Capítulo 24.- Central Park

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—Entonces, déjame ver si lo entendí. —Frieda se llevó un maní a la boca, antes de hablar de nuevo—. ¿Quieres que tú y yo, los dos, ambos juntos, nos tomemos de la mano, nos acostemos en una cama…para ¿viajar por los sueños? Lo siento, lo encuentro muy raro. ¿Es necesario nos tomemos de la mano?.

Levi, Frieda, Erwin, Nanaba y Mike estaban en la cabaña de Hades, como ya se había hecho costumbre. Se suponía cada uno de ellos debería estar en su respectiva cabaña durmiendo, pero Levi no podía esperar al día siguiente para explicar la idea que le dio Mikasa. Podría haberlo hablado únicamente con Frieda y Erwin, ya que ellos eran parte del plan, pero Nanaba lo había escuchado decirle a sus compañeros necesitaba hablar con ellos y por eso, se habían colado en la reunión.

—Lo es. Al estar en contacto, me será más fácil encontrar tu mente y la de tu novio, si pretendo que esto sea un viaje en conjunto. —Levi no estaba realmente emocionado con la idea de tomarle la mano a Frieda, pero no había otra opción.

—¿Cuándo quieres hacerlo? —preguntó Erwin.

—Cuánto antes, mejor. Podría ser mañana, solo tendría que hablar con alguien lo suficientemente despierto en la cabaña de Hipnos para avisar les haremos una visita por la noche.

—Habla con Hitch, ella siempre es la más despierta —sugirió Nanaba. Levi asintió.

Frieda soltó un suspiro.

—Levi, más te vale esto funcione y pueda ver a Zeke, aunque sea en un sueño. Si no, te pateare el trasero.

Levi le lanzó una mirada de desagrado a Frieda, pero no respondió, ya que estaba casi seguro de que iba a funcionar.

A la mañana siguiente, después del desayuno, Levi se dirigió a la cabaña 15. La mayoría de las personas evitaba pasar cerca de la cabaña de Hipnos, ya que el caminar a unos cuantos pasos de ella, provocaba un efecto soporífero que muy pocos controlaban. Él, al tener esa habilidad poco desarrollada de moverse entre los sueños, era una de esas personas no caían como moscas apenas entraban en un radio de dos metros de distancia la cabaña.

Abrió la puerta sin tocar, sabía sus habitantes estaban dormidos de todas formas. El lugar estaba repleta de almohadones y mantas mullidas. Quirón solía enviar a dormir ahí a semidioses con problemas de sueño, ya que a veces, la cabaña proporcionaba tranquilidad al dormir.

—¡Hitch! —habló lo suficientemente alto para ser escuchado. Como respuesta, obtuvo varios ronquidos y una mano que salió de entre las sábanas de una cama.

—¿Qué quieres? —preguntó la voz de una chica—. Si buscas eliminar la memoria de alguien, la respuesta es no, las aguas del Lete no van a solucionar tu problema.

Levi frunció el entrecejo y se preguntó, que tantos semidioses iban en busca de unas gotas del río Lete para borrar alguna memoria.

—No vengo a eso, necesito ayuda para… visitar alguien a través de un sueño.

Hitch, finalmente, salió de entre las cobijas, con el cabello enmarañado y bostezando. Abrió lo ojos y volteó a verlo.

—Tú eres el hijo de Hades —comentó. Levi levantó una ceja.

—Muy observadora.

Hitch rodo lo ojos.

—A lo que me refiero, es que los hijos de Hades pueden viajar por lo sueños, ¿no? Así que no entiendo para qué necesitas mi ayuda.

Levi soltó un suspiro frustrado.

—Me temo que yo no…sé hacer eso bien, por eso necesito ayuda.

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⏰ Última actualización: May 31, 2022 ⏰

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