17. Urgencia de avance

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—Y sigue sin haber electricidad.

Jungkook sube y baja el encendedor sin que haya resultado en lo absoluto. Es un día bastante decaído y oscuro, la nieve que cae empieza a ser algo torrencial. Se acerca a la ventana, abriéndola para asomar medio cuerpo hacia abajo. Todo se ve desolado. No hay ni una sola pisada en el suelo. Cualquiera pensaría que no hay nada por ahí.

Su corazón da un vuelco por el empujón, pero al mismo tiempo hay un agarre en su abdomen y cintura. Al entrar de nuevo, con algunos copos de nieve en el cabello, Taehyung le sonríe, siendo quien lo empujó para bromear un poco. Que no se note que Jungkook no durmió nada. Fue el primero en levantarse.

Al entrar del todo, Taehyung le toma de la cara y le da un par de besos en los labios.

—Los demás están dormidos. Podemos ir a revisar el resto del edificio. Tomar algunas cosas. Estoy con las nalgas planas de tanto sentarme en el auto—Jungkook se ríe, apretando la nariz. Que forma tan casual de decir que quiere caminar un poco—. ¿Vamos? Antes de que lo noten. Podríamos hacerles el desayuno. —propone el cantante y Jungkook asiente, metiendo las manos en los bolsillos de su pantalón.

—Sí, andando, también quiero caminar un poco.

Jungkook se pone los zapatos de nuevo y un pantalón más cómodo. Debido al frío usan pantalones deportivos de tela gruesa. Cierran la puerta con cuidado tras ellos, bajando las escaleras hacia el piso de abajo. Dan un par de toques a la primera puerta que se cruzan y a falta de reacción, entran sin pensarlo.

— ¿Has pensado en como estarán nuestros padres? —pregunta Taehyung abriendo los estantes de la cocina—. Que quizá ni siquiera estén vivos ahora.

—Lo he pensado, pero quiero creer que ellos sí pudieron ser evacuados a tiempo. —admite Jungkook tomando una bolsa de oreos. La abre y empieza a comer. Le ofrece a Taehyung que se mete dos a la boca—. A nosotros casi nos evacuan a tiempo.

—Sí... fue un mal tiempo—murmura Taehyung apilando lo que pueden quedarse—, pero no dejo de pensar que... incluso si están allá... ¿Cómo se enterarían? Hacia un tiempo que había problemas con la señal. Quizá no saben nada.

—O quizá están en... No sé. Canadá.

Entre ellos, se han decidido a no habla mucho con respecto a sus familias. Es lo que les ayuda a mantener la idea de que solo aquí está pasando. Que tal vez en la región norte del país todo está bien. Taehyung se imagina a su mamá en casa, preguntándose si estará bien, si lograron ponerlo a salvo...

Quiere pensar que está donde siempre y nada más.

A pesar de que sus miedos profundos, los que le impiden dormir, no hacen sino hacerle mil y un imágenes de cómo esta tirada a mitad de una calle, con una persona comiendo su estómago y otro deshaciendo su rostro a mordiscos. Se le cae un frasco con azúcar y se rompe en el suelo. Taehyung rasca su frente y respira profundo.

—Tae-

— ¿Y si ninguno está bien? ¿Y si nadie llegó a ayudarlos?

Jungkook se queda con las mejillas llenas de galleta. No le responde con nada. No sabe que decir. Cualquier posible argumento será terrible. Taehyung da otra inhalación prolongada y exhala con otro comentario:

—Quizá Jimin es lo que nos queda y quiero llegar con él. Antes de que no esté.

—Yo también quiero llegar rápido con el—dice Jungkook algo crispado—. Él... Él vino de repente, con un pastel, celebramos mi cumpleaños como si nada y ¡Se fue de repente! Debí insistirle en que se quedara. Si lo hubiera hecho, quizá estaríamos todos juntos ahora. Incluso si es tan mal, no me importaría.

Sempiternal: Falling || BOOK 1#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora