Capitulo 5

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Haechan necesitaba una bocanada de aire antes de que terminara por explotar. El señor Choi siempre lo sacaba de sus cabales insinuándosele con un coqueteo tan barato y desesperado, o invitándole a lugares como bares, restaurantes y otras cosas que Donghyuck preferiría rechazar desde un principio.

Hacía como tres hora que había dejado el hotel-restaurante y aún así la molestia y amargura seguían presente.

Justo en este momento estaba caminado por los pasillos de su universidad. Se suponía que solo perdería la primera hora, pero como se comportó como un niño mimado se saltó las dos clases que tendría hoy.

Quería irse directamente a su casa, pero sabía que Jaemin lo regañaría por haber faltado las dos clases cuando se suponía que solo sería la primera. Así que decidió esperarlo, él aún tenía otras clases que ver así que decidió ir a la cafetería de la escuela donde compraría algo para picotear ya que apenas eran las 11, y el esperaría a su novio quien salía a las 12.

Cuando llegó a la pequeña cafetería que quedaba en el área de medicina observó que no había mucha gente, era de esperarse, aún no es hora del almuerzo.

Fue hacia dónde la cajera y ordenó un panecillo con un jugo de manzana.

-Son 100 Won.- Le dijo la cajera.

Haechan asintió mientras buscaba su billetera para sacar el dinero. Pero al tocar los bolsillos de su pantalón no sintió el usual bulto que normalmente debería estar por colocar su billetera.

Mierda. Fue lo primero que pensó el notar que no tenía su billetera. No pudo evitar maldecir en su mente una y otra vez. Su día solo estaba destinado a empeorar.

-Señor...- La voz de la cajera lo hizo reaccionar y se avergonzó cuando notó que ella ya tenía su pedido a la mano y que el no tenía como pagarlo.

-Yo... Disculpe pero he perdido mi billetera y no...

-¿Qué?- La chica frunció el ceño. -Pero acabo de abrir su panecillo y su jugo. Tiene que pagarlo.

Eso solo hizo que la mortificación aumentará. Dios, Haechan era un completo estupido.

-Le pido disculpa, en serio que lo hago.- Se inclinó un poco mostrando arrepentimiento. -Pero no tengo con que pagarlo, si pudiera...

-Me da un café extra fuerte y cóbrese lo del panecillo y el jugo.- Una tercera voz a sus espaldas interrumpió al moreno haciendo que este volteara.

Ahogo un suspiro de sorpresa cuando los ojos del hermano de Jaemin lo miraron fijamente.

Recordaba esa mirada, tan penetrante y severa. Como olvidarlo si sus ojos eran tan negros como la noche misma haciendo que fuera demasiado fácil perderse en ellos, como un túnel obscuro en donde no podías ver la luz al final. Sus ojos no revelan nada, ninguna expresión, así Haechan no pudo evitar sentir un pequeño nerviosismo al verse analizado por el hermano de su novio.

-Donghyuck...- Su voz salió algo baja y con ese timbre ronco que recordaba perfectamente.

Sus mejillas se calentaron y eso sólo hizo que su mortificación fuera en asenso. Desde que lo conoció lo menos que quiso fue volverlo a ver. No porque le desagradara su cuñado, era más bien por el hecho que todo el cuerpo de Haechan se ponía en alerta cuando el mayor entraba en su rango de visión. Le desagradada la sensación que tenía cuando estaba cerca.

-Mork...- Movió su cabeza en señal de saludo.

Los finos labios del mayor sonrieron de lado haciendo su rostro aún más hermoso de lo que ya de por sí es, y haciendo que Donghyuck se pusiera aún más en alerta.

Silencio (Markhyuck, Noremin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora