Alma celestial

Extra 3: A Gentle Black [Parte 2 - Presente]

Extra 3: A Gentle Black [Parte 2 - Presente]

Advertencia: super largo extra por delante. Terminó siendo más largo que cinco capítulos combinados, solo un aviso. Los dedos de este autor lloran de miseria...

Cuando Xie Xingye abrió los ojos, todo lo que vio fue un blanco cegador. La brillante luz de la tarde inundaba la habitación a través de la gran ventana abierta. Xie Xingye entrecerró los ojos mientras se levantaba lentamente hasta quedar sentado.

Los agitados recuerdos de los últimos días se filtraron lentamente en su mente.

Después de que terminó siendo sellado en el Castillo de los Ecos y perdió el conocimiento, la próxima vez que abrió los ojos, ya habían pasado más de tres años, y ahora estaba en una celda de prisión bien amueblada con Zheng Xuan haciéndole compañía. . Fue entonces cuando Zheng Xuan le contó la elección que había hecho en el último momento para ponerse del lado del hijo de Chunyi y su amante, que resultó ser el hijo de la ex reina de Zheng Xuan.

Aunque Xie Xingye se sintió confundido al principio acerca de por qué su amada cambiaría de bando tan abruptamente, pronto entendió después de que Zheng Xuan le explicó todo.

En su loca búsqueda por devorar el mundo, irrumpir en el Cielo y encontrarse con Chunyi, Xie Xingye no había considerado las consecuencias. Incluso si lograba volver a encontrarse con su hermana, el Cielo lo habría castigado brutalmente por lo que había hecho. E incluso si Zheng Xuan hubiera tratado de disuadirlo, ambos sabían que Xie Xingye, con su enfoque único en ese momento, no lo habría escuchado. No habría sido capaz de ver más allá de finalmente encontrarse de nuevo con su hermana.

Y así, Zheng Xuan sopesó las diversas opciones disponibles y trató de elegir la mejor para su amante, sabiendo perfectamente que Xie Xingye podría enfurecerse con él por ello. Pero comprendiendo la razón detrás de la elección de Zheng Xuan y sabiendo que existía la posibilidad de que aún pudiera ver a su hermana a pesar de haber perdido en esa batalla final, Xie Xingye no se sintió tan enojado o insatisfecho en absoluto. Después de todo, creía firmemente que su amante solo tenía en mente sus mejores intereses.

Zheng Xuan se sorprendió primero por la tranquila aceptación del asunto por parte de su amada, luego su corazón se calentó al comprender cuánta confianza Xie Xingye ya había depositado en él.

Una vez que eso estuvo fuera del camino, Xie Xingye simplemente se acurrucó en el cuerpo duro y musculoso de su amante, consolándose con su presencia constante mientras su caso continuaba siendo procesado por las Oficinas de Juicio. Y con la Deidad del Juicio Feng Huixin personalmente supervisando su condición, excepto por la falta de libertad de Xie Xingye, fueron tratados muy bien. Y aunque no necesitaba hacerlo, Zheng Xuan también eligió acompañar a su amada en la celda de la prisión.

A lo largo del proceso, Xie Xingye cooperó abiertamente, sorprendiendo a Feng Huixin. Pero el razonamiento de Xie Xingye era simple: cuanto antes terminara de someterse a la prueba y su castigo, antes sería liberado y antes podría encontrarse con su Chunyi. Y esta vez, trataría de controlar su entusiasmo y hablaría con ella de todo con una mente racional.

Pero el destino tenía planes diferentes para este par de hermanos.

Unos días después de despertarse, Xie Xingye fue juzgado en la misma corte celestial. Por lo general, los juicios de este tipo tenían lugar en la sala del tribunal de las Oficinas del Juicio presididos por la Deidad del Juicio o uno de sus subordinados calificados. Pero dado que el propio Feng Huixin eligió representar el caso de Xie Xingye, el único con suficiente autoridad para presidirlo ahora era el Emperador Celestial. Y así, el juicio tuvo lugar en la corte celestial, frente a los cortesanos del Cielo, el Emperador Celestial y el Trono.