𝐓𝐞 𝐏𝐫𝐨𝐭𝐞𝐠𝐞𝐫é

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Pov Mateo

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Pov Mateo

Salí corriendo de las instalaciones y enseguida subí al auto.

—¡Rápido, al hospital central! —le informé a Josh que enseguida encendió el auto y condujo hacia el hospital.

El detective que había contratado para que vigilara y envestigara a Melody me había informado que estaba en el hospital debido a un accidente.

Me preocupé y sin perder más tiempo salí rumbo al hospital.

El camino me pareció eterno, no podía dejar de pensar en como estaría mi bebé, estaba que moría de preocupación hasta que al fin llegamos al hospital y bajé para entrar corriendo directo hacia la recepción donde se encontraba una enfermera.

—¿En donde esta Melody Cibrian?, llegó como hace cinco minutos debido a un accidente —pregunté desesperado.

—Si, la joven llegó muy mal, se encuentra en la habitación treinta en el cuarto piso —me informó la enfermera. Sin perder más tiempo corrí al ascensor.

Las puertas se abrieron al llegar al cuarto piso, salí y comencé a buscar la habitación hasta que la encontré. Iba a entrar pero la puerta se abrió antes dejando ver al doctor.

—¿Usted es...? —cuestionó mirándome arqueando una ceja curioso.

—Soy familiar de Melody Cibrian, ¿cómo está ella doctor, se encuentra bien? —estaba desesperado por saber como estaba.

—La señorita Cibrian llegó muy mal —al escuchar esas palabras sentí como se me revolvía el estómago y el miedo se apoderaba de mi cuerpo.

Por favor que esté bien, la angustia de saber o tan solo imaginar que se encuentra mal se apoderaban de mi provocando que me desesperara por saber de ella.

—Tuvimos que intervenirla rápidamente o la hubiéramos perdido. Cuando el auto la atropelló todo el impacto recayó en su cabeza al caer, esto le provocó una hemorragia cerebral. Pero ya se encuentra fuera de peligro ahora está dormida y cedada. Se encuentra algo débil pero bien.

Sentí un gran alivio cuando dijo que estaba bien y fuera de peligro.

—Gracias doctor, ¿puedo pasar a verla? —él sonrió levemente y asintió lentamente.

—Claro —se hizo a un lado dejándome pasar.

Abrí la puerta encontrándome con mi bebé acostada en la cama inconsciente, por su brazo derecho le pasaban suero supongo. Tenía una venda en su cabeza además de algunos raspones en el rostro, brazos y manos.

Sentí como mi corazón se encogió al verla ahí, tan frágil y vulnerable. Mi bebé, sentía rabia conmigo mismo por no haber estado para protegerla. Pero tenía claro algo, que no le volvería a pasar algo así, la iba a tener conmigo para protegerla como se merece.

—Si pasa algo llámeme —asentí, el doctor salió dejándome solo con mi bebé.

Me acerqué a ella y me senté en una silla que esta a lado de la cama. Vi que se encontraba pálida y en sus mejillas seguían los moretones de la vez que la vi, tome su mano la cual estaba algo fría.

—Bebé, prometo que te protegeré y nadie te hará daño —acaricié su rostro, dejo un suave beso en su frente.

Ya habían pasado como dos o tres horas y yo no me había separado de ella, acariciaba su rizado cabello y dejaba besos en sus mejillas. La veía dormir lo cual era fascinante, ella es tan hermosa y frágil a la vez. Estoy decido a llevarmela cuando salga de aquí, no dejaré que vuelva con el maldito alcohólico de su padre que no sabe como cuidarla y solo la maltrata. Si no estuve para evitar que la tocara ahora si podré evitar que lo vuelva hacer.

Conmigo ella será feliz, lo tendrá todo, no le faltará nada y no solo me refiero a lo material, sino también al amor y cariño que es lo más importante.

Mi nena merece solo lo mejor, merece ser feliz, vivir sin ningún tipo de preocupación.

Y yo le daré esa felicidad que se merece.

No dejaré que vuelva a sufrir, no volverá a derramar lágrimas, ya no más.

𝐃𝐚𝐝𝐝𝐲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora