Capítulo 2: La verdad y varias preguntas más

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(Más tarde, por la noche...)

Rex estaba en su casa, sentado en la mesa de su comedor, en la espera de sus padres y escuchando el tic tac del reloj. Sus ojos estaban fijos en el mueble, donde reposaba el Pokephone, el cual ahora era diferente... ¿por qué aquel cambio?

Claro está que esa no era su única pregunta, sino una serie de preguntas que a cualquiera le hacía doler la cabeza: ¿cómo un Dragonite había aparecido en el mundo de los humanos? ¿Por qué atacó? ¿Qué era aquel aro negro que le aprisionaba? ¿Todo este asunto es sobre aquello que le había dicho Mew?

Al menos, un par de preguntas estaban respondidas: el aro negro causaba una especie de locura en el Pokemon. Después, este objeto era de origen humano, pues mostraba signos de tecnología y nunca había visto aquello en el mundo Pokemon. Ahora, con esta información, todo se resumía a que alguien intentaba usar Pokemon para atacar a una figura importante.

"Esto solo ocasionará una guerra entre humanos y Pokemon" se dijo para sí mismo, pensando en las consecuencias, "Alguien los usa como armas de guerra... debo hacer algo"

Pero entonces, recordó a sus amigos y pensó que no debía hacerlo solo. Sí, fue un niño elegido, pero no significaba que sus días de lucha habían quedado atrás, pues la pelea de hace rato demostraba todo lo contrario. Por otra parte, la derrota de Darkai no lo había logrado solo: sus amigos también le habían ayudado. El único problema era que ahora vivía muy alejados en distintas partes de Nueva York.

"Tengo que reunir al equipo" pensó, "Juramos que volveríamos al mundo Pokemon si atraviesa una crisis..."

Justo entonces, un sonido en la puerta le hizo saltar del susto, pues estaba tan concentrado en sus pensamientos que se había despegado de la realidad. Eran sus padres, sus padres adoptivos.

"Hola Rex, ¿qué tal te fue en el día?" preguntó su madre.

"Yo... bien" dijo rápidamente el chico, tratando de ocultar su preocupación.

"¿Te encuentras bien, hijo?" le preguntó su padre, "No has estado en aquel ataque de monstruos que han reportado los medios, ¿no es así?"

A Rex se le hizo un nudo la garganta.

"Bueno..." dijo, pero se detuvo: debía decirles que debía marcharse, ¿Cómo se lo tomarían?

Antes de que pensara de cómo lo explicaría, algo raro sonó: el Pokephone había empezado a emitir un extraño pitido con un brillo blanco, como de una alarma.

"¿Qué suena, cielo?" preguntó la madre de Rex.

"Este extraño aparato..." dijo el padre, tomándolo y entregándoselo a Rex, "Deberías averiguar cómo funciona... ¡aaaaa!"

El motivo del grito fue que, al momento de que Rex lo tocó, este lanzó una luz y salió una especie de holograma que inundó a toda la sala en un tono rosado. Entre la luz que salía directamente del dispositivo, se vio una imagen de Mew.

"¡Mew!" exclamó Rex. Su padre y madre se habían asustado, pero en cuanto vieron que Rex le hablaba a aquel extraño ser que había aparecido, se calmaron un poco.

"¡Rex!" le dijo Mew, "¡Sabía que te encontraría cuando sentí tu energía! ¡Volviste a evolucionar a Charizard!"

"Mew, están ocurriendo cosas extrañas: un Dragonite..."

"Sí, lo sé... de alguna forma, alguien está transportando Pokemon a mundo humano y los controla mentalmente. Es por eso que los necesitamos, debes reunir a los niños elegidos"

Rex miró a sus padres antes de responder: "Sí, estoy seguro de que eso debemos hacer"

"Te contactaré cuando se reúnan todos... Deprisa, niños elegidos..."

Al parecer fue todo, porque la proyección holográfica se cortó. Cuando los padres se recuperaron del susto, le preguntaron a Rex sobre aquello, pues como era de esperar, eran padres preocupados. Este, al no tener más remedio, tuvo que decirles el motivo de su desaparición hace años.

"... y hoy, han aparecido en este mundo" terminó, "Debo irme ahora y reunir al resto de mis amigos, sé que suena algo difícil de creer, pero si me permitieran mostrarles..."

"No es necesario, te creemos" dijo su madre, para su sorpresa.

Rex pareció no entender por unos segundos. Entonces, su padre se acercó a aquel cofre de madera que contenía un amuleto con forma de colmillo: era el mismo del que le había hablado.

"Rex, como te dijimos tu madre y yo, eres adoptado" le explicó su padre, "Pero tu origen, aparte de esto, es mucho más grande. Es hora de decírselo, cariño"

La madre adoptiva de Rex respiró hondo.

"Tuve un pleito con mi primer esposo" explicó, "Era un hipócrita y bebedor en exceso. Murió 1 semana antes de que te conociera, en un accidente de tránsito... Yo me sentía entre las ganas de darle gracias al cielo o llorar por la pérdida. Me sentía sola y andaba por un callejón sin nadie hasta que una tormenta de vientos y truenos empezó"

"¿Una tormenta?" preguntó Rex.

"No era algo natural, eso era seguro. Lo último que supe es que, a pesar del viento, se sentía bastante calor, como si estuviera cerca de un horno recién encendido. Miré al frente y vi una especie de huevo, que emitía tal calor"

"¿Un... huevo?"

"No era ninguno del que se había visto antes. Era tan grande como un balón de playa y era naranja con rayas azules. Pero no solo emitía calor, sino que sentía cómo quería acercarme a él, hacía calor cerca, pero no quemaba en exceso. Alrededor de este, llevaba el amuleto con forma de colmillo que está aquí. Cuando finalmente lo toqué, este se rompió y dentro pude ver algo que se movía, tenía una cola de fuego y algo más..."

Rex sintió su cuerpo congelarse.

"Pero luego, cuando a penas pude verlo, este empezó a brillar y cambió a otra forma más común... un bebé, un bebé humano: esas eras tú, Rex"

Rex casi se desmaya de la impresión y sus padres adoptivos le detuvieron antes de que cayera. Cuando este se recuperó, su madre le dijo lo siguiente:

"Sé que cualquiera podría quedarse impactado por ello, pero... espero que no nos odies por decirte la verdad"

"¿Odiarlos? Claro que no, nunca lo haría y en eso me conocen" dijo Rex, esbozando una sonrisa, "Solo que... ahora hay muchas cosas en mi cabeza"

Lo que hurgaba en su cabeza eran más preguntas: ¿Cómo podía ser? ¿Había llegado del mundo Pokemon? Eso explicaba porqué el aire de aquel mundo le parecía tan espléndido. Pero aún así, ¿significaba que sus padres estarían en aquel mundo? ¿también había alguna relación con aquella marca de nacimiento?

"Hijo" le dijo su padre, "Sé que no eres alguien normal, sino muy especial. Y, si el mundo te necesita, yo no me opondré en que busques a tus amigos"

"Yo tampoco" le siguió su madre, "Pero recuerda llamarnos por teléfono al menos 2 veces al día, para saber que estás bien"

Por un momento, Rex no dijo nada. Entonces, lloró y abrazó a sus padres adoptivos.

"Gracias, son los mejores padres que uno pudiera desear" les dijo entre lágrimas.

Sus padres le devolvieron el abrazo.

(A la mañana siguiente...)

Ese día, Rex no fue a la escuela, pero se levantó temprano con una mochila llena de provisiones empacada por sus padres. Estaba dispuesto a reunirse con sus amigos. Sus padres le acompañaron hasta la salida de su casa.

"¿Cómo llegarás hasta tus amigos?" preguntó su padre, "Si quieres, puedo llevarte"

"No papá, sé que tienes trabajo" le respondió Rex, "Ahora que lo recuerdo, Charizard puedo volar, así que ya tengo mi forma de viaje"

"Mucha suerte, Rex" se despidió su madre

"Gracias mamá..."

Luego de otro emotivoabrazo, Rex corrió hacia el Este con su nuevo Pokephone en la mano, con tal dereunir a sus amigos.

Pokemon Mundo Mega Misterioso, La Mega AventuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora