Tan cálido como el sol (final)

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Aquí les traigo el capitulo final y mil disculpas por la tardanza. No tengo justificación. Disculpen

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Que diría su tío si lo viese en este estado. No dudo ni un momento en correr a los brazos de quien es y será el amor de su vida. Pero quien lo culparía de eso, cuantas veces soñó con esto, en volver a ver esos ojos, sentir la calidez de su cuerpo, embrearse en su aroma. Si es un sueño definitivamente no quería despertar nunca. Su pequeño loto salvaje estaba de vuelta y esta vez no dejaría que nadie se lo quitase.

-Dime que no estoy soñando- dijo sollozando- aun duele

-Que duele?- trato de separarse para revisar a su espeso pero él se negó a soltarlo

-Aun duele, duele como el día en que te perdí- e aferro más a las túnicas de su esposo-fue mi culpa, fue culpa mía.... Si....si yo no fuera tan débil tu estarías conmigo, hubieras visto a nuestro bebe crecer, hubieras felicitado a a-ling cuando lo nombraron el mejor cultivador de su generación.

-No es tu culpa a-Huan, en ese entonces tu también estabas triste por la pérdida de tus hermanos- siguió acariciando su espalda de forma cariñosa, tratando de consolar a su esposo chillón- y además- tomo aire- sabíamos que pasaría, mi núcleo estaba inestable y esa noche simplemente fallo.

-si yo hubiese estado ahí hubiéramos resulto eso, hubiera tocado música y transferido energía para..... Para.....- soltó en llanto de nuevo-no me dejes de nuevo-

-ya no me iré a ningún lado.

En el gran salón solo se escuchaban el llanto de dos personas que se extrañaban que nunca dejaran de amarse. Quien no quisiera un amor así, solo basto una mirada para darse cuenta que nunca se dejarían de amar, se amarían más con cada día que pasara, un solo minuto alejados sería una tortura. Eran destinados

La noche callo y el líder Lan se había quedado dormido en los brazos de su esposo, seguía aferrado a sus túnicas, dos discípulos habían entrado para llevarlo a los aposentos de su líder, Jiang Cheng tuvo tragarse su vergüenza pues no poseía fuerza suficiente para cargarlo el mismo y no ayudaba que su esposo fuera muy pesado ja estaba gordo.

Ya en sus aposentos, cambio las ropas de su esposo y las de él, se acomodó al lado con ayuda de su brazo pudo apreciar el rostro de su amado, no se cansaría nunca de mirarlo, tan perfecto, como era posible que en ninguna de sus vidas pudo estar cerca de él. Sentir su calor, ver su sonrisa y esos ojos que solo lo miraban con amor, un amor que solo era para él. Con delicadeza paso las yemas de sus dedos por aquel rostro de jade limpiando las lágrimas que habían quedado en sus pestañas.

-a-cheng no me dejes

-no me iré a ningún lado

Dejo un beso en la frente y soltó su aroma para que su esposo se relajara, lo cual funciono. Se acurruco en los brazos de su esposo que rápidamente lo abrazo por la cintura.

La mañana era un poco fría provocando que su cuerpo se estremeciera con la frialdad de la mañana que se colaba por la ventana, poco a poco se fue haciendo más claro conforme enfocaba sus ojos. Extendió su brazo al lado de la cama donde debía estar su fuente de calor, una lagrima salió de sus ojos, todo había sido un sueño, de nueva cuenta su mente le había jugado una cruel broma, pero todo se sentía tan real, su cuerpo, su calor, esos ojos que lo miraban con amor, su aroma.

Estuvo en la cama por un tiempo, su mente era un caos pues de nuevo había caído en una ilusión, pero esta vez se había sentido más real, mas vivido, y aun siente el calor y la calidez en sus manos y cuerpo.

Unos sirvientes entraron a preparar la bañera y sacar una nueva muda de ropa en tonos morados, ordeno que le trajeran el desayuno ya que no quería salir. Más tarde estaba listo para salir aunque había descansado bien no tenía ánimos de hacer nada.

-Zewu-jun alguien lo espera en el pabellón de loto blanco.

-Zewu-jun!!!!- se esperó esa reacción.

Ese lugar era sagrado y nadie podría entrar, solo dos personas, y una de ellas se encontraba corriendo por los corredores. No había sido un sueño entonces, su amado estaba de vuelta. Era raro ver al gran Zewu-jun corriendo por los pasillos de su secta con un rostro desesperado y esperanzado, como si su vida dependiera de ello, aunque no dijeron nada al ver dónde se dirigía. El pabellón del loto blanco, ese lugar era como un santuario, ese lugar es sagrado para todos y solo era permitido el paso a dos personas, el líder Jiang Cheng y el Lider Lan. Después de que el líder Jiang muriera el lago era cuidado por el líder Lan y por ello se seguía viendo majestuoso y casi mágico.

Y al llegarlo vio ahí, parado mirando el lago y los lotos blancos, el sol del amanecer ilumina su figura, era el, estaba parado frente a él, su cabello sujetado con dos trenzas de lado que hacía que se viera como un hada y fue ahí que su respiración se detuvo por segundos, se giró hacia él, sus ojos tan cálidos y esa sonrisa. Sus pies se movieron de manera automática y su mente dejo de funcionar.

-Estas aquí.

-Si

-Estas aquí.

-Si a-Huan

-No me dejes de nuevo yo no lo soportaría- tomo aire-no esta vez.

Su rostro fue tomado con tanta delicadeza como si temiera lastimarlo, con los pulgares fueron acariciadas sus mejillas, y esos ojos lo veían con amor y devoción. Con esa misma mirada era con la que él lo veía, su amado loto.

Con el sol calentando sus cuerpos y los lotos de testigo, el encuentro de los dos amantes fue sellado con un beso en el cual transmitieron todo su amor. En esa vida ni en la otra dejaron de buscarse y amarse nunca, uno de ellos fue testigo de que en cada vida su amor se hacia mas fuerte.

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Disculpen la falta de ortografía

Bueno, gracias por todo el apoyo que me dieron...... Los amo ❤🥺

Este es el fina de esta historia

En verdad gracias, sin ustedes esta historia no hubiese avanzado. Con este capitulo doy fin.

Esta semana subiré un extra.

❤💙

Solo Quiero Verte Una Vez Más Antes De PartirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora