Pokemon Mundo Mega Misterioso, La Mega Aventura

Capítulo 1: El regreso de los elegidos

(1 año después...)

"¡Rayos, llego tarde!" gritó Rex, corriendo para llegar a tiempo a la escuela.

Era muy temprano en la mañana y el antiguo chico elegido, ahora de 11 años de edad, corría para no llegar tarde al primer día de clases. En su mente, le parecía gracioso como aún era descuidado luego de que haya salvado un mundo diferente al suyo. Ahora, en lugar de enfrentar Pokemon poseídos, tendría que afrontar lo más difícil en la vida de muchos chicos: el crecer.

A pesar de que había crecido a aquella etapa, su corazón permanecía siendo el de aquel niño elegido que, junto a sus amigos, lucho sin descanso contra el malvado Darkai. A veces, recordaba una y otra vez aquella aventura y, casualmente, esa fue la razón de que casi no despertara a tiempo aquel día.

"Uff, a tiempo" pensó ligeramente en voz alta cuando ingresó a la escuela al tiempo que sonaba la campana de inicio de clases.

"Tiene suerte, joven Rex" le dijo su maestro cuando le vio ingresar al aula justo cuando él lo hacía, "No se toleran muchas tardanzas, ¿recuerda?"

"Sí, profesor" contestó este con una sonrisa nerviosa. No muy convencido, el profesor le dejó ingresar a clases.

"Hola, Rex" le saludo una chica cuando se sentó en su lugar.

"¿Katie?" preguntó Rex sorprendido, "¿Estás en esta escuela?"

"Sí, pero hablamos en el receso..." le tranquilizó cuando notó la mirada del profesor, atento a comportamientos de parejas.

(Durante el receso...)

La historia de Rex y Katie era corta. Simplemente se conocieron a los 8 años y se enteraron de que tenían bastante en común: ambos eran adoptados. Al principio, como cualquier niño a esa edad, pensaron en la posibilidad que hubieran sido hermanos, pero más tarde, se dieron cuenta que no era así.

"Me enteré de que hace 1 año tu y otros chicos desaparecieron sin más" le dijo Katie en el receso, "Según los reportajes, no dijeron a dónde fueron ni si los secuestraron ni nada"

"Pues... es verdad" respondió Rex, tratando de ocultar aquella información.

"Y... ¿no puedes decirme qué pasó o donde estuvieron?"

"Quisiera hacerlo, pero mantuvimos la promesa de no revelarlo" le explicó Rex, "Digamos... que estuve en un gran viaje con mucha acción, pero la gente le costaría creernos; nos creerían locos o simplemente dirían que mentimos. Además, lo que vimos es algo que debe mantenerse en secreto, para bien"

"¿Para bien de ustedes?"

"No, para bien de los que conocimos en ese viaje... sé que es difícil de explicar, pero debes creerme: es por el bien de otros. Hicimos varios amigos que nadie debe conocer"

"No sé si pueda entenderlo, pero..."

En ese instante, otro chico, de tres veces más complexión que Rex llegó de un lado del patio y se interpuso entre Rex y Katie. Empujó a Rex, haciéndole retroceder. Por fortuna, él había dominado sus reacciones hace tiempo y solo retrocedió, pero se mantuvo firme.

"¡Quita estorbo!" le dijo aquel matón, acercándose a Katie.

"¡Déjame en paz, Martin!" le gritó ella defendiéndose, "Ya no quiero verte ni en pintura"

"Oye Katie..." le respondió Martin, "Sigo siendo tu hombre... ¿acaso me prefieres a mí a que este...?"

Cabe resaltar que Rex tenía una ligera tonalidad oscura en la piel, mientras que Martin era más pálido y de cabello rubio. No obstante, su aspecto diferencia por completo de su personalidad y su complejo de superioridad de raza.