Alma celestial

Extra 1: Andanzas borrachas

Extra 1: Andanzas borrachas 

La noche era tranquila y fresca, con la luna creciente en forma de sonrisa brillando con un blanco suave en la oscuridad aterciopelada del cielo nocturno.

Ya había pasado alrededor de un año desde que Qinghe se despertó de la piscina de curación, y cada uno de sus días estuvo lleno de dicha.

―Excepto por esos momentos ocasionales en los que tuvo que permanecer separado de su amante.

Durante los últimos días, Wei Xiang se había quedado en el reino de los mortales para ocuparse de algunos asuntos urgentes de la Orden de los Centinelas, dejando a Qinghe revolcándose sombríamente en la ausencia de su amada, incluso mientras ayudaba a sus padres con su trabajo.

Esta noche, Qinghe finalmente logró obtener algunas jarras de vino muy fuerte y de olor dulce de su madre y decidió beber para olvidar sus penas. Tal vez si se emborrachaba lo suficiente, se olvidaría de sentirse solo por un tiempo.

Pero incluso después de terminar algunos frascos, cuando Qinghe se acostó a dormir en un estado de embriaguez, la frialdad vacía a su lado todavía era muy evidente. El lado vacío de la cama parecía estar burlándose de él con la falta de cierta persona con la que le gustaba acurrucarse todas las noches.

Qinghe parpadeó con tristeza. Todavía extrañaba mucho a su Xiang...

¿Por qué su amada tuvo que dejarlo tantos días?

Su melancolía de repente se convirtió en descontento, Qinghe infló sus mejillas que estaban enrojecidas debido a su embriaguez.

¡No le gustó esto! ¡Quería frotar su cara contra el cabello de Xiang y acurrucarse en el cálido abrazo de Xiang! ¡Y si su Xiang no estaba aquí, entonces tendría que ir a buscarlo!

Y así, Qinghe se puso desordenadamente una túnica exterior y se ató el cinturón, sin recordar sujetarse el cabello antes de ponerse las botas. Luego, después de recoger la última jarra de vino sin abrir que quedaba y abrazarla contra su pecho, Qinghe saltó con determinación por la ventana de su habitación y caminó tambaleante hacia la matriz de transporte de la residencia Feng, la luna creciente arriba lo acompañaba en silencio.

Después de llegar a la plataforma con la matriz de transporte, Qinghe se agachó y con impaciencia golpeó su mano contra la formación y exigió borracho: "¡Llévame a Xiang! ¡Rápido rápido!"

Mientras dejaba que su energía espiritual fluyera erráticamente hacia la plataforma, la matriz brilló con un brillo plateado como si sus líneas estuvieran hechas de luz de luna condensada. Con un destello, inmediatamente transportó a Qinghe al mundo de los mortales.

Pero a medida que las líneas de la matriz se atenuaron, se reveló que el lugar donde Qinghe había estado golpeando la plataforma de piedra tenía finas grietas que se extendían desde allí. Parecía que Qinghe no había recordado contener su fuerza y ​​terminó dañando la formación en su lugar. Pero las grietas se curaron rápidamente a un ritmo visible y la piedra se volvió suave y sin daños una vez más.

Sin embargo, dado que la formación de transporte aún no se había curado cuando Qinghe la usó, el destino al que lo envió podría no ser el lugar en el que esperaba terminar.

......

Mientras tanto, en el Patio de Obsidiana en el Santuario de las Nueve Gemas de la facción demoníaca, Hei NingYu cerró suavemente la puerta de su habitación y la de Chen Xiande detrás de él antes de volverse hacia el Anciano que se había atrevido a interrumpirlo en medio de la noche.

"Élder Duan, más vale que esto sea muy importante".

Al ver la sonrisa juguetona y los ojos oscuros de su líder de secta, el élder Duan tragó saliva con nerviosismo y habló en un susurro frenético: "Líder de secta Hei, esto es realmente muy importante. ¡Un espíritu encantador está tratando de atrapar a las víctimas usando su canción y su apariencia hechizante en nuestro bosque!"