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Un mes pasó. Un mes donde las cosas se quedaron estancadas. En donde Mingyu se veía a escondidas con Wonwoo. Un mes donde podían vivir un romance oculto. Un mes, donde Mingyu tomó las iniciativas de las cosas y descubrió nuevas facetas en Wonwoo. Descubrió que Wonwoo era alérgico al polen, que tenía un gusto raro por la comida picante, que amaba demasiado a los animales que incluso había donado a varios refugios por su seudónimo «el Pintor de Sangre». Mingyu había descubierto que Wonwoo podía ser tan humano si se lo proponía.

Mingyu se encontraba sentado en el suelo, recargando su espalda en la cama. Wonwoo estaba en la misma posición, viéndolo con ojos de amor. Dejó solo de haber sexo en ellos, y habían caricias, juegos, y más cosas para conocerse. Mingyu se estaba enamorando de Wonwoo, y Wonwoo amaba cada vez más a Mingyu. Wonwoo llevó una mano al rostro de Mingyu para que él pudiera mirarlo y le sonrió.

—Quiero que vengas este fin de semana a mi casa. –Delineó con su dedo índice cada parte del rostro de Mingyu–. Quiero pasar un fin de semana a solas.

—No puedo, ¿qué excusa les diré a mis padres? –Mingyu tomó la mano de Wonwoo, y dio un beso en su dorso.

—Que irás a la casa de tu novio durante un fin de semana. –Wonwoo río–. Hay muchas excusas, después de todo, tus padres ya saben que eres homosexual.

—Me siguen gustando las mujeres, ¿sabes? El único hombre que me atrae eres tú. –Wonwoo subió al regazo de Mingyu, y él lo tomó por la cintura.

—¿De verdad? Pruébalo. –Mingyu besó a Wonwoo, fue un beso sincero de su parte, algo lleno de amor. Wonwoo sonreía durante el beso, se separó de él para mirarlo con egocentrismo–. Te creo.

—Tengo que regresar a casa. –Comentó Mingyu después de ver la hora en su celular.

—Quedate un poco más. –Insistió Wonwoo apartando el celular de Mingyu de su lado.

—No, acordamos una hora. –Wonwoo bufó. Mingyu obligó a Wonwoo que se bajará de él para levantarse y acomodar sus cosas para regresar a casa. Wonwoo se acercó a él para abrazarlo por la espalda, pasando sus manos por su cintura.

—Ven conmigo, un fin de semana. –Mingyu bajó la mirada con algo de temor, pensar estar fuera de la ciudad o un lugar desconocido para él, le daba miedo. Tan solo la idea de que Wonwoo terminará por encerrarlo bajo su voluntad. Había pasado un mes, sí, pero jamás ha olvidado nada–. Te prometo que el lunes estarás de regreso con tus padres.

—¿Y si eso no ocurre? –Wonwoo soltó una risa por su pregunta, luego vio el semblante serio de Mingyu. Se separó de él para mirarlo de frente.

—Tenemos un mes juntos, y he cumplido todas mis promesas. ¿Y aún así dudas de mí? –Wonwoo acercó las manos al rostro de Mingyu para que lo mirara–. Mingyu, no he hecho nada de lo cual deba preocuparte, solo quiero tenerte a ti por un fin de semana.

—De acuerdo. –Aceptó, haciendo que Wonwoo sonriera de felicidad, dejó un beso en sus labios– Llévame a casa.

—Bien. Te llevaré.

Wonwoo, al igual que Mingyu, alistó todo para dejar la habitación del motel donde se encontraban. Mingyu salió primero, llendo directo al auto de Wonwoo, espero a que el mayor se acercara al vehículo para que abriera la puerta y le diera el acceso. Cerró la puerta y caminó a hasta su lugar para subirse. Encendió el auto y fueron hasta su destino, sin saber que alguien los estaba siguiendo bajó la oscuridad. Un vehículo con los vidrios polarizados los seguía, dentro de él, se encontraba Boo Seungkwan, el detective que por fin había dado en el clavo a la situación.

Tomó su distancia para seguirlos sin que se dieran cuenta, reconoció el camino deduciendo que iban a la casa del menor. Las cosas no tenían sentido. ¿Mingyu salía a voluntad propia con Wonwoo? No se le veía incómodo, incluso podía verlo con una sonrisa. ¿Wonwoo lo dejaba libre a su antojo? Las cosas pintaban extraño y, aunque Wonwoo no le hiciera daño a Mingyu, no lo dejaba exiliado de seguir siendo un criminal que debía cumplir con su condena.

Stockholm's Painting - Meanie [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora