''CUANDO TE VI'' (UN AMOR INESPERADO)

CAPÍTULO 24 ''CAMBIO DE CLIMA''

Dicen que hay,  3 clases de amor en la vida de una persona:  El primer amor, es ese al que amas con intensidad, lo amas como a nadie en la vida y nunca lo olvidarás; Tu alma gemela, con la que congenias a la perfección, te diviertes, pero es pasajero; y el amor verdadero, que lo amas, pero no con la intensidad del primer amor.

Tu fuiste mí primer amor y mi alma gemela, me hubiera encantado que también seas mi amor verdadero, para poder estar contigo siempre y envejecer los dos juntos, pero me alegra pensar que yo fui el amor de tu vida y tal vez en otro mundo o en otra vida podremos estar juntos.

~Elsa~

CAPÍTULO 24

''CAMBIO DE CLIMA''

Hoy es martes, estoy en el colegio, en aburridas clases de educación física.

No era mala, ni tampoco muy buena en deportes, me gusta jugar tenis, es uno de mis deportes favoritos o mejor dicho el único deporte que realmente me gusta, además de la natación.

Hoy el profesor nos hizo correr seis vueltas a la cancha de fútbol, que parecía 100, mi lengua estaba de corbata, tenía ganas de tomar un balde entero de agua, estaba sudando como un perro — ¿Los perros sudan? No importa, es una expresión— pensé

Parecía recién salida de la ducha, estaba empapada en sudor y para colmo el clima era bastante caluroso en este momento, estaba soleado y muy caliente.

''Estás exagerando, exageradora ''

Era un día alegre, con una cuantas nubes en el cielo, me senté un rato en el césped de la cancha a descansar, me encontraba jadeando ''como perro con sed ja, ja''

— Ojalá estuviera haciendo frío, así no sudaría tanto — pensé.

''Algo que me gusta de la natación es que parece que no sudaras ya que estás mojada''

Por suerte para mí, era la última clase, luego volvería a casa y  me alistaré para clase de natación, idealice cambiar el horario de clase porque estaba tratando de evitar a Jack, por lo ocurrido el sábado en la tarde, en cambio no quería hacerle eso a Anna.

— ¡Señorita Elsa!— escuché y rápidamente voltee para ver al profesor parado a unos  cuantos metros — ¡Levantese! Póngale ganas, son apenas seis vueltas — reprochó — los jóvenes de ahora, teniendo energía no la usan. Alguien que ayude a la pobre anciana — se burló — Joven Jackson sea amable y ayude a la adulta mayor tumbada en el suelo — mandó.

— No sé si eso lo dijo por lo planteado de tu cabello o por tu poca energía...— carcajeo Jack acercándose.

— Como si tu no fueras peliblanco también — contrapuse aún en el suelo.

— A ver esos dos ancianos — nos llamó el profesor viendo que seguíamos sin hacer nada — acoplense a sus compañeros, vamos a hacer polichinelas y cincuenta abdominales — ordenó imponente tocando el silbato.

>> apurense o la edad no les deja — río.

Luego de un momento la clase por fin terminó, pero seguramente también yo terminaría marcurcada el día de mañana, pobre de mí.

Fui a los vestidores y luego al curso por mi mochila.

— ¿Mañana veremos las revistas? — se acercó Mérida a mí.

— Sí, mañana Astrid los recogerá y Lían la acompañará —

— Uy, qué emoción, te veremos en la portada de una revista — chilló emocionada Mérida.