LEARNING SEDUCTION | todoroki shoto [+18]

18 | capítulo dieciocho

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Capítulo 18
Experimentación
Parte 1
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El ruido de las gotas de agua caer se hicieron prominentes en el baño. Tragué saliva mientras me desvestía en busca de dejar mi cuerpo desnudo. Todoroki ya se había adentrado a la ducha cuando yo había entrado al baño. Él no se había resistido demasiado ante mi idea, después de todo nuestra cita continuaba. Intimidad. Duchas juntos. Esto en realidad era algo que se acercaba al hecho de tener una relación.

A la idea de estar juntos como algo más.

¿Cómo se sentiría?

—Entraré —una vez desnuda, mi piel se erizó con el cambio de temperaturas. Sin embargo ignoré esto y finalmente abrí un lado de la cortina y me adentré a la ducha.

Entonces me choco con la repentina mirada de Todoroki que no tarda en inspeccionar mi cuerpo, haciéndome sentir inhibida. Yo tampoco me quedo atrás; pronto observo en silencio su musculoso cuerpo desnudo, delineando con mi vista su abdomen hasta llegar a su zona baja. Aunque prefiero concentrarme en lo atractivo que se veía con los cabellos mojados y desordenados.

Y con su expresión aún fija en mí, atrapándome con su penetrante mirada.

—¿Quieres mojarte? —rompe el silencio y entonces se hace a un lado, dejándome espacio abajo de donde el agua caía en cascada.

—Sí —lentamente me acerco allí, sintiendo mi cuerpo extrañamente flácido. Probablemente sea por los nervios y por la mirada fija de aquel chico en mí, notando cada uno de mis movimientos.

Entonces el agua tibia empieza a caer por todo mi cabello, humedeciéndolo, y por el resto de mi cuerpo. Cierro los ojos disfrutando de la sensación recorrerme. Los chorros de agua caliente trazan toda zona y me humedecen por completo, tranquilizándome y quitándome un suspiro de relajación.

Pocos segundos después abro los ojos con lentitud, ya alejándome un poco del chorro de agua. Entonces me tenso al notar la repentina mirada de Todoroki en mis pechos y pezones erectos. Lo veo tragar saliva y así hacerse un pesado silencio entre ambos. No puedo evitar sentir mi corazón palpitar tal que ensordecen mis oídos.

Amaba la sensación de su mirada en mí.

Era adictivo.

—Tienes razón —rompe el silencio y quita la mirada de aquella zona para así conectarla conmigo una vez más. Su expresión se mantiene seria—. Ducharnos juntos aumenta la intimidad.

Sonrío levemente, aún sintiendo unas pequeñas corrientes eléctricas en mi cuerpo debido a su anterior —nada disimulada— mirada.

—Lo sé... —pronto observo cómo él repentinamente se da la vuelta y se acomoda bajo el chorro, haciendo que yo le deje espacio. Me deja su ancha y masculina espalda a la vista mientras noto cómo enjuaga su cabello con sus manos, de modo que sus bíceps se tensaban en el movimiento. Siento entonces que mi cuerpo hormiguea un poco, intuyendo lo complicado de autocontrolarse. Lo complicado de desearle y haberlo estado aguantando tanto—. Hay algo que puede referirse a una cita y aún no lo hemos hecho.