¹𝖱𝖤𝖢𝖫𝖴𝖳𝖠 𝖠𝟤𝟤: 𝖫𝖠 𝖱𝖤𝖡𝖤𝖫𝖣𝖤 || 𝗠𝝠𝗭𝗘 𝗥𝗨𝗡𝗡𝗘𝗥

28

Omnisciente

El área no era la misma, Gala llevaba cuatro días inconsciente, pasando por la transformación y gritando desgarradoramente, haciendo sentir mal a los chicos que la querían.

Su mejor amigo, el chico de ojos rasgados regresaba del laberinto con Thomas, después de salir de la sala de mapas, entraba a la enfermería y hablaba con la Gala inconsiente, no quería dejarla sola, era su amiga.

También estaba el chico rubio, su casi hermano. El la visitaba, la miraba sufrir y las ganas de intentar suicidarse por segunda vez lo atacaron por un segundo.

El moreno, Alby, sentía que tenía la culpa de lo que su amiga estaba pasando.

Chuck estaba triste, no hablaba con nadie, mucho menos com Thomas.

Pero Gally, Gally estaba peor que nadie. El amor de su vida estaba sufriendo y el no podía hacer nada para ayudarla.

Todos los chicos del área coincidian en algo, lo que le estaba pasando a Gala era culpa de Teresa, y eso todos lo sabían.

(...)

Todos los chicos, bueno, los que quedaban vivos, se encontraban en la finca, ya eran cinco días seguidos que los penitentes iban a atacar, cinco días en los que por alguna razón no dejaba de llover, lo único que podían hacer era esconder a una agonizante Gala en el cuarto oscuro, mientras ellos seguían el mismo plan del día del primer ataque. Pero sus planes habían sido truncados por culpa de una chica de cabello azabache y ojos azules.

-Faltan veinte minutos para que los penitentes salgan- dice Alby, demasiado serio

-Espero que Teresa no vuelva a hacer ninguna estupidez- dice Newt

-¿A qué te refieres con eso?- pregunta incrédula la chica

-Joder, ¿en serio nos vamos a poner a discutir sobre esto?, desde que tu llegaste todo ha salido mal- dice Minho

-No es su culpa- dice Thomas, defendiendo a la chica

-¿Qué no es su culpa, en serio la defenderás?- dice Chuck

-Todo esto ha sido una mierda desde que llegaron Thomas y Teresa, todo nos ha ido mal- dice Gally

-No es cierto- exclama Thomas

-Por supuesto que si, primero las puertas no cierran y los penitentes atacan, segundo, la resistencia estaba saliendo bien hasta que la estúpida de Teresa se asusto y salió corriendo de la finca- dice Minho

-Estaba entrando en pánico- dice la chica, bastante apenada

-Eres una maldita mentirosa, varios chicos del área han entrado en pánico en situaciones critícas, y no por eso hacen estupideces- dice Chuck, sorprendiendo a todos, era la primera vez que veían al niño de esa forma

-Chuck, tranquilízate- le dice Thomas

-No, no me jodas Thomas, no me digas que me tranquilize, la persona que considero mi madre esta en el cuarto oscuro, esta agonizando por tu culpa, mientras tu y esta están aquí como si nada sucediera- dice el niño con furia

-Tranquilo Chuck, Gala estará bien, no hables así- dice Alby

-Newt tu bien sabes que no es culpa de Teresa- dice Thomas dirigiendóse al rubio

-No, si es su culpa, joder date cuenta, la primera vez salió corriendo, Gala fue picada, el segundo día tu amiguita dejó mal cerrada la puerta de la finca y los penitentes se llevaron a quince chicos, el tercer día no se escondió a tiempo, y por tratar de salvarla perdimos a diez personas, el cuarto día dejó a Gally afuera y casi muere y se llevaron a más chicos- argumenta Newt

-No trates de defender lo indefendible, eramos cuarenta personas en el área, quedamos muy poco, así que no jodas- dice Alby

-Chicos faltan diez minutos para que los penitentes salgan, más vale que guarden silencio- ordena Gally dejando a la finca en un silencio sepulcral

(...)

Eran demasiados sonidos fuertes, la lluvia y los truenos, el sonido metálico de los penitentes asustaba a los sobrevivientes.

De repente, una garra metálica logró atravesar una pared de la finca, asustando a Teresa.

La chica corrió fuera de la finca, haciendo que los demás chicos hicieran lo mismo.

De la nada, un penitente tomo a Chuck de la camisa, con intenciones de picarlo, los chicos trataban de disparar, pero las armas no funciomaban debido a lo mojadas que estaban por la lluvia y el equipo de arquería de Alby estaba en el cuarto oscuro. Mala idea.

Todos pensaron que era el fin del niño, cuando una flecha atravezó al penitente justó en la cabeza, salvándolo.

El chico moreno miró su reloj de muñeca, eran las doce en punto, los penitentes regresaban al laberinto.

-¡Gala!- gritó Chuck de emoción y fue a abrazar a la rubia, quien llevaba un carcaj en su espalda y un arco en sus manos.

Si, Gala estaba de vuelta.