Encuentrame!

Capítulo 24

Noha

No soy de los hombres que obliga a una chica hacer tales cosas.
Al ver a Callaghan tan tensa y enojada a la vez, me pregunté si fue buena idea sacarla en contra de su voluntad.
Una de las razones que me hicieron actuar de esa manera, fue que su madre y su mejor amiga regresarían a su país y sabía que eso le afectaría mucho o ya le había afectado antes de ellas marcharse, lo pude notar en su rostro. Puesto a esto tenía pensado ir a visitarla, pero luego recibí una llamada de su tío pidiendome que la saque a pasear, el mismo me facilitó el contacto de Callaghan, en el fondo  sabía que eso era imposible porque esa cría no me soporta.
Así es que tenía que usar mi única arma y era la cita que yo mismo hice que ella me debiera.
Temía que hiciera una crisis por el método que usé, pero ella supo manejarlo. Sé que terminará soportandome menos incluso odiandome.
  Quise llevarla a un lugar que no hubiera ruido ni el estrés cotidiano, pues la llevé a un lugar natural tipo bosque que contenía una cascada, ésta se encontraba a una hora de la ciudad.
Y sí  que me odia... Todo el camino no me dirigió la palabra y prefirió cerrar los ojos y fingir que estaba dormida.
Había mucha tensión dentro de mí auto y peor aún con ese maldito pantalón y ese top que traía puesto,  cada momento volveaba a verla,  espero no se haya dado cuenta.

Llegamos al minibosque y le avisé que habíamos llegado. Ella se quedó inmóvil. Usé otra amenaza para que pudiera bajar.
Estaba super enojada ya que mantenía sus brazos cruzados al pecho toda una cría,  vi asombro en su rostro cuando visualizó el lugar, así es que aproveché para instarla a caminar y me dejó la mano tendida y como todo era a la mala la alcé en mis hombros.

—Noha Moore bajame ahora!

—no te bajaré hasta que lleguemos, y deja de forcejear que podemos caernos y morir aquí. —con eso logré tranquilizarla.

Llegamos a la cascada y la puse al piso, ella volvió a cruzar los brazos y a fruncir el ceño.

—a ver porque me trajiste aquí y que diablos quieres de mí?

—te traje porque me debes una cita y no pensabas pagarmela y porque quiero ser tu amigo.

Solo dijo —JA
Me senté en una piedra y minutos después me imitó he hizo lo mismo.

—30 minutos habían pasado y ninguno se digno a decir una palabra hasta que ella rompió el silencio.

—¿porque a mí? —¿que quieres de mí?

Al parecer se la pasará preguntado solo eso. —ya te respondí el porqué te traje aquí. No busco nada de ti solo ser amigos.

—a nadie se le obliga ser amigos de otra persona y yo no quiero ser tu amiga, los amigos nacen no se obligan y yo odio que me obliguen.

Me había descolocado con su respuesta y tenía razón, no he actuado bien.
—ya perdón por traerte aquí con amenazas, pero me obligas hacer tales cosas, me traes descolocado desde que te conocí y no se que hacer para que me dejes estar a tu lado. ¿contenta con la respuesta? Sí Callaghan has puesto mi mundo al revés.

Estaba exasperado y las palabras salieron sin control alguna y con un tono de voz muy elevado. Callaghan estaba tensa y sus ojos estaban cristalizados, una vez terminé de desahogarme su llanto se hizo presente. Mierda la he asustado y no se que está pasando por su cabeza ahora.

—perdoname Callaghan es la verdad y perdoname por todo! —Me acerqué  sequé sus lágrimas y la abracé al instante,  ella no respondió a mi abrazo, pero luego se fue soltando y me rodeó con sus pequeños brazos.

— te perdono! Y gracias por traerme a este lugar es hermoso, creo que me quedaré con el también.

—Es tuyo!
Sonrió y se tapó el rostro con sus manos,  me demuestra lo inocente y lo cría que es.  Almorzamos y hablamos de muchas cosas triviales y las horas pasaron volando,  cuando miré el reloj me sorprendí, mierda Eduard me matará cuatro horas habían pasado y cass matará a Callaghan. Si escuché su supuesto susurro!

—es hora de volver. Son las 7pm.

—Qué? —cassi  va a matarme, eran tres horas no cinco. Oh por Dios!

—tranquila no pasará nada.

La tomé de la mano y salimos rumbo al coche,  abrí su puerta y luego rodee el auto y subí en el y lo puse en marcha. Callaghan se veía preocupada inconscientemente puse mi mano en su pierna y ella se tensó,  pero luego se fue relajando.
Cómo era una hora de camino puse música y tarareaba. Ella se animó y empezamos a cantar en voz alta como si no hubiera mañana.

Llegamos al centro comercial y alcanzamos a ver el coche de cassie.

—y tú como sabes que cassie está aquí?

Mierda me salté ese detalle por venir cantando.

—no lo sé,  solo vine por algo de comer o no tienes hambre?

—si tengo hambre, es tarde ya. —subamos entonces.

Gracias al cielo soy bueno improvisando, la he despistado.

Subimos al 5 piso, es donde quedan las plazas de comida rápida y restaurantes, como ya sabía donde estaba cassie entramos a ese mismo.
Por qué lo sabía?  Porque escuché cuando cass le había dicho a Callaghan donde estaría y como ya descubrí que uno de mis mejores amigos está colado por ella lo envié al centro acompañarla,  también por eso sabía que no mataría a Callaghan.

Entramos y allá los vi en una de las esquinas. Me hice el ciego y le dije a Callaghan que nos ubicaramos ella empezó a buscar y los vió. —oh por Dios cass está aquí con tu amigo?

—ven vamos!

Nos dirigimos a la mesa de mi mejor amigo y cass. Cuando llegamos Callaghan solo la miraba con una ceja alzada.

—que?  Le respondió cass igual con una ceja alzada. Me di cuenta que hacen el mismo gesto y usan las mismas palabras.

Ethan se levantó de su asiento y nos abrazamos,  saludó a Callaghan también y nos sentamos en su mesa.

— ya ordenaron ustedes? — aún no respondió Ethan. El mesero llegó anotar nuestra orden.
Ellos ordenaron y nosotros también. Callaghan ordenó patatas fritas con triple queso y carne molida.
Yo ordené lasaña.

Nos quedamos charlando y me dediqué a mirar a cass y Callaghan que se hablaban con la mirada cuestionandose, cuál de las dos más cría.

Entre charlas y la cena eran las 10:00pm.
Era hora de irnos, caminamos al parqueo,  cass se despidió de ethan y yo y subió a su coche, me despedí de Callaghan y le abrí la puerta de su auto. Una vez adentro toqué el cristal del coche, ella abrió y le hice seña que se acercara y le susurré: Las niñas buenas  no salen sin permiso!   Aproveché que estaba atónita y le di un beso en la mejilla.
Adiós Callaghan!