CAPÍTULO 11

953 75 34
                                    

[Zee]

¿Cuánto tiempo necesita una persona para enamorarse? ¿Un par de horas contaban? Porque yo no llevaba ni 24 horas y algo dentro de mí me gritaba que algo especial existía entre nosotros.
Hace un par de horas entró a mi habitación gritando que mi casa le pertenecía y su mirada felina me había atrapado. NuNew era el nombre del chico que sacudió todo dentro de mí.

°°°°°°

Mi hermano y yo recibimos de manos del tío Aof la casa de campo que nuestra abuela nos había heredado. Era una hermosa casa, la cual habíamos deseado poseer desde que éramos niños y nos divertíamos jugando por cada rincón cuando veníamos de visita los fines de semana.

— ¿Puedes creerlo Zee? ¡Ahora es nuestra!— Max era el más emocionado de los dos.— Hogar, dulce hogar— dijo dejando su maleta en el suelo.

— Sí, se siente muy bien volver— le contesté al mismo tiempo que abría la ventana junto a la puerta— ¿qué quieres hac...?— no terminé mi pregunta gracias al ruidoso estómago de Max.

— ¿Que tal si buscamos algo para comer?— dijo mientras se dirigía a la cocina.

— No creo que haya nada aquí, tenemos que ir a...— de nuevo mis palabras fueron interrumpidas, esta vez por la sorpresa de mirar dos platos de arroz frito con pechuga de pollo— vaya, ¿el tío incluso nos dejó comida lista?

— Mjum— sí, Max no perdió el tiempo en nada más que en comenzar a comer y yo le seguí en ello.

Estábamos tan hambrientos después del viaje, que no tardamos ni veinte minutos en terminarnos la comida, tomamos nuestras maletas y nos dirigimos a nuestra habitación favorita en la casa. Él decidió recostarse un rato y yo fui directo a la ducha, necesitaba refrescarme.
Pero tan solo minutos más tarde, mi relajante momento bajo el agua se vio interrumpido por gritos en el exterior.

— ¿Quiénes son y por qué están en mi casa?— quise reírme de su expresión asustada y desafiante.

— ¿Perdón? ¿Quiénes son ustedes y por qué estás en mi casa?— pregunté.

— ¿De qué hablas? Esta casa es mía, la renté por un mes y si no me dicen quiénes son ¡llamaré a la policía!

— Mi nombre es Zee... y tu casa— le sonreí— ¡es mi casa!

Después de ese momento que estuve completamente frente a él, no tuve escapatoria. Mi corazón retumbó en mi pecho como si quisiera decirme algo.

°°°°°°

Desgraciadamente, parecía ser que esa sensación de conexión entre nosotros, únicamente la había sentido yo, pues él no se veía interesado en entablar ningún tipo de relación conmigo. Sin palabras, sin miradas, sin interacciones, así es como habían pasado los primeros días que él estuvo aquí. ¿Lo intenté? Sí, pero tal parecía que NuNew tenía algo en mi contra.
Afortunadamente contaba con mi siempre querido y leal hermano, a quién no pude ocultarle cómo me sentía desde el primer día que ese par se quedaron con nosotros. <No lo sé, fue extraño, es como si tuviera una conexión con él> Le había dicho aquella noche y Max además de querer ayudarme, también deseaba hacer más cercana su relación con el primo de mi tormento. Así que había estado llevando a Nat a largos paseos por los alrededores de la casa de campo, para que yo tuviese oportunidad de acercarme a NuNew.

No había sido fácil, pero finalmente él accedió a pasar un rato en mi compañía. Habíamos nadado y platicado un poco, no podía dejar de pensar en lo bonito que era verlo sonreír o hacer pequeños mohínes cuando las cosas no salían como quería. Su compañía era mucho más agradable que cualquiera que haya tenido antea.
Pronto una guerra de agua comenzó entre nosotros y el trato era que quien ganara elegiría una película para mirar después de la cena. La suerte jugó de mi lado y salí vencedor, así que después del almuerzo le pedí a Max me ayudara a elegir una buena película y aunque no quería, él terminó por convencerme de que una de miedo era la mejor opción.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 15, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Tu casa ¡es mi casa!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora