Alma celestial

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Capítulo 2: Se acerca un Behemoth

Una voz aguda atravesó la cálida atmósfera del claro. "¿Por qué eres todo amigo-amigo ahora? No habríamos tenido que pasar por todo esto si el hermano mayor marcial Feng no se hubiera entretenido tanto".

Sin embargo, no culpó a Jing Shui, ya que era de conocimiento común que alguien que manejaba el elemento agua no podía usarlo a menos que estuviera parado cerca de una fuente de agua, y la cascada cercana claramente no estaba dentro del alcance.

Al escuchar la voz que sonaba desagradable, todos miraron a la persona que había arruinado la atmósfera con diversas expresiones, la mayoría de ellas hostiles.

Jing Shui también miró al joven, disgustado. Este discípulo era de la misma secta que Jing Shui, la Secta del Sol Dorado. Él hablando groseramente de esa manera se reflejaría mal en su secta.

A pesar de que la mente de Qinghe funcionaba de manera extraña y manipulaba libremente a todos con su actuación, Jing Shui había llegado a creer que no era una mala persona.

Anteriormente, Qinghe finalmente le había mostrado un atisbo de su verdadera naturaleza sin intentar ocultarlo. ¿No significaba que ahora confiaba en él? Era mucho mejor que ver esa misma sonrisa suave en su rostro.

Jing Shui advirtió: "Hermano marcial menor Wen, ¿cuál es el significado de que digas eso? ¿Crees que el hermano Feng está aquí como tu sirviente? ¿Debería seguirte cada momento que estés despierto para asegurarse de que no estés en lo más mínimo descontento? Deja de culparlo por tus errores. A pesar de que generosamente te dio la oportunidad de arreglar tu error al salir de la situación peligrosa sin ayuda, todavía fallaste en sus expectativas. Cuando las cosas se pusieron feas, incluso intervino desinteresadamente para ayudarte. ¿Y así es como le agradeces? ¿Preguntando por qué no estuvo allí antes?

Todos miraron a Jing Shui con incredulidad, incluso Qinghe. Durante el último mes que habían pasado juntos en este reino oculto, lo habían visto claramente desdeñando abiertamente a Feng Qinghe. ¿De dónde vino esta ferviente defensa en nombre de Qinghe?

Qinghe fue el más sorprendido de todos. Después de todo, le había mostrado abiertamente su lado tortuoso y manipulador a Jing Shui para ponerlo a prueba. Pero no había esperado tal resultado tan rápido.

Además, lo que dijo este hermano menor Wen no era falso: Qinghe realmente había prolongado el rescate. Pero Jing Shui le había dado la vuelta de manera experta, dándoles una oportunidad a los culpables. No solo justificó sus acciones, sino que también reforzó la buena reputación de Qinghe.

¿Por qué iba tan lejos?

Qinghe no sabía que, a los ojos de Jing Shui, en el momento en que mostró cierta confianza, ya se había convertido en un amigo. Dejando a un lado la extraña personalidad de Qinghe, nunca había dejado que ni un rasguño le sucediera a sus hermanos y hermanas marciales menores. No había ninguna razón para no confiar en él.

Al ver los pensamientos de Jing Shui reflejados en su mirada, Qinghe finalmente entendió.

Parecía que sin darse cuenta había ganado un amigo.

Bueno, supuso que solo podía aceptarlo. En cuanto a la identidad secreta de Jing Shui... Ya que había decidido aceptar su amistad, tarde o temprano tendría que lidiar con eso.

Suspirando ante ese pensamiento, Qinghe se volvió hacia el hermano menor Wen, quien comenzó todo esto. El hermano menor Wen miraba hacia abajo con ojos llorosos, angustiado porque su ídolo lo había regañado tan duramente frente a todos. Al darse cuenta de su mirada, el hermano menor miró a Qinghe y lo miró con fiereza como si dijera que todo era culpa suya.