Carrie había planeado su día desde el día anterior desde que Nash y ella terminaron sus obras. Habían estado platicando por horas, el tiempo se les fue con rapidez que incluso olvidaron cenar algo antes de dormir.
Sus amigas aún estaban desesperadas por encontrar un buen disfraz, para ello tomaron prestada la camioneta de Daven para irse a la ciudad. Estaba prohibido ir si no iba algún adulto con ellos o un permiso, pero el instituto estaba demasiado ocupado en las decoraciones de Halloween que muy apenas se darían cuenta.
Así que tenía la habitación para ella sola. Desayunó un buen cereal con frutas, y se aseó en los baños del gimnasio del equipo de natación por cortesía de Gabrielle.
Tarareaba una melodía mientras se peinaba enfrente del espejo. Como sus amigas no estaban decidió que se pondría su pupilente azul antes de salir por esa puerta. Aunque Nash supiera de su extraña enfermedad en sus ojos, le avergonzaba de cierta manera y no quería parecer un fenómeno, pero no pensaría en eso, estaba emocionada. Nada podía arruinar su felicidad, ni tampoco su salida con el chico del que había estado enamorada mucho tiempo.
—Jódete aullador.
Daven estaba riéndose a carcajadas en el suelo, al poco tiempo le dolió el estómago. Abel lo miraba con molestia desde su lugar, no le había parecido divertido perder esa apuesta, pero para Nicolai si, incluso posaba enfrente del espejo.
—¡Deja de reírte Beveridge! -Espetó Abel cruzando sus brazos.
Daven seguía riéndose al ver a sus amigos con esos disfraces, resulta que habían apostado una carrera del equipo de atletismo, los dos rubios y Avery habían apostado por el chico nuevo que iba a entrar al equipo y Daven al otro, simplemente porque le gustaba llevar la contraria. Como el de gafas era el encargado de los equipos de deportes debía de estar presente cuando se eligieran los nuevos miembros.
—¡Déjame verte cuernudo! -Dijo Daven desde el suelo con una sonrisa juguetona. No creyó que ganaría la apuesta.
—No se ve tan mal. -Dijo Nicolai mostrando los músculos de los brazos. —De echo es mejor que mi disfraz.
—Estás bromeando, ¿no? -Abel lo miró con preocupación. —No vamos a usar esto en la presentación, seriamos la burla del instituto. ¡Miope sal de una vez, quiero acabar con esto!
—Oh vamos Abel, no se les ve mal. De echo se ven sexys. -Daven miraba con diversión a los dos rubios disfrazados de las revistas de playboy. Esa era la apuesta, se le había ocurrido cuando paso por la tienda de disfraces de casualidad, había tres disfraces sexys en el mostrador y quería reírse un rato con sus amigos, la presión que sentía por el concurso los estaba consumiendo, su competitividad mantenían la adrenalina de ser la mejor banda. Además quería ir a un concierto de Bon Jovi con sus amigos.
—¿Qué tiene de sexy ver a Nicolai de gatita playboy? -Alzó la ceja Abel. —Además este disfraz esta apretado.
La dueña del lugar paso discretamente por ahí, Abel se sonrojo de la vergüenza.
ESTÁS LEYENDO
Solo déjame enamorarte
RomanceCarrie está enamorada de su amigo de la infancia. Daven está enamorado de su amor platónico. Ambos se unirán para tratar de enamorar aquellas personas que tanto aman. ¿Podrán enamorar al amor de su vida? Y si es así... ¿a qué costo? Publicada: 30/07...