Sempiternal: Falling || BOOK 1#

23. Reuniones agrias y sangrientas

Namjoon consigue salir de la tienda tal como Yoongi lo hizo. Los pies le duelen de forma que nunca habían hecho. Es terrible, pero pasado el tiempo y gracias al frío, puede aguantarlo un poco. Mentalizarse que es como esas agotadoras e inacabables sesiones de aprender a bailar. Mientras más cotidiano lo hace, más fácil es de sobrellevar.

Sabe que Yoongi volverá aquí, así que es un punto en común. Con suerte si encuentra algo o a alguien. Jin, Taehyung y Hoseok deben estar cerca. Considerando que debieron seguir la autopista y bien, la central no está tan lejos. Se frota los brazos y camina lo más al norte de su posición. Guiándose con las señales de tránsito y manteniéndose donde la luz del sol impacta más, es capaz de llegar hasta la entrada de otra carretera.

Sopla entre sus manos y empieza a caminar entre medio, mira de soslayo lo más relevante. Lo que se veía reciente y pueda significar que es de Jungkook. La nieve complica la materia. Es tan densa que en algunas zonas cubre de todo. Namjoon no se atreve a andar donde le pase de los tobillos, pues puede haber un cuerpo escondido debajo.

No hay infectados notables y debido a su paso silencioso, en la luz, tampoco va a poder verlos. Cuando una nube cubre el sol en el cielo, Namjoon se dirige a una tienda y cierra la puerta con cuidado. Suelta un profundo respiro. El silencio continúa afuera y a pesar de la ligera oscuridad, no hay nada moviéndose afuera.

—No debería haber problema si no llamo la atención, reaccionan al sonido y odian el frío ¿No? —se cuestiona a sí mismo. Decide tomar el riesgo de salir y seguir caminando sin llamar la atención de ninguna manera.

Lo cual ¡Funciona! Elude lugares donde nota que hay cúmulos de infectados. La nieve ayuda a que no haya ruido en sus pasos. Se da cuenta de que hay nieve manchada de sangre y una puerta que destaca por encima de las demás, tiene trozos de madera incluso desde fuera. Intenta abrirla, no lo consigue, fuerza un poco más. Da un par de toques y no consigue respuesta. Entrecierra los ojos, hay papeles tirados en el suelo y en un pequeño error, patea algo.

Compunge la expresión. Entre asco y confusión. Es un cadáver que luce relativamente fresco. Arrima nieve con el pie para taparlo. Siente un poco de presión. Quizá porque se transformó y apenas su mano puede agarrarlo. Siendo así, el cadáver del piso no tiene capacidad ni de sujetarlo bien. Apenas rasguñando las botas que Namjoon usa.

—Kookie ¿Estás ahí adentro?

~ * * * ~

Entreabre los ojos, escucha unos toques en la puerta y por miedo, se decide quedar quieto. Los vuelve a escuchar, un poco más insistentes. Se arrastra por el suelo con la intención de ir a meterse debajo de una de las mesas que hay. Sin embargo, sus movimientos lentos se detienen un breve instante por el siguiente sonido:

—Kookie ¿estás ahí adentro?

Se levanta a toda prisa y va a la puerta, esforzándose para abrirla y encontrando a Namjoon al otro lado. El mayor da un suspiro de alivio al verlo. Jungkook moquea y estira los brazos, acurrucándose en Namjoon al instante para buscar consuelo. Namjoon lo hace entrar para poder abrazarlo mejor y sin riesgo de que algo venga a molestar. Le da varios besos en la cabeza.

—Tranquilo, ya está bien. No nos separaremos de nuevo ¿Vale? —Jungkook no le responde, sollozando con fuerza—. Tenemos que irnos de aquí a buscar a los demás. Toma lo que puedas y vamos. —Incita dándole palmadas cariñosas.

Tuvo que hacerlo él, Jungkook no lo deja de abrazar así sea por la espalda. Parece muy asustado de apartarse. Namjoon llena una mochila que encontró. Aprieta todo lo que pueda entrar y hasta lo que no. Lo guarda en sus bolsillos, en los de Jungkook, abre un paquete de malvaviscos y lo devora prácticamente todo antes de ir a la puerta.