conocía ni por una foto y supongo que debes de tener bastante potencial y determinación para que el patriarca del Clan Uchiha te recomendara, además de contar con el apoyo de Minato... De una vez te digo que este entrenamiento será complicado y tienes que dar mucho más, así que espero que no defraudes a nadie— dijo de manera intimidante.

—No tendría motivos para fallar, ¿Dónde está el anbu? ¿Por qué ma siento desorientada? ¿Sucedió algo?

—El anbu ya se fue, su misión era escoltarte hasta aquí, te trajo sana y salva, te golpeaste la cabeza por eso estás desorientada.

—No le pude agradecer, espero algún día poder hacerlo.

—Esa era su misión, ahora debes de levantarte para que puedas comer algo —la rubia salió de la habitación, pensando en lo que le había contado cuervo y que era lo mejor así, no tenía que recordar nada de eso, cuervo pensó en el bienestar de ella.

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Aldea de la hoja.

—¿Qué tal estuvo tu primer día  de castigo Otōto?
—preguntó con cierta burla el mayor.

—Bastante bien, nada más me tuve que levantar temprano para que Kakashi llegará cuatro horas después y solo tenía buscar algunos gatos y meterme a lugares desagradables.

—Ya hiciste misiones de ese tipo, no creo que sea tan complicado para ti —mencionó Itachi con sarcasmo.

—No le veo lo gracioso, Nii-san.

—¿Acaso me estoy burlando?

Sasuke lo fulminó con la mirada, no tenía ganas de discutir con su hermano, lo único que quería era dormir porque el día siguiente sería la misma rutina.

Naruto se encontraba acostado en su cama mirando el techo, recordando cada misión que había tenido con el equipo siete, en sus manos tenía la foto de ese equipo que ahora ya no existía, «si tan solo te hubiera apoyando más Sakura-chan, si tan solo hubiera visto las malditas intenciones del Teme, nada de esto hubiera sucedido, ahorita estarías aquí en la aldea, podríamos ir a comer ramen u otra cosa, pero ahora no sé dónde estás y lo único que se en estos momentos es que nos veremos dentro de cuatro años» pensaba el rubio mientras algunas lágrimas rebeldes salían de sus ojos.

Entro la mamá del rubio, observaba a su hijo, pero sabía que tenía que irse por el bien de todos, para crecer como un excelente shinobi y para luchar por su sueño, ser como su papá.

—¡Naruto!

El rubio se limpio rápidamente las lágrimas.

—¿Qué sucede mamá?

—Llorar no es malo, es una forma de demostrar como nos sentimos, y se que no la estas pasando bien por la situación, pero recuerda que cuando regreses tu amiga estará aquí y podrás abrazarla y apoyarla —se acercó al ojiazul y lo abrazo, el no aguanto mucho y comenzó a llorar.