Jaemin siempre fue un buen niño, desde pequeño adoraba cuando decían halagos a su persona. Sobre lo amable que era, lo bueno, lo adorable, lo lindo... todo. Tal vez por eso le gustaba hacer las cosas que otros podrían aprobar como "correctas".
¿Pero que era exactamente lo que esta moralmente correcto en este mundo?
Para un pequeño Jaemin, hacer caso a sus padres, podría comenzar por ahí.
Sin embargo, también era catalogado como alguien curioso; por esa misma se extrañó mucho cuando sus padres le prohibieron relacionarse con los vecinos que se habían mudado recientemente a la casa de al lado, no parecían malas personas a la vista de Jaemin y por eso decidió preguntarles un día el por qué. Su madre fue la que pareció más preocupada.
-Solo... solo creemos que no serían una buena influencia para ti, cariño.- Su madre le sonrió y Jaemin asintió.
No fue una respuesta que lo dejo completamente satisfecho pero tampoco estaba muy interesado en conocerlos, era un niño después de todo, así que Jaemin no le tomaba mucha importancia a las cosas.
Pero eso no evito que prestara atención a pequeños detalles sobre sus misteriosos vecinos. Como por ejemplo: la casa de al lado casi siempre estaba cerrada, las ventanas nunca estaban abiertas, y no eran personas muy sociables, o eso les decían sus padres. Jaemin hasta llego a pensar que eran personas muy malas y que por eso no conversaban con nadie en el vecindario; y siendo honesto, a Jaemin no le interesaba tratar con personas así.
Pero todo fue súper distintito cuando por cosas del destino, conoció a unos de sus vecinos, y era todo lo contrario a lo que se imaginó. Un día como cualquiera, pero que lo recuerda perfectamente.
-¿Tus padres aun no llegan?
El pequeño Jaemin de unos once años, no reconoció la voz cuando la escucho, por eso tuvo que levantar la mirada para poder darse cuenta que se trataba de uno de los chicos que vivían en la casa de al lado.
Sabía quién era, lo reconocería donde fuera. Era el que más le llamaba la atención de ellos ¿Por qué? Simple. El chico tenía una sonrisa muy bonita, cálida y amable.
-No, aún no han llegado.- Respondió haciendo una mueca.
Se suponían que sus padres habían viajado a Ulsan y vendrían antes de que Jaemin llegara de la escuela, pero ya iban a ser las 6 y aún no había señales de su aparición. Su hermano mayor, Mark, estaba en Canadá visitando a su padre biológico y no volvería sino hasta una semana después. Por eso había estado casi una hora, solo, sentado en el porche de su casa esperando que sus padres llegaran.
-¿No quieres venir a mi casa?- Señalo hacia su derecha. -Puedo darte algo de comer mientras esperas, debes estar hambriento.
El estómago de Jaemin rugió en aprobación por la sugerencia y eso hizo que sus mejillas se calentaran, y aunque estaba levemente avergonzado, fue lindo escuchar la risa del mayor. La verdad quería decirle que no, pero estaba cansado y hambriento, así que tal vez por eso asintió. El mayor automáticamente le tendió la mano con una sonrisa, haciendo que Jaemin, la aceptara gustoso, para luego ambos caminaran a la casa.
Jaemin observo todo el lugar, muy curioso de lo que encontraría y todo fue muy distinto a lo que se imaginó que seria. La casa de su vecino parecía sombría por fuera, pero era muy cálida por dentro, hasta diría colorida. Había algunas plantas en el lugar y eso la hacía más cómoda, los sofás eran bonitos y había muchos cuadros por el lugar, sobre todo de sus vecinos, casi siempre de todos juntos.
El mayor lo llevo hasta la cocina donde le preparo algo para comer mientras le platicaba muchas cosas que a Jaemin se le hicieron muy interesantes, e incluso le pregunto muchas cosas a él. Fue una conversación increíble.
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Silencio (Markhyuck, Noremin)
Fanfiction"No hay nada peor que te guste tu mejor amigo. No hay nada peor que te guste el novio de tu hermano. No hay nada peor que te gusten dos chicos al mismo tiempo." Agradecimientos a la portada para mí linda @Moonie_11_