''CUANDO TE VI'' (UN AMOR INESPERADO)

34 ''GALLETAS CON CHISPAS DE CHOCOLATE''

CAPÍTULO 34

''GALLETAS CON CHIPS DE CHOCOLATE''

POV ELSA

— Nos dan órdenes de quitarles las vendas y luego retirarnos.  Dos se tienen que quedar aquí para ayudar — escuché a uno de los hombres que nos custodiaban.

— Entendido — respondió otro.

Retiraron la venda de nuestros ojos y lo primero que vi en frente mío fue dos sillas vacías, busqué inmediatamente a Jack con la mirada.

Los tipos salían por una puerta que divise a lo lejos.

Aquí dentro todo estaba casi oscuro, al parecer estabamos en una especie de cabaña, el ambiente se sentía húmedo,  las paredes eran de madera y el cuarto era bastante  amplio, sin ningún mueble, no había ventanas y solo una puerta al costado en el fondo de la habitación.  Estaba sucio y con algo de paja en el suelo.   Parecía una galería.

— Aquí estoy— emitió Jack, provocando  un momento susto por la impresión.

Me alivie al verlo, también atado en una silla y sin la venda en los ojos, al menos seguía vivo, no tenía ningún rastro de violencia en el cuerpo.

— Encontraremos la forma de salir de aquí o intentaremos negociar con el que nos secuestró — tranquilizó el peliblanco.

— Jack, gracias por estar aquí conmigo y...— se escuchó un ruido estruendoso proveniente de la puerta, seguido de un balazo, nos asustamos  mucho, bueno  yo me agite, no preste atención a la reacción de Jack.

Tuve miedo.

La puerta se abrió lentamente dejando entrar luz, solo alcancé a ver una sombra escabullirse y dejar la puerta entreabierta a su espalda. Pocos segundos  después un foco de luz tenue se encendió, sin embargo no lograba abastecer de luz a todo el lugar, iluminando únicamente el lugar donde se situaban las sillas.

— Alguien viene — avisó Jack.

— En serio, no lo noté — inquirí con sarcasmo.

— Chicos ¿Son ustedes? — preguntó una tercera voz que yo conocía.

Todo el miedo que sentí se esfumó al reconocer la voz entre las sombras.  Mi corazón y mi alma comenzaron a regocijarse y sentí un gran alivió. Como si un peso se me quitara de encima, Jack tenía razón, nos salvamos.

— Que bueno que estás aquí ¿Cómo nos encontraste? — pregunté.

No hubo respuesta por parte de la sombra.

— Ayúdanos a desamarrar nuestras manos  — pidió Jack y agradecí que no fuera una alucinación por parte mía como creí hace algunos instantes.

— Se te ve muy bien la gorra — volvió a decir Jack.

— ¿Cómo ves en la oscuridad? — cuestioné, pues desde donde yo me encontraba apenas podía ver una sombra.

— Desde aquí se ve un poco más claro debido a la penumbra — explicó Jack entusiasmado.

— Entonces sí es quien yo pienso que es — sonreí alegremente y el peliblanco estaba a punto de responder, en cambio fue interrumpido.

— Qué gusto que se encuentren bien, no les hicieron daño ¿cierto? —

— ¿Cómo entraste? — demandé.

— Los guardias de la puerta no fueron gran obstáculo — respondió — seguro se preguntan por qué están aquí. Aunque en todo plan siempre hay variaciones. Se supone que Jack no debería estar aquí. Cuando me dijeron que él también venía tuve que poner otro lugar—