Capítulo 11

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Hanna

Cuando volví a abrir los ojos estaba en una sala extraña, no la reconocía, lo único que veía eran unas cortinas y la camilla donde estaba tumbada, ¿acaso estaba en el hospital?

- ¿Hola? ¿Hay alguien? - pregunté

- Sí - Un chico corrió la cortina y se acercó a mí.

- ¿Quien eres? - dije alejándome de él

- Tranquila, soy un compañero tuyo, vamos a varias clases juntos, me llamo Thrut

- Em...yo Hanna - le dije timidamente

- Lo sé - me dedico una sonrisa de lado - ¿Quieres que te traiga algo? - me preguntó

- Hum...¿un zumo?

- ¿De que?

- De manzana, és mi favorito.

- Bien, pues ahora te lo traigo - se fue hacía la puerta y desapareció.

Thrut era muuy amable, me había caido bien, su aspecto no parecía de un vampiro, era más calido, tenía el pelo blanco, pero sus ojos marrones, y una sonrisa taaan tiernaa, agh era imposible no fijarme, era más alto que yo, normal, viendo lo tapón que soy, mira ahí viene.

- Ten, tu zumo - me lo dió y yo lo tomé

- Muchas gracias de verdad - le dije

- No me des las gracias, la verdad ibas a morir si no llego a darme cuenta

- ¿Que? - que estaba diciendo, no me cuadraba

- En la biblioteca, te traje aquí, a infermeria, porqué estabas muy grave.

¿Entonces la figura que vi era él?

- Em... yo... no se como agradecerte, de verdad, muchas gracias - me intenté levantar.

- Espera te ayudo - me agarré a su brazo y me levantó, estaba descalza, y el suelo estaba frío.

- ¿Y mis zapatos?

- Ya te doy unos yo, ¿como los quieres? - me preguntó

- Ah, pues no se, ¿para usarlos todo el tiempo y donde sea?

- Perfecto - Chasqueó los dedos y unos zapatos, parecidos a las converse aparecieron delante de mi.

- ¿Como has hecho eso? - acababa de hacer aparecer unos zapatos como si nada

- Cosas de magos - soltó una risa y yo me puse enseguida los zapatos

¡Era imposible eran de mi talla!

- Em...bueno...¿quieres que vayamos a dar una vuelta?

- ¿A donde? - me preguntó

- ¿A los jardines?

- Bien, vamos

Empezamos a caminar, me di cuenta de que tenía una herida en el cuello

- ¿Oye esa herida? - le pregunté preocupada

- No te preocupes - me dijo algo seguro

- ¿Quien te ha hizo?

- Luke.

¿Cómo?

Luke había...¡¿que?!

- Se pensó que quería hacerte daño y me araño, pero no es nada, no te preocupes, ya esta sanando -me dijo sin mirarme a la cara.

- Bueno, igualmente hablaré con él.

- Ya hemos llegado - Me agarró la mano y empezó a correr - ven, vamos a los columpios!

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