Jaemin no quería a nadie más que Jeno como roommate.
Primer año de economía, primera fiesta. Jaemin disfrutaba con sus amigos, hasta que se topó con su compañero de cuarto, al que nunca dió importancia por su popularidad y sobre todo por ser tan coq...
Sábado, y una gran tormenta despertó a Jaemin, en la madrugada.
No era nada fan de los truenos.
Abrazó las mantas y cerró sus ojos, tratando de evadir los fuertes sonidos.
Y el hecho de pensar que en serio tendría una cita con Jeno hicieron que prácticamente se olvide aquel clima.
Seguía impresionado que en serio su Hyung logró que diga que sí tan rápido.
Pero le molestaba que no le dejen hablar...
No comprendía exactamente que pasaba, pues en los últimos días, le prestaba más atención (evadiendo el tema Mark)
Pero como decía Irene, sabía que alguien como él era las dos caras de la moneda, y hasta no estar seguro, no podía permitirle nada a su corazón.
Cedió un par de cosas, como verlo de camisa arremangada, admitir que era lindo, y disfrutar su primer beso de 4 segundos antes de golpearlo.
¿Qué faltaba? ¿Que le guste? Jaja.
Tenía su mente clara y concisa.
Pero entonces los truenos volvían.
Al ser las cuatro de la mañana, estaba más que obvio que Jeno volaba por los aires en su sueño. Entonces se levantó en busca de su pato de peluche que Chan le había obsequiado.
Lo abrazó profundamente, le traía buenos recuerdos de la secundaria y esos tiempos.
Ahora estaba en la universidad y en un lío amoroso con un popular.
Quién lo hubiese pensado.
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—Y ahora Donghyuck está pésimo— terminó de contar Sungchan, hacia Jisung y Renjun, quienes estaban todos en la habitación del mayor.
—Joder, qué desmadre— rió Chenle—. Pero no es gracioso.
—No podemos hacer mucho— dijo Jisung—. Es decir, Mark no sabía nada, Donghyuck ahora tiene que decidir si hablar o buscar alguien más.
—HyunJae me dijo que Eric hablaba de él últimamente— mencionó Renjun.
—Dejen de manipular la vida amorosa de Donghyuck— Shotaro tomó asiento junto a Sungchan—. Ya basta. Mejor hablen de Nana.
—¿De Nana?— Jisung soltó indignado—. Gran idea Shotaro, hablemos del chico que está a nada de salir con el que causa problemas a todo el campus.
—¿Con problemas te refieres a Mark?— preguntó Chenle totalmente desatento a la conversación.
—¿Y a qué más?
—Buen punto— admitió el rubio mayor—. Pero... No, sí, tienes razón.
—No había pensado en Na— admitió Sungchan—. Dios, no me urge pensar que Jeno juega con él.
