''CUANDO TE VI'' (UN AMOR INESPERADO)

CAPÍTULO 26 '' AMOR ''

CAPÍTULO 26

''AMOR''

— Cómo es posible que ya no estés a mi lado — lamentó abrazando el féretro, con mucha tristeza  y lágrimas en los ojos.

El padre de Elsa asistió al velorio, en cambio no se quedó mucho tiempo, fue a arreglar sus asuntos. En cuanto a Gothel, ella no asistió, por más que quiso no pudo, se sintió enferma. La llevaron al hospital porque se desmayó antes del  velorio, Jack la llevó al hospital.

El alma de Elsa se partió en pedazos al enterarse de la noticia y del por qué su amor no había llegado a su tan esperada cita. No podrán salir más, esa era la peor noticia de todas, ya no podría ver esa mirada, ni esa sonrisa, no podría escuchar esa voz que la calmaba cuando ella estaba tensa.

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Elsa me llamaron del hospital, Lían y Astrid sufrieron un accidente de tránsito al parecer el otro conductor estaba ebrio— esas palabras fueron las detonantes, las que llevaron a Elsa a un estado de ausencia de sí misma. No se dio cuenta de cuándo habían llegado al hospital; en donde las cosas empeoraron al preguntar al preguntar a la recepcionista.

El doctor fue el encargado de marchitar todas las esperanzas que se habían formado durante el camino.

— La chica falleció poco antes de llegar al hospital — comunicó el doctor — el chico acaba de fallecer hace unos minutos — dio la funesta noticia.

Y aquí estaban, en el velorio de Lían, el entierro de Astrid  había sido ayer.

En cuanto todos salieron un momento, Elsa se quedó ahí un instante. En frente del ataúd.

Contemplando aquella figura que nunca más  podrá abrazarla, a aquella figura a la cual nunca pudo decirle  que la quería como algo más que un amigo.

— Abré el féretro por favor — indicó Elsa a la persona encargada de cuidar el ataúd. La persona de la funeraria.

— Pero señorita, yo no... yo... — Balbuceo unas pocas palabras, que fueron interrumpidas por un estrepitoso grito proveniente de esa persona dolida que tenía en frente.

— ¡Qué lo abras ahora! — ordenó prepotente con un pequeño golpe sobre el cajón.

El tipo asustado por tal actitud decidió tembloroso, abrir el féretro, donde yacía ya un pálido Lían, que no era ni la mitad de lo que fue en vida, pero aún así su rostro seguía irradiando calma.

Una vez abierto, Elsa se lanzó sobre aquél cuerpo, abrazándolo y estrujándolo contra su pecho. Con lágrimas cayendo en su mejilla,  entre sollozos y con la voz temblorosa esbozó las siguientes palabras:

— Ya nunca podremos ir a caminar por la playa en pantuflas — terminó de decirle eso y besó una de sus manos heladas.

También entre lágrimas  depósito un tierno y dulce beso en la frente, para después juntar ambas frentes la una contra la otra.  Cerró los ojos y emitió dos palabras que hubiera querido decirlas esa tarde antes de accidente.

— Mi amor — susurró volviéndolo a su lugar inicial, besó dos de sus dedos  y los condujo hasta la boca del difunto. Cerrando así el ataúd.

En ese momento el muerto abrió los ojos bruscamente, sentándose y recobrando el color de sus mejillas.

(Lo siento oopps, no era así ja, ja )

Elsa salió afuera a tomar un poco de aire fresco.