Capitulo 8

46 5 0
                                    

Leo después de dos días ha vuelto a casa y a primera hora de la mañana, lo primero que ha hecho es dejar la maleta en su habitación y bajar a desayunar ya que habían viajado de regreso a casa de noche y no había podido desayunar ni casi dormir.

--

A Noa le han dicho sus tíos que se sienta como en su casa, que no pida permiso para moverse por ella, que se sienta en casa en todo momento y si necesita algo de la cocina lo mismo, solo le han pedido que si sale de casa sí que pida permiso.

Por la mañana se levanta y baja a la cocina para desayunar, pasa por el lado de la barra que hay en la cocina hacia el armario para coger un vaso.

- X: uy que chica más guapa tenemos aquí. ¿Quién eres?

Noa da un salto al asustarse al escuchar esa voz que no era la de su tío.

- Noa: ¿quién eres?

- X: eso me pregunto yo. ¿Quién eres? Y que haces en mi casa

- Noa: soy Noa y esta es la casa de mi tita Eva y mi tito Hugo

- X: ¿¿Noa?? ¿Enserio eres tú?

- Noa: si mi nombre como ya te he dicho es Noa. ¿Tú quién eres?

- X: ¿no te acuerdas de mí? Soy Leo

Noa lo mira con los ojos abiertos

- Noa: ¿enserio eres Leo el hijo de mi tito?

- Leo: claro que si

- Noa: pues no te ye reconocido

- Leo: ya somos dos. Has cambiado mucho

- Noa: hace muchos años que no nos vemos

- Leo: pues sí que hace ya. ¿Y qué has venido de visita?

- Noa: no, he venido por unos asuntos y he venido sola

- Leo: ¿te quedas aquí en casa?

- Noa: si

Noa se gira porque no quiere hablar más del tema y se prepara el desayuno.

Leo aprovechar que no le ve para hacerle un repaso con la mirada de arriba abajo.

Algo másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora