Stockholm's Painting - Meanie [En Edición]

8

Terminó de cenar, se levantó y recogió los platos de la mesa para llevarlos al fregadero. Los dejó limpios para acomodarlos en su lugar. Abrió el refrigerador viendo las bolsas que tenía ahí, tomó una de ella para iniciar con algo que ansiaba hacer desde hace algunas noches. Tomó todo lo necesario para pasar a su estudio para pintar un nuevo recuadro. Se acomodó listo para iniciar el recuadro, tomó la pintura e hizo sus primeros trazos.

Se quedó sumergido en esa pintura por un par de horas, suficiente para casi terminar. Estando en la misma posición le hizo sentir un fuerte dolor, se levantó de su lugar para estirarse y destensar sus músculos. Caminó a su habitación para encender la televisión en las noticias. Quería tomarse una ducha en ese momento. Tomó sus ropas, fue hasta la regadera abriendo la llave y dejando salir algo de agua tibia. Se desvistió, se metió bajo el agua y darse una ducha rápida.

—¡Demonios! ¡¿Cómo carajo entraste, Soonyoung?!

Wonwoo había salido de bañarse, solo tenía cubierta la parte baja de su cuerpo cuando vio a Soonyoung estar recostado en su cama. Tenía una pose seductora esperando que Wonwoo tuviera sexo con él.

—¿Qué? ¿No quieres una noche de diversión? –Soonyoung soltó una risa–. Yo puedo dártelo.

—¿Cómo entraste? –repitió Wonwoo con paciencia.

—Dejaste la puerta abierta. –lo recordó–. Vine para entregarte los últimos informes de Kim. –Soonyoung sacó la foto y se la entregó. Wonwoo la observó viendo a Mingyu junto a sus dos amigos, sintió una molestia y enojo tan grande, que en vez de querer terminar en la cama con Soonyoung, lo quería golpear–. Tu chico siempre hará su vida sin ti. –Soonyoung se acercó a Wonwoo con la intención de besarlo, pero Wonwoo lo tomó bruscamente del cuello.

—Es mejor que te calles, Soonyoung. –amenazó–. Mingyu siempre será mío, mientras tú solo te quedas como un juguete para mí. –lo soltó bruscamente, empujándolo directo a la cama. Soonyoung tosió por la brusquedad de Wonwoo.

—¡¿Qué demonios te dio Mingyu para que te hayas enamorado de él?! –exclamó una vez recuperó el aliento–. ¡Eres un imbécil!

—¿Sabes cuál es la diferencia entre tú y Mingyu? –Soonyoung esperaba la respuesta–. A ti, yo te iba a matar. –Sonrió–. Deberías agradecerle a Mingyu, porque el día que lo vi por primera vez, era el día en que te mataría para quedarme con tu sangre. Preferí usarte como mi diversión. ¿Ves la diferencia?

—Eres un desgraciado, Wonwoo. –Soonyoung se levantó para encarar a Wonwoo–. Olvídate de que siga a Mingyu. –Wonwoo sonrió con gracia ante las palabras de Soonyoung.

—Lo dejas de hacer y eres el primero al que yo mataré. –acarició el rostro de Soonyoung, y le dio el beso que el menor ansiaba.

Soonyoung correspondió al beso al instante, siendo lento y profundo. Se apegó al cuerpo de Wonwoo, y el mayor abrazo su cintura para profundizar más el beso. Wonwoo lo separó de su cuerpo para buscar su ropa.

—¿Me dejarás con las ganas?

—No te gustará la noticia que te daré. –Soonyoung lo miró con intriga–. Tengo VIH. –mintió–. Lárgate.

—Estas bromeando. –Wonwoo no parecía estar bromeando–. ¿Es verdad?

—¿Quieres hacerlo aún así? –Soonyoung no dijo nada–. Vete y vuelve con Mingyu. Te estoy pagando Soonyoung.

—Me voy.

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Sollozaba. Estaba boca abajo intentando calmarse. Nada funcionaba. Wonwoo lo tenía bajo amenaza, le daba miedo pensar el solo hecho de ver a sus amigos heridos por su culpa. Quería vivir una vida normal, pero Wonwoo no lo dejaba en paz. Estaba tan obsesionado con él. La tonta idea de morirse volvió a su mente. Quizá de ese modo, Wonwoo dejaría en paz a su familia y tendrían una vida normal sin tener a un asesino que los persiga. Pero, si Mingyu muere, ¿Wonwoo sería capaz de dejar a su familia en paz? Tenía miedo de pasará lo contrario de que deseaba una vez muerto.