Antes que nada quiero disculparme con todos ustedes, por la inactividad y todo eso, pero espero que me entiendan un poco, No pienso dar detalles, pero si diré que tener problemas de salud mental es medio raro, puedes pasar por eventos severamente traumáticos y mantener la misma expresión en el rostro de que nada te importa una soberana mierda, pero más tarde algo tan simple cómo el verso de una canción te puede romper como si estuvieras hecho de cristal. Prometo que trato de escribir tanto como me resulta posible en el momento en le que me llega la inspiración, pero en mis condiciones no es tan simple. Sin más, aquí por lo que llevan meses esperando.....
Son alrededor de las 8 de la mañana, nuestro prota el peliverde está durmiendo lo más apaciblemente posible, siendo que todas las cosas sucedidas ayer lo dejaron exhausto, mucho más de lo que ya estaba, lentamente comenzó a abrir los ojos, la sensación de que alguien lo estaba observando fue lo que causó la interrupción de su sueño reparador, luego de darse unos segundos para procesar un poco la existencia del nuevo dia, giró solo un poco la cabeza para ver el despertador en la mesita de noche que tenia a la derecha de su cama. Después de comprobar la hora sus ojos se posaron en la castaña sentada en una silla, justo al lado de su cama, ella lo miraba con calma, y esa sonrisa amistosa que la caracterizaba. Midoriya saliendo por completo de su somnolencia se deslizó por el colchón hasta toparse de espaldas con la pared.
Midoriya: ¡¡¿U-uraraka-san?!!
Uraraka: Buenos días Deku-kun -Calmada-
Midoriya: ¡¿Cómo fue que entraste aquí?!
Uraraka: La puerta estaba sin seguro
Midoriya: ¿Cuánto tiempo....?
Uraraka: Solo un poco, no más de 10 minutos
Midoriya: ¿Por qué?...
Uraraka: Quería ser la primera en darte los buenos días, ¡Buenos días Deku-kun!
Midoriya: Bu-buenos di-días
Uraraka: ¿Estás bien?
Midoriya: ¿Eh? ¡Ah!, si, solo un poco exaltado, no esperaba encontrarte aquí tan temprano, siento que casi me da un ataque -Sujetándose el pecho-
Uraraka: Ay, lo siento muchísimo, supongo que será mejor que me vaya por ahora, tu vuelve a dormir. -Se acerca para tomarle las mejillas y darle un beso corto en los labios- Nos vemos más tarde -Sale de la habitación.
Midoriya: ¿Eh? -En un estado completo de shock- Bu-bueno, supongo que al no tener que ocultar sus sentimientos, se volvió un poco más atrevida, pero, -Nervios- No creo que pueda acostumbrarme pronto a esto.
Con su tranquilidad ya perturbada y la posibilidad de recobrar el sueño ya esfumada de su ser, el peliverde decidió que seria buena idea recuperar el día perdido de entrenamiento, por lo que se dispuso a ponerse en pie, buscar la ropa con la que acostumbraba entrenar. Y habiéndose alistado, salió de su habitación para poder irse a entrenar, antes de comenzar con lo pesado hizo algo de calentamiento y sus respectivos estiramientos, empezó a trotar por los interiores de la escuela, cerca del bosquecito, pasando por las áreas de entrenamiento, como Ground Beta, los gimnasios, la piscina, etc, siguiendo por los dormitorios de las otras clases, al pasar de nuevo por el complejo de la clase A, sintió una mirada que lo observaba, hasta que se detuvo para tomar algo de aire, observó hacia las ventanas del edificio, buscando quien podía estar observándolo, hasta que la encontró, Jirou Kyoka, lo miraba con tranquilidad, aun traía puesta su pijama, por lo que se notaba que no tenía mucho despierta, eso y además la taza de lo que parecía ser café, fueron lo que lo daban a entender, ella lo observaba con tranquilidad, Midoriya se le quedó viendo unos instantes, desde la altura ella no creía que él la estaba viendo, hasta que él levantó la mano para saludarla, y ella respondió enviándole un beso, acto seguido se sonrojó, Midoriya para hacerla sonrojar un poco más, fingió atrapar el beso en medio del aire y ponérselo en los labios, luego la observó, no pudo observarla bien ya que en cuestión de segundos la ventana frente a la que ella estaba se empañó por completo, Midoriya solo pudo ver la silueta de ella huir hacia su habitación, cosa que le pareció bastante tierna viniendo de ella ya que ciertamente Jirou no es el tipo de persona que hace cursilerías.