Capítulo 19

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La pista estaba llena de gente, pero para mí solo existíamos el y yo... La pista era nuestra, ahí en medio del salón reconocí que necesitaba vivir no sobrevivir como lo he estado haciendo este año, me di cuenta que mi vida estaba pausada y que el tiempo seguía corriendo, pero a la misma vez sentía ese miedo que no te deja avanzar y esa voz que te dice que el fracaso es parte de ti.

La canción acabó y yo seguía recostada en el pecho de Noha, el rubor subió a mis mejillas cuando Noha habló diciendo que si estaba cómoda, pues yo estaba tipo trance.
Ambos salimos de la pista de baile y yo me dirigí al baño necesitaba procesar muchas cosas, entré a la casa y ya/ no tenía ganas de salir así que me encerré en mi cuarto.
Me sentía cansada física y mental, puesto que los últimos días con mamá y Ross aquí me sentía bien mi ánimo había subido en gran manera, pero siento que tuve un retroceso en plena pista, llevaba unos 30 minutos cuando alguien tocó la puerta, me quedé en silencio porque no quería interrogatorios, volvieron a tocar y respondí: pasa si vas a pasar!

No volteé a ver ya que estaba sentada en el piso, pero el silencio que hubo me hizo voltear y juro que la última persona que creí ver en mi cuarto fue a nada más y nada menos que Noha Moore.

—Que haces aquí? Me golpee mentalmente por tan estúpida pregunta, pero necesitaba tenerlo lejos.

—acaso no puedo preocuparme?
Es que no regresaste a la fiesta y creí que te había pasado algo.

— ya ves que estoy bien, puedes irte.
Sentía un nudo en la garganta ya que no era mi estilo tratar mal a las personas, pero esto me superaba.

—bien como digas Callaghan!

Sentí sus pasos alejarse y me arrepentí, no quería que se marchara, pero tampoco quería que se quedara viendo lo mierda que era.
Aproveché que la puerta no se había cerrado y decidí decirle ¡Noha no te vayas!

El se devolvió y dijo: ¡aquí estoy!

—Puedes sacarme de aquí?
Pero no quiero ser vista por nadie.

Noha aceptó, nos marchamos sin que nadie se diera cuenta, condujo unos 30 minutos, caminamos unos 5 minutos ya que teníamos que atravesar unos árboles éste era un  un lugar super hermoso donde solo se veían luciérnagas y un magnífico lago que se reflejaba en el la luna.

—Estás loco Moore si alguien nos secuestra?

—tranquila Callaghan es seguro.

—no creo en lo seguro Noha.

—no te pasará nada conmigo aquí Callaghan, confía en mí.

—bien!

Nos quedamos en silencio por un largo rato, pero no era un silencio incómodo, más bien relajante. No pensé en nada ni en nadie solo quería paz.
Noha rompió el silencio justo para decir que le contara de mí, cosa que no haría aún.

—no quiero hablar de ello.
se que es normal que las personas hablen y se conozcan, pero no estoy lista para que más personas se enteren de mi desgraciada vida.

—entiendo! si algún día quieres hablar aquí estaré, o si quieres que te saque de cualquier apuro.

—gracias Noha!

El tiempo pasó rápido y ya era hora de regresar.

—Noha te digo un secreto?

—anjaa?

—viviría aquí por el resto de mi vida.

—Noha estalló de la risa, que hermoso secreto Callaghan.
Te traeré más seguido y compartiré acciones de este lugar contigo.

—en serio?

—sí, puedes venir cuando quieras, pero no puedes traer a nadie más que no sea yo.

—trato hecho Noha, gracias, gracias
Mi impulso me ganó y lo abracé.

Oh mierda!!!!

Si abrasarlo fue como tocar el cielo, no quiero imaginar cómo sería besarlo, rompimos el abrazo, pero nuestra mirada quedó conectada a tal grado que nos perdimos en ella.

Noha rompió el silencio con un...
—¡es hora de irnos!

El camino se hizo largo ya que ambos íbamos absortos en nuestros pensamientos, a veces lo miraba de reojo y se notaba en otro planeta, era incómodo tal situación porque quería romper el silencio, pero parecía que mi boca estaba sellada con el mejor pegamento del mundo mundial.

Llegamos  casa (por fin tierra) eso lo dijo mi mente no yo. De verdad necesitaba bajarme de ese auto, porque el nivel de silencio era sepulcral y me desesperaba ese sentimiento.

Cuando iba a desabrochar mi sinturon este se quedó atascado, a lo que Noha rodeó mi cuerpo para poder ayudarme, una vez quitado me miró y dijo — tienes una deuda pendiente conmigo.
Dios! Este chico me desestabiliza, si antes mi boca estaba sellada, ahora estaba borrada.
Creo que disfrutaba verme en esa situación.

Entré a casa y cuando pensé que todos dormían ahí estaba mi madre esperándome en la sala de estar.

Tierra tragame y escupeme no sé dónde!

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