12: We're here

336 37 0
                                    


Ya era miércoles, su segunda semana estaba por terminar, y desde aquel suceso, no volvió a salir.

Se sentía culpable por ignorar los mensajes de Jeno, dejar que su teléfono suene en las llamadas.

Era duro, claro que lo era.

Y esos días alejado de todo no le hicieron olvidar ni un poco.

De hecho, lo extrañaba cada vez más. Y así se dormía llorando.

No dejó de abrazar a Jaeno.

No dejó de comer peperos.

No dejó de sentir aún la piel de su pecho en su mano.

Olvidar era más difícil de lo que pensó. Porque, ¿Cómo desaparecer a una persona que le hizo tan bien?

Sus amigos recibieron millones de excusas y falsos "estoy bien", así se quedaba ahogado en sus propias penas.

Siempre le pareció muy inmaduro el hecho de que alguien esté meses llorando por alguna persona; y ahora se daba cuenta lo difícil que era eso de superar.

Su teléfono vibró, y de seguido, su cuerpo.

Tenía miedo de ver quién era, y sintió algo de calma al leer Llamada Entrante de Sungchan Hyung😎

Sin más pelos en la lengua, respondió, no tenía que ocultarse más, no a sus mejores amigos.

—¿Sí, Hyung?

—Hey, Nana. Sabes, estoy cerca de tu casa, solo, ¿Quieres ir por algo? Lo que sea, necesito verte.

—Claro; estaré fuera.

Cortó y decidió que era hora de soltar todo.

Se miró al espejo, miraba internamente, trataba de visualizar su corazón roto, y de alguna manera, sanarlo.

Sabía que en la charla con Sungchan soltaría todo, y lloraría más que nunca; pero necesitaba un poco de amor, y qué mejor de su mejor amigo.

Bajó las escaleras y esperó sentado frente a su puerta.

Verlo caminar ya sonriente le dió algo de calidez a su corazón; necesitaba esto.

Caminó hasta él y se hundió en sus brazos. Por fin, tranquilidad.

—Andabas muy perdido, Nana— sobó su cabello—. ¿Hablaremos, no?

—Mucho— se separaron—. Demasiado, para ser sincero.

—Sabes que no tengo problema— comenzaron a caminar, Sungchan dejó su brazo alrededor de los hombros de Jaemin—. ¿De qué se trata?

—De que estoy enamorado— su voz quebró un poco al mencionarlo, le daba tanta rabia hablar de eso.

—¿Cómo... De Jeno?

Ese nombre antes le causaba mariposas, pero esas mismas ahora son como cuchillos en su estómago y pecho—. ¿Y de quién más?

Cuando llevó su mano para cubrir sus ojos e intentar no llorar, Sungchan se dió cuenta al instante, no necesitaba explicaciones.

Sentía lástima por su pequeño amigo; él era tan buena persona y tan noble, que la injusticia de la situación lo mataba.

Sobó sus hombros, un abrazo lo haría llorar más. Limpió con el pulgar, suavemente sus ojos y levantó su mirada.

—Tú eres valiente, vas a hablar con Jeno y sé que las cosas quedarán como debe ser. Él pudo haberte llevado a donde sea, pero sabemos que no está listo para un sentimiento así; dale tiempo, deja las ilusiones, quien sabe no se reencuentran. Pero Nana, ante todo está tu bienestar, ¿Está bien? Descuida, no será fácil, y es por eso que estaré aquí para lo que sea.

—Lo sé— asintió—. Pero no quiero que se termine— negó—. No quiero a Hyung lejos, no quiero ver la cama de nadie más en la habitación de la universidad; Sungchan Hyung, necesito de Jeno, ¿Entiendes? Ese es el problema.

—Bebé, sé que podrás con esto. Sé que es la primera vez que sientes algo así, y es complicado, porque te tocó una persona difícil; tal vez continúen una amistad, pero no lo esperes.

—Es que no sé qué decirle— bufó—. En pocas palabras, ¡No quiero que se vaya!

—Si se va, es un imbécil.

—¿Y si siente lo mismo y nos estamos haciendo la cabeza?

—No lo niego, puede ser si me dices que te ha llamado millones de veces, y cuando te decía que iba a tu casa, tu "no estabas". Es una posibilidad, pero no hay manera de saberlo si no le hablas.

Suspiró y dejó su frente en el hombro contrario.

—¿Ya te sientes mejor?

—Algo— se enderezó—. Sigo creyendo que no estoy listo.

—Nadie está listo para decirle a una persona sobre enamoramiento, es difícil. Sólo dile la verdad.

Sabía que pocas palabras de Sungchan lo harían sentir más aliviado, no era necesario una charla de horas y horas.

Porque el joven le hablaba con su corazón, y se sentía mucho.

Siguieron caminando, mientras descifraban al amor.

Sungchan tenía una respuesta; Osaki Shotaro.

Jaemin también; Má-ten-me.

El sendero repleto de árboles tuvo mucha influencia en despejar su mente.

Sí, prácticamente estaba cagado; pero con Sungchan, todo mejoraba.

No pasó mucho para que llamara al resto, porque sabía que de todas las payasadas que hacían, él la pasaría bien.

Y dicho y hecho.

Esta vez fueron al pool, y Chenle volvió a apostar contra Renjun, otro helado y otro golpe a Mark.

Concluyó en que el novio de Jisung quebró el palo, y salieron corriendo. Cuando se dieron cuenta, tampoco habían pagado; gracias al ingenio y tranquilidad de Shotaro, abonaron y salieron pitando.

Un poco raro ver ocho jóvenes por la calle, todos sobre uno; Jaemin.

La cereza sobre el pastel, fue darle alcohol a Jisung.

¿Para qué?

El vodka y él se llevaban tan mal.

Era muy común que diga bobadas, pero se había pasado.

Nana no podía más; mientras su estómago dolía al decir 'Jeno' ahora le dolía de toda la risa que le provocaban.

Tenía los mejores amigos, sin dudas.

No faltó el hecho de que Mark corra quién sabe cuántas cuadras cuando Renjun encontró una rama.

Tampoco que molestasen el romanticismo entre Sungchan y Shotaro.

O que Chenle exprese tanta "alegría" por soportar a su novio borracho.

Era de locos, y le encantaba.

En resumen, fue de los mejores días de su vida.

Pero aún así, sabía que se acercaban los peores.

Pero aún así, sabía que se acercaban los peores

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝑹𝑶𝑶𝑴𝑴𝑨𝑻𝑬 𝑳𝑰𝑲𝑬 𝑯𝑰𝑴  (NOMIN) AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora