LEARNING SEDUCTION | todoroki shoto [+18]

16 | capítulo dieciséis

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Capítulo 16
¿Cita real?
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La sensación de algo cálido atrás de mi espalda fue lo primero que había notado una vez desperté gracias a la luz del día. Froté mis ojos y bostecé sintiéndome algo dormida aún. Aunque pronto me despabilé cuando la imagen de todo lo que habíamos hecho con Todoroki en la madrugada apareció en mi mente.

Entonces una sensación extraña pero agradable subió por mi estómago. Lo habíamos hecho. Habíamos dejado toda limitación atrás y nos dejamos llevar por la atracción. Porque la idea de la cita nos lo había permitido. Sonreí sintiéndome agradecida mentalmente con Mina por haberme obligado a ir a otra cita del foro.

Aunque pronto se borró mi sonrisa mientras una inseguridad me recorría. Recordé con exactitud lo que Todoroki había dicho con tal de hacerme la propuesta:

"—Si nos atraemos mutuamente, ¿por qué no lo intentamos por hoy?"

Por hoy.

¿Iba a ser algo ocasional sin más? ¿Era sólo un por hoy realmente?

Suspiré rendida tratando de no sobrepensarlo más, así que simplemente me concentré en la sensación cálida atrás mía. De esa forma me di cuenta que había un detalle que no había notado; y es que ambos estábamos desnudos. Bueno, era entendible en realidad. Ambos caímos rendidos tan pronto terminamos.

—¿Estás despierta? —su voz masculina y enronquecida por lo temprano de la mañana me hizo sobresaltar en mi lugar.

—Sí —le contesté al mismo tiempo que me daba la vuelta para encontrármelo cara a cara. Su cara estaba somnolienta pero de todos modos se veía muy atractivo recién levantado; con algunos de sus músculos a la vista, con sus mechones de cabello desordenados y con sus ojos levemente entrecerrados. Pronto conectamos miradas por unos cuantos segundos sin saber qué decir. Decidí romper el silencio con lo primero que se me vino a la cabeza—. Tenemos que volver a la academia, en unas horas tenemos clases.

—Sí —dijo para luego bostezar, lo que me hizo sonreír levemente. Coloca una vez más su mirada en mí, aunque de manera más fija, como si estuviese dudando de algo—. ¿Tú... Estás bien con lo que hicimos? ¿Te arrepientes?

A pesar de su inexpresividad, se podía diferenciar una leve pizca de preocupación tanto en su expresión facial como en su voz. Sonreí de manera tranquilizadora en respuesta.

—¿Parezco arrepentida? —pregunté con gracia tratando de hacerlo obvio, sin embargo me arrepentí al notar la expresión confundida de él—. No estoy arrepentida. Para nada.