Introducción

241 20 0
                                    

Kensington Palace, London,
December 18, 2003.

La puerta de la habitación de la princesa se abrió de golpe, unos pasos firmes pero lejanos tomaban intensidad.

— Se toca antes de entrar. — advirtió sin saber de quien se trataba. Pero no despegó la mirada de su libro. Harry Potter y el prisionero de Azkaban.

— Siempre hay una excepción. — la silueta de William se hizo presente. Le esbozó una sonrisa algo torcida. Forzada

Frances rodó los ojos al oír su voz.

— Yo no hago excepciones.

— ¿Preparaste tus cosas para Sandringham? — preguntó William parándose frente a su cama, ignorando su último comentario.

Frances despegó la mirada de su libro hacia su hermano mayor y luego la devolvió.

— Voy a pasarlo con la familia de mamá. — habló a secas

— Amy, esta sería tu cuarta vez. — sus cejas armaron un arco invertido. Él extrañaba a su hermana

— Estuve con ustedes el año antepasado.

— Porque la tía Margaret te lo pidió. — se inclinó en un vaivén con ambas manos en los bolsillos de su pantalón. Por dentro sus dedos pellizcaban la tela

— Y cumplí. — deslizó una página sin prestarle atención del todo

— Entonces sería tu segundo año consecutivo celebrando fiestas con los Spencer... — Frances apretó los ojos

— Ese es el asunto William. — cerró su libro de golpe — Ellos no celebran. Porque no hay nada que celebrar desde que mamá no está. — William la miró en silencio y bajó la mirada. Mordía el interior de su mejilla ahogando la mención de su madre — El mismo año en el que murió, ustedes celebraron como si nada hubiese pasado, y tuve que soportarlo porque no tenía otra opción, el siguiente año papá quería llevar a Camila-

— Pero no lo hizo. — el mayor la detuvo

— Su intención me bastó. Además pareció no importarle que su hija prefiera pasar las fechas con los Spencer ese año, ni el siguiente. Y si estuve en 2001 fue porque la tía Margot estaba muy mal, no quería fallarle. — a ese punto, Frances se había apoyado en sus rodillas sobre la cama

— Pues lo hiciste. Te pidió que estuvieras con nosotros el año pasado... — alzó la voz periódicamente. Sus manos dejaron sus bolsillos — Y preferiste irte cuando incluso Gran y ella habían fallecido ese mismo año.

— ¡Ellas ya no estaban, William!, ¡no tenía razón alguna para estar ahí!

Los ojos de Frances se mantenían aguados, de dolor, ira, decepción. Así es como había vivido desde la muerte de su madre.

— ¿Razón?, ¡Somos tu familia, Frances!, ¡¿Que otra razón necesitas?!

— ¡Esto no es una familia, es un sistema. Sistema que me quitó a mamá!

— ¡Deja de mencionarla! — William gritó sin control, desbordando miles de lágrimas sin fin — ¡Ella también era mi mamá, no solo la tuya!, ¡Y yo también sufrí, y Harry también!, ¡pero todos se enfocaron en ti! — apuntó a su hermana menor. Ambos se miraron uno a otro en sufrimiento — ¡Solo en ti!, y lo entendí porque eras la más pequeña, pero también era mi mamá... También me hace falta, pero no me voy a estancar en mi futuro por eso. Ella querría que siguiera adelante, que sea fuerte, fuerte por ustedes dos. — hizo una pausa — Que no muestre a menudo lo que siento no significa que no me duela. La extraño todos los días de mi vida igual que tú, pero no me voy a hundir porque somos una familia.

𝐑𝐨𝐲𝐚𝐥 𝐃𝐞𝐜𝐞𝐢𝐭: 𝐋𝐨𝐬 𝐜𝐨𝐫𝐚𝐳𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐫𝐨𝐭𝐨𝐬 || Elizabeth OlsenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora