2: Late

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Un líquido frío en su mano hizo que abra sus ojos.

Miró a todos lados, encontrándose con la televisión encendida, el sol brillando por la ventana y a Jeno abrazando su cintura, completamente dormido.

Alcanzó su teléfono, y al ver que marcaba las 7:30 a.m. no le importó una mierda despertar al joven sobre él.

Desesperado comenzó a buscar sus pantalones, su camisa, la corbata y agradeció que el saco estuviese colgado.

Jaemin ignoró que Jeno tenía una graciosa cara de impresión, agregándole que recién se levantaba.

—¿Qué haces?

—Tengo clases. Imbécil.

—Wow, wow, cálmate— tomó asiento.

Como pudo ató sus cordones, tomó su bolso y podía dejar que Renjun le haga el nudo de la corbata.

—Si vas apurado, todo te saldrá mal.

—¿No piensas ir a clases?

—Tengo a las 9:00— sonrió encogiendo sus hombros.

Los alumnos de abogacía eran tan afortunados.

Siguió dando vueltas, arreglando medianamente su cabello, buscando su calculadora y su saco.

—No estés enojado, sólo nos dormimos viendo películas y tomando helado. Boom, rimas otras vez.

—Adiós— dió un portazo y comenzó a correr.

Bajó rápidamente las escaleras, esquivando a todas las personas a su paso.

Cuando empujó las dos puertas, miró su reloj y no escuchar la campana lo mantuvo "tranquilo".

El pequeño comenzó a correr, pues tenía que pasarse casi todo el campus.

Tenía claro que posiblemente no llegue y sólo pase un momento de "vergüenza" (todos alguna vez lo pasaron) frente a su clase.

Faltaba poco, muy poco para poder zafar de una hazaña como llegar tarde. Hasta que alguien tironeó de su bolso, provocando que caiga al instante.

—¡Lo siento, lo siento! — escuchó una voz muy familiar entre el aturdimiento.

Ya le valió su clase. Se había golpeado la cabeza, y todo su cuerpo le dolía.

Sí, adelante, díganlo. Era un bebé hecho de porcelana.

Tomó asiento con ayuda de esa persona y tocando la zona golpeada, suspiró.

—¿Había una necesidad muy especial para hacer eso, Noona?

—Te he dicho miles de veces que odio cuando eres respetuoso. Levántate— lo ayudó—. O bueno, que me digas "Noona" me hace sentir vieja.

—Lo olvidé— acomodó su bolso y exageró en el nombre—. "Irene".

—Mejor— sonrió la chica—. ¿Ahora sí vas a decirme por qué corrías como loco?

—¿Y tú por qué me tumbaste?

—Dah. Johnny está hablando con el grupito de estúpidas y el director.

Cerró sus ojos—. ¿Ósea que me vestí rápido, seguramente tenga medias distintas y por poco pierdo mis pulmones por nada?

—En otras palabras— sonrió—. Vamos a sentarnos, imagino que tienen para rato. 

Ambos jóvenes caminaron hasta algunas bancas vacías y tomaron asiento.

𝑹𝑶𝑶𝑴𝑴𝑨𝑻𝑬 𝑳𝑰𝑲𝑬 𝑯𝑰𝑴  (NOMIN) AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora