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—¡Vaya que el mundo es pequeño! —exclamó divertido dejándose caer en el sofá del ojiazul arrojando sus cosas sobre la mesa —Quién diría que Mikey es mi cuñado, cuando te vi en la cena debí suponerlo.
Una mano tapó su cara estrujandola un poco, sintiendo una vena palpitar en su frente —Cierra la boca Kazutora —estaba furioso, no por el hecho de que su medio hermano haya recurrido a él, sino que perfectamente pudo haberle dicho algo sobre él alfa rubio, pero conociéndolo de seguro quizo ser un mero expectador de hasta donde llegaban las cosas —. Todavía no es tu cuñado
—Pero un "no todavía" no significa que no sucederá en el futuro, ¿verdad? —dijo en cuanto apartó la mano de su hermano —Y a él le gustó que me refiriera a él como cuñado.
Después de ese romántico momento juntos comenzaron a caminar un poco más, el alfa entrecerro sus ojos para enfocar bien a ese hombre que estaba de pie a espaldas de ellos y cuando este se giro no quiso nada más que golpearlo por no haberle dicho que era familiar al menos político de Takemichi.
—Ho- Kazurota trago sus palabras al ver a su líder de pie junto al omega de ojos azules, ambos no tenían una buena expresión en sus rostros —. Bonita noche para ambos, ¿por qué esas caras? —fingió demencia, no esperando que del muchacho del que tanto se hablara dentro de la organización fuera su hermanastro.
—Hola Tora —saludo Takemichi aún no enterado de la situación, señalando al alfa rubio a su lado —. Te presento a Mikey.
El alfa de ojos dorado sonrió divertido acercándose un poco más al par —Es realmente un gusto —extendió su mano para que Mikey la estrechara, lo cual hizo con una fuerza arrolladora devolviéndole la sonrisa enfurecido.
—El gusto es mío, Hanemiya.
Hanagaki parpadeó confundido, aún no había dicho el nombre completo de su hermano —¿Cómo sabes su nombre?
Mikey suavizó su expresión soltando la mano de Kazutora para dirigirse únicamente al ojiazul —Este tonto es mi amigo desde hace muchos años y trabaja para mí —explicó creando un silencio sepulcral en los tres. El aludido agrando sus ojos que destellaron por el enojo —. Durante la cena, ¿por qué fingiste no conocer a Takemicchi? —cuestionó con dureza.
Se encogió de hombros mientras cruzaba sus brazos —Sólo quería hacerlo —explicó —, aún así me alegra que seas mi cuñado.
—... ¿Cuñado? —todo el enojo de Mikey pareció esfumarse con esa palabra, le pareció maravilloso ser llamado así quedándose por completo en las nubes.
