Tu casa ¡es mi casa!

CAPÍTULO 6

Una maravillosa tarde de películas, dos buenas elecciones cinematográficas, un sofá cómodo, mantas calientes, luces apagadas, deliciosos snacks y excelente compañía... Eso es lo que pensaba que sería mi preciada tarde de relajación, pero ahora estaba en el sofá compartiendo mi tiempo con los hermanos Panich, los cuales se habían tardado más en sentarse que en comerse todas las palomitas que mi primo y yo hicimos. ¿Lo peor de todo? que claramente Max se sentó en el lado libre junto a Nat, por lo que a mí, al estar Nat a mi izquierda, no me quedó de otra que soportar a Zee sentándose a mi derecha.

— ¡Ahí viene!— el grito de Nat me hizo dar un brinco en el sofá, ver películas de terror con él era igual a diez veces más de terror por la forma en que se asustaba.

Con mis manos apreté la manta que me cubría y me pegué más a Nat en busca de protección, ambos nos tomamos de la mano como siempre hacíamos.
Pude escuchar unas leves risitas por parte de los hermanos y eso me hizo molestar un poco, como si nunca se hubiesen asustado antes.

— Si quieres puedo abrazarte— susurró Zee cerca de mí para que pueda escucharlo.

— Aléjate, respeta mi espacio personal— dije dándole un pequeño empujón con el hombro, él sonrió un poco más mientras se alejaba.

La película continuó transcurriendo y cerca del final una escena me hizo estremecer enserio, quise tomar la mano de Nat de nuevo, pero no pude sentirlo cerca, así que volteé a verlo y cuando lo hice lo vi totalmente acurrucado con Max, quien ahora lo tenía abrazado por los hombros y le acariciaba la cabeza para reconfortarlo.
Me dio ternura verlo de esa manera y sonreí levemente ante el pensamiento de que mi primo había encontrado su lugar, pero al mismo tiempo una punzada de celos me atacó y regresé mi mirada a la película. Error. Justo en ese momento el rostro ensangrentado del asesido apareció cubriendo completamente pantalla.

—¡Aahhh!— Grité tan fuerte que de seguro hasta mi madre me escuchó.

Del susto brinqué en mi lugar y me escondí bajo la manta. Mi respiración se volvió irregular y mis manos algo frías, necesitaba un poco de agua.
Sentí como la manta que estaba sobre mí comenzó a moverse y la apreté más a mí, entonces sentí unas leves palmadas sobre mi cabeza, supuse que era Nat que al ver mi estado se había apiadado de mí y regresó a mi lado para brindarme consuelo, así que me dejé hacer cuando me atrajo hacia él para abrazarme mientras continuaba acariciando mi cabeza.

Todo estaba bien, la canción que acompañaba los créditos en pantalla dejó de escucharse y el silencio ocupó su lugar. Fue entonces que, ya más ttanquilo, noté algo raro. La dirección en la que estaba siendo abrazado. Si Nat estaba sentado a mi izquierda ¿por qué los brazos en los que estaba refugiado estaban a la derecha? ¡No puede ser!
Me retiré la manta de un rápido movimiento y entonces lo vi, Zee me tenía rodeado. Pude sentir la sangre abandonándome nuevamente en ese momento.

— ¿Qué pasa?— me miró como si nada.

— ¿Por qué me estás abrazando?— le reclamé con el ceño fruncido.

— Estabas temblando después de ver al asesino, solo te ayudé a calmarte.

— Pues no te necesitaba.

Sonrió.

— Bueno, a lo que pude ver, eso no es verdad.

— No tienes ningún derecho de tocarme.

— Cálmate NuNew, solo fue un abrazo, no te llevé a mi cama— me miró con esa mirada traviesa suya.

— Eres... eres...— no supe qué responder y estaba casi seguro que estaba comenzando a sonrojarme ¡cálmate NuNew!— ¿en dónde está Nat?— pregunté en su lugar, pues acababa de notar que ni mi primo ni Max estaban presentes.

— Ah, ellos fueron a la cocina a preparar algo para comer.

— Bueno, iré al baño mientras regresan.

Me puse de pie y confiado caminé hacia las escaleras, pues el baño estaba en el segundo piso. Segundo piso. Me detuve al pie de laa escaleras... Demonios, el asesino apareció por primera vez en el segundo piso.

— ¿Quieres que te acompañe?— preguntó Zee acercándose a mí.

— No gracias— subí el primer escalón.

— ¿Estás seguro?

— Sí, no te necesito— subí dos escalones más.

— Está bien, pero que conste que solo quería ayudar— se dio la vuelta y comenzó a regresar a la sala.

Yo decidido subí un escalón más, pero entonces una sensación de escalofríos recorrió mi espalda y bajé corriendo de nuevo.

— ¡Espera!— él se giró para mirarme y yo ya estaba casi a su lado— amm... mejor sí... ¿puedes acompañarme?— lo miré con ojitos de cachorro suplicante, no a propósito, como tampoco a propósito fue el pequeño puchero que comenzaba a formarse en mis labios ¡¿por qué no podía controlar este tipo de gestos?!

— Vamos, pequeño bollito.

— No me llames así, ¡no parezco un bollito!— reclamé inflando las mejillas por el repentino enojo.

— Sí— acercó su rostro al mío— lo que digas bollito— susurró la última antes de comenzar a caminar de nuevo hacia las escaleras— ¿vas a venir o no?

Cuando llegamos al segundo piso aún estaba un poco irritado, pero cuando estuve frente a la puerta del baño los escalofríos regresaron.
Vamos, solo tenía que entrar hacer lo que tenía que hacer y salir, fácil. Fácil si no estuviera sugestionado por la película de hace apenas unos minutos.

— Espérame aquí— dije cuando tomé valor de entrar.

— Tranquilo, no voy a irme— me aseguró— ¿quieres que dé un vistazo antes?

— ¿Eh? N-no, no es necesario— eso me había tomado por sorpresa.

— Lo haré por mi propia curiosidad ¿ok?

Asentí sin decir nada y él abrió la puerta adentrándose al baño, luego de unos segundos volvió a salir.

— Libre de asesinos, fantasmas e insectos.

— G-gracias.

Entré cerrando la puerta tras de mí.

— Aquí te espero— gritó desde afuera.

Sonreí inconscientemente.

🦋🦋🦋🦋🦋

¡Hola!

Espero que les haya gustado el capítulo, a alguien se le fueron las palabras y comenzó a tartamudear👀
Jajajaja

No se olviden de votar y comentar!

¡Nos leemos pronto!

Pd: ¿Qué serie BL están viendo actualmente?

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