Alma celestial

Extra 13: Por un mundo más seguro

Extra 13: Por un mundo más seguro

El cielo estaba gris, encapotado con bocanadas de espesas nubes cargadas de lluvia. Aunque todavía no había empezado a llover, el aire todavía se sentía húmedo y frío. Pero en lugar de parecer sombrío u opresivo, el clima hizo que Chen Xiande se sintiera extrañamente cómodo.

Como un portador de la tierra que pensaba que el interior con sus cuatro paredes o lugares que eran pequeños y estrechos eran los más relajantes, sentarse aquí bajo el cielo cubierto con una capa de nubes ondulantes hizo que Chan Xiande se sintiera extrañamente a gusto. A diferencia del cielo abierto lleno de luz brillante que lo hizo sentir extrañamente vulnerable, este cielo nublado le dio la sensación de estar escondido a salvo bajo una gruesa manta de lana.

Chen Xiande estaba actualmente sentado en el pequeño porche trasero detrás de la habitación que Hei NingYu usaba como oficina. Estaba apoyado contra la pared, con las piernas estiradas bajo el alero mientras tres grandes lobos descansaban cómodamente sobre él. El lobo de la izquierda era de un color marrón cálido, acurrucado bajo el brazo izquierdo de Chen Xiande con ojos caídos. El de la derecha era de color arena y se veía especialmente peludo, su cabeza descansaba sobre el hombro derecho de Chen Xiande mientras su cola esponjosa se movía alegremente. El último era de color gris plateado, sus piernas descansaban en el suelo entre las rodillas de Chen Xiande mientras el resto de su cuerpo descansaba sobre su frente. La cabeza del lobo gris estaba metida debajo de la barbilla de Chen Xiande, y una lengua de color rosa pálido ocasionalmente se extendía desde su boca con colmillos afilados para lamerle el cuello con cariño.

Chen Xiande pasó sus manos por el pelaje bien cuidado de los lobos, rascándolos ocasionalmente detrás de las orejas, debajo de la barbilla o en el vientre según sus silenciosas indicaciones. Cubiertos bajo sus cálidos cuerpos mientras se acurrucaban felizmente junto a él, combinado con el clima tranquilo y nublado del exterior, Chen Xiande se sentía contento y cómodo. Desde el interior de la habitación, podía escuchar los sonidos apagados de los papeles que crujían mientras Hei NingYu trabajaba en silencio. Tal vez después de que su amante terminara, él también se uniría a él debajo de este montón de cálido pelaje, y luego podrían abrazarse mientras estaban cubiertos de lobos y dormitar juntos...

Cuando los movimientos de las manos de Chen Xiande sobre su piel se hicieron más lentos, uno de los lobos gimió suavemente y le dio un codazo con su nariz mojada, exigiendo su atención de una manera mimada. Dando una carcajada, Chen Xiande reanudó acariciando su suave pelaje mientras murmuraba suavemente: "Sí, sí, lo sé. Continuaré hasta que estés satisfecho".

Dejando escapar un húmedo suspiro, el lobo se acomodó satisfecho de nuevo.

Mientras mantenía sus manos moviéndose en movimientos rítmicos, la mente de Chen Xiande vagó a la primera vez que conoció a estos lobos. Había sido un día soleado y recientemente había comenzado a acostumbrarse a visitar a Hei NingYu en el Santuario de las Nueve Gemas. Pero como Hei NingYu había terminado atrapado en una reunión muy larga con los Ancianos de la facción demoníaca, no había podido pasar mucho tiempo con su amante ese día.

Sintiéndose perdido y sombrío en este lugar parcialmente familiar con personas que no conocía, Chen Xiande decidió dar un paseo por el bosque alrededor del Santuario. Después de ver cómo esos dos discípulos de la facción demoníaca, el joven sádico y animado llamado Xiao Fu junto con el serio y musculoso hermano Tian, ​​habían tratado de atormentar a Chen Xiande, solo para terminar siendo castigados por Hei NingYu más tarde, el otro Todos los discípulos se mantuvieron a una distancia respetuosa de Chen Xiande. Incluso si se encontrara con otro discípulo patrullando ahora, solo se inclinarían ante Chen Xiande y lo dejarían hacer lo que quisiera para evitar enojar a Hei NingYu.