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Mysterion alzó una ceja.

Sin voltearse, apretó los puños, demasiado cansado.
Él había ido a ese callejón con la intención de descansar pero sintió una presencia detrás suyo.

—Ya sé que me estás siguiendo. —Dijo. —Revélate antes de que te patee el culo. —Ordenó.

De las sombras salió el doctor Chaos, que lo miró con desaprobación.

—Es muy tarde para ti Mysterion... —Dijo.

Mysterion se sintió aliviado de que no fuera una amenaza real. Sonrió internamente y volteó para verlo. Chaos ocultaba su rostro con su cabello, pero siempre dejaba ver aquella horrible cicatriz que tenía en el ojo.

Era aterrador ver su blanco ojo mirarlo con odio.

Mysterion corrió hacia Chaos, propinándole el primer golpe en la barbilla.
Chaos retrocedió un solo segundo para tomar fuerzas e intentar golpear a Mysterion.

Sus golpes fueron esquivados, sin embargo, Mysterion lo golpeó fuertemente en el estómago, haciéndolo sangrar un poco por la boca.

Chaos cayó al suelo, Mysterion en cambio, piso fuertemente a Chaos, ahogándolo con su bota, directo en el cuello.

—¿Ahora lo entiendes, Chaos?—Dijo Mysterion. —Yo soy un verdadero superhéroe, deja de jugar al villano y vuelve a tu vida de mierda, siendo un cretino sin escrúpulos. —Chaos lo miró enojado.

El villano dirigió sus manos a la bota de su contrincante, esperando que lo dejase respirar aunque sea un poco, sin esperanza.

Al ver la batalla perdida, no tuvo más remedio que sacar el gas pimienta que tenía en sus bolsillos y tirarle en esa capa que ocultaba su rostro.
Mysterion retrocedió, tallándose los ojos.

"Es mi oportunidad" pensó Chaos, quien se levantó profundamente, tomó todo el aire que pudo y salió corriendo de ahí, perdiéndose entre más callejones.
Entre jadeos de cansancio por parte de Chaos, quien corría veloz, no se dio cuenta de que se puso su lentilla y siguió corriendo.

La hazaña reciente hizo que la ira de Mysterion se incrementara, siguiéndolo entre los callejones.

Mientras Chaos más avanzaba,  iba quitándose alguna parte de su vestimenta de villano, dejando al final solo su ropa normal. Más tarde volvería por todo aquello y se lo pondría, mientras tanto, el huir entre la multitud era la prioridad; ser un ciudadano más.

Por fin el Doctor Chaos desapareció y solo quedaba Butters, el pacífico y buen ciudadano de South Park, caminó por ahí, tropezando torpemente, como era costumbre, con una piedra en el camino.

Mysterion, quien apareció en el callejón de al lado y se encontró con Butters en la avenida lo miró de arriba a abajo.

Pobre criatura, ¡y qué escena! El pobre Butters llorando por su caída, con sospechosa sangre en su rostro y moretones en su cara. Mysterion miró sus ojos: eran tan azules. No pudo evitar que su corazón se ablandara un poquito, y con su gruesa voz dijo:

—¿Quién te hizo esto?

Butters no supo qué decir, ¿cómo no se había dado cuenta que él era el doctor Chaos?
Lo recordó, la lentilla azul que se ponía habitualmente en su ojos ocultaba el hecho de que su vista era nula y su ojo blanco. Agradeció ponérsela de manera "automática".

—É-Él se hacía lla-llamar el Doctor Chaos. —Dijo Butters, quien de manera astuta, lloró un poco.

Mysterion sintió como le hervía la sangre, y completamente molestó, tomó a Butters de la espalda y lo cargó.

Esto era algo más personal. Herir a un dulce ciudadano era un nivel más alto de lo esperado. No estaba bien. Y el haber visto a Butters llorar había colmado su paciencia, se vengaría del doctor Chaos cueste lo que cueste.

Con Butters en su espalda, Mysterion subió por entre los edificios, y cuando estuvieron en el techo del más alto edificó de South Park, los pulmones de ambos se llenaron de aire frío.

Ambos miraron a su alrededor.

La escena era hermosa, las luces de la noche, junto con el aire frío del lugar, Butters abrazando el cuello de Mysterion, y él mismo Mysterion mirando paciente a qué edificó podría saltar sin herir a Butters.

Herirse a sí mismo era algo normal, pero no sabía cómo transportarlo sin herirlo.

—Vaya... —Dijo Butters, quien se maravilló al ver las montañas de nieve. —Es una linda noche.

Mysterion asintió.

—Yo te protegeré, ciudadano. —Dijo.

Butters sonrió tiernamente, y Mysterion pudo darse cuenta de eso. Una calidez lo inundó, ahora estaba tranquilo pese a la terrible ira que sentía contra Chaos.

Mysterion apretó las piernas de Butters, dispuesto a saltar. El rubio se abrazo fuertemente al cuello de Mysterion, y ambos saltaron al vacío; era como volar.

𝐸𝓁 𝒸𝒾𝓊𝒹𝒶𝒹𝒶𝓃𝑜 𝒫𝑒𝓇𝒻𝑒𝒸𝓉𝑜: [𝔹𝕌ℕℕ𝕐]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora