Imbecil Bonito; Kiribaku ᵠᵘⁱʳᵏˡᵉˢˢ ᵃᵘ

Three.

Debia devolverle la bufanda, eso esa inminente.

Y el pensamiento lo carcomia lenta y dolorosamente.
Aunque nunca lo admitiera, le gustaba tener esa tela.

Aunque ya pronto pasaria la temporada de frio para darle paso al calor abrazador, y no podía traer bufanda en dicho tiempo.
No se le ocurria nada para poder devolverla, y aunque habia intentado en varias ocasiones, todas terminaban en lo mismo.

Con el pasando cerca del pelirrojo sin mirarlo y sin devolverle nada.
Siempre que se acercaba a él sus nervios se disparaban, tanto que no podia ni mirarlo.

Se sentia jodidamente frustado, habia pasado un mes y segui sin poder dirigirle la palabra o hacer contacto con el.
Y se sentia detestable.

Nunca habia comprendido ese sentimiento de "crush" en alguien a la distancia.

Era fácil, te acercas, saludas listo, terminado.
Pero ahora que el estaba en esa situación, comprendia a la perfección a su amigo cara de enchufe, era una patada en el culo.

Prendió su cigarro para poder darñe una calada y relajarse un poco, debia organizar bien sus pensientos, además de que pronto vendría la temporada de examenes y tenia trabajo.

No podría salir a la misma hora de siempre para irse a pendejear a algun lado de la ciudad en su motocicleta.

A veces desearia ser como sus amigos, que hablaban con todo mundo y no tenían preocupaciones, tal vez ellos tendrían oportunidad con la persona que les gustara fácilmente...

Recargo totalmente su peso en su moto, haciéndose para atrás fumando de nuevo, era un dolor de cabeza pensar en sentimientos.

- Hola. - la voz lo sobresaltó haciendolo levantar au cuerpo. - Creo que debo dejar de saludar cuando estas desprevenido. - una suave risa se metio en sus oidos, haciendo retumbar su cabeza.

Levantó la mirada, y al apenas divisar al portador de tan linda voz, su cara de calentó.

Estaba ahi, Kirishima estaba ahí...

¡A la verga!

Se levantó en seguida, apoyandose bien en su vehículo, tratando de poner la cara mas seria y "cool" que podia.

- Mhm... -

- ¡Veo que te a servido mi bufanda! ¡Me alegro mucho! - se acercó haciendo que su cuerpo se tensara. - El frio nunca me a afectado mucho, es un don que tengo. - expreso juguetonamente el pelirrojo, mirandolo y colocándose frente a el. - ¿Como te llamas? ¡Yo soy Kirishima Eijiro, un gusto!

El rubio le miró, si que era un hombre guapo.
La imagen del chico llevaba en su mente ya demasiado tiempo, y al parecer se la sabia de memoria.

Mandibula ancha, sonrisa grande al igual que sus ojos borgoña alargados, pequeñas y robustas cejas rojizas, con dientes un poco mas afilados de lo normal, cabello rojo vibrante peinado de distintas formas, desde en punta hasta una pequeña cola de caballo, pasando por el cabello suelto.
Piel morena, y complexión ancha, grande, y fornido, lo normal es un jugador de fútbol americano.

Era un hombre guapo, y aunque nunca lo habia notado, su personalidad lo ayudaba muchísimo para verse aun mas amigable.
Su cara de por si te hacia pensar "Chingao' que buen tipo."

Pero cuando salian al menos dos palabras de su boca, pensabas: "Demasiado bueno".

Hasta su voz inspiraba confianza, no demostraba hipocresía, o egocentrismo.

Una voz masculina, fuerte y contundente, pero sumamente amable y afelpada.

Mierda, si habia caído.

Se golpeó internamente ante tales pensamientos, frunciendo su ceño.

- Hey, ¿Estas bien? - Kirishima ladeo su cabeza sonriendole con tranquilidad, mirandolo tan...

- Si. ¿Por que no lo estaría? - contestó.

Mierda, eso sonó muy duro, ¿Habia sonado muy grosero? No habia sido su intención, raramente.

- ¡Muy bien, amigo! - el moreno le golpeo suavemente el brazo, riendo nuevamente.

- ¿No te duele la cara por sonreir siempre? - eso fue tan lanzado que en su mente imagino 200 formas de matarse ahi mismo, ¿Por que dijo esa mierda? Maldita sea.

Por el contrario de como imagino, la cara del alegre individuo frente a el no mostro enojo, sino que rió aun mas ante el comentario.

- Hombre, eres la primera persona que me lo dice asi, ¡Jaja! - pausó un poco para reir. - Hay muchas personas que quieren que les sonrian, y a mi me encanta estar de buen humor... - cuando sonrio, sus ojos se achicaron, haciendo su cara adorable.

"Hay personas que quieren que les sonrian."

Nunca pensó en eso.

-Tengo que ir a mi entrenamiento, ¡Nos vemos! - con su brazo izquierdo rodeo su costado, abrazando levemente y dándole palmadas suaves en la espalda. - Tu sonrisa debe ser genial, trata de mostrarla mas a menudo, hay personas a las que una sonrisa les alegra el dia.

El otro murmuro algo que no entendió, sacandolo de onda.

- ¿Mande? - acercó su oreja.

- Mi nombre es Katsuki, Bakugo Katsuki... - repitió con el rostro hirviendo.

- Oh, es un placer Bakugo. - sonrió por ultima vez, se dio la vuelta y se marchó.

Su dia habia pasado de agotador a reparador en tan solo unos minutos, ya no necesitaba ese cigarro.

lindo.