Capítulo 17

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Hanna

Me desperté abrazada a él, me puse de pie y entonces mis piernas fallaron y me caí al suelo.

- Mierda - mascullé en voz baja

Luke se asomaba por el borde de la cama y soltó una carcajada.

- ¿Es cómodo el suelo? - me preguntó

- Ayúdame

El extendió su mano y me agarré a ella para impulsarme hacía la cama, mi cabeza iba a mil por hora, intentaba encontrar alguna solución al fallo de mis piernas.

- Me voy a duchar - suspiré y me levanté, me quedé quieta para ver si me caía o no, aproveche para encerrarme en el baño y meterme en la bañera.

Abrí el grifo e iba a coger el champú pero cuando me agaché para agarrarlo me caí de nuevo.

Solté un grito y pocos segundos después Luke abría la puerta de golpe.

- ¡Hanna! - se agachó para ayudarme

Ya se había vestido, llevaba unos pantalones pero el torso desnudo.

No quería que Luke se preocupara porqué no podía andar, así que decidí inventarme una excusa

- Me he dado un golpe en brazo - dije haciéndome la dramática.

- No lo tienes dislocado - dijo mientras lo movía con cuidado - creo que solo te saldrá un moretón

- No puedo ducharme, ¿me ayudas?

Luke bajó la cabeza de la ducha y luego cogió el champú, me puso un poco en el pelo y luego empezó a masajear. Luego me lo aclaró con agua.

- Ponte de pie - me indicó mientras cogía el gel de cuerpo

Oh mierda, y ahora que hago

- ¿Hanna me has escuchado? - me levantó el mentón y me miró a los ojos.

- ¿Que te preocupa?

- ¿A mi? Nada - dije mientras desviaba la mirada.

- Hanna, tenemos una unión de sangre, puedo ver lo que sientes solo con mirarte a los ojos.

- Es que... - No se como explicárselo - mis, mis piernas no se mueven, son gelatina.

Se quedó muy quieto y en silencio, el ambiente del baño se volvió tenso.

- Mierda - dijo algo nervioso.

Cogió el gel de cuerpo y me puso un poco en las palmas de las manos con algo de urgencia.

- Lávate de las caderas para abajo yo te lavo de caderas para arriba

Y eso hize, pasaron 5 minutos y luke me tenia envuelta en una toalla sentada en el borde de la cama

- ¿Porqué no me lo has dicho? - dijo mientras se paseaba por la habitación nervioso

- No quería preocuparte - agache la cabeza avergonzada.

- Hanna por dios, estas así por culpa mía, también debo saberlo - dijo mientras se sentaba a mi lado.

Y otra vez echándose toda la culpa a él.

- Pero yo creo que podré caminar ¿no? - en mi voz se notaba algo de preocupación

- Claro que podrás, el problema es que no se como decírselo a tus padres Hanna, tienes que estar dos días en reposo y si ellos se enteran del porqué nos matarán.

- Bueno, ¿puedes pasarme el vestido verde de mi armario? Quiero vestirme.

- Claro - respondió mientras se levantaba de la cama

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