02 | Chocolate.

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Al final del trabajo, Draco por fin pudo dirigirse a la dirección que le había dado su novia, el lugar no le resultaba para nada conocido, aun así, abrió la puerta de cristal del local, la campanilla anunció su llegada, así que una joven mujer salió de la trastienda con una amable sonrisa.

—Buenas tardes, ¿puedo ayudarle en algo?

La mirada gris de Draco fue de nuevo hasta ella, el lugar estaba lleno de pequeñas cajas, todas cerradas, incrementando el misterio sobre ¿Qué clase de negocio era aquel? Por un momento, creyó que Ginny estaría ahí esperándolo, pues eso decía la nota, reunámonos.

—Lo cierto es que no lo sé –admitió incómodo –me enviaron una nota con esta dirección diciendo que nos reuniéramos a las 6.

—Oh, ya sé de lo que habla –le sonrió alegre –espere un momento.

La chica regresó a la trastienda y tardó unos cuantos minutos en volver con una caja mediana, estaba bastante elegante, así que por lo menos no le daría vergüenza llevar algo así.

—Es un pedido hecho por Ginevra Weasley para Draco Malfoy –le informó tranquila –además, nos pidió que le entregáramos esto.

Una nueva nota.

Me alegra que fueras, lamento no estar ahí, pero sabes que no puedo abandonar la temporada de quidditch, el trabajo es sagrado, siempre lo has dicho, así que perdón por si creíste que nos reuniríamos.

Aun así, deseo que te guste el detalle, con todo mi amor.

Ginny.

Draco aceptó la caja y salió de ahí después de agradecer de forma forzada, avanzó hasta el caldero chorreante sin más intención que utilizar la chimenea y llegar a casa, no le gustaba usar la aparición cuando estaba a mitad del mundo muggle, uno nunca sabía cuándo podían ser descubiertos.

Una vez en casa, abrió la caja sin más pérdida de tiempo, el olor inundó el lugar de forma inmediata, haciéndole cerrar los ojos a causa del placer recibido.

Observó las pequeñas figuras formadas en chocolate, el nombre del lugar estaba en un idioma que no conocía, pero no le prestó atención a todo, lo probó de forma inmediata, dejándose arrastrar por el enorme orgasmo que aquel delicioso sabor llenó su boca y sus papilas gustativas.

Ginevra lo conocía tan bien, buscó en la caja el origen de aquel delicioso sabor, los mejores chocolates provenían de suiza, o eso era lo que solían decir, pero aquellos sin duda le quitaban el puesto, no había probado algo tan delicioso en sus casi 42 años.

Tendría que agradecer de forma correcta aquel hermoso detalle, si esa iba a ser su disculpa por arrastrarlo a un lugar desconocido, y sobre todo, por no estar en su cumpleaños, podría estar menos enojado, pero solo un poco.

La caja con 18 chocolates le duró ni cinco minutos, y es que tan pronto como probó el primero, realmente no pudo detenerse hasta que observó con decepción la caja vacía, fue hasta que notó la otra pequeña nota, haciéndolo mover la cabeza de manera divertida.

La caja con 18 chocolates le duró ni cinco minutos, y es que tan pronto como probó el primero, realmente no pudo detenerse hasta que observó con decepción la caja vacía, fue hasta que notó la otra pequeña nota, haciéndolo mover la cabeza de manera...

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Hola de nuevo, aquí estoy con el aporte del segundo día de esta bonita dinámica, ojalá les guste, y muchas gracias por el apoyo.

Dracoversary || DrinnyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora